Para  nuestra Asociación es un honor muy singular recibir este reconocimiento  de la Promoción 103. Agradezco a los Coroneles Cabrera Rojo y Bengoa y  especialmente a  nuestro querido Coronel Guglielmoni, quien desde  nuestros primeros pasos en esta campaña que llevamos adelante, desde  hace tres años, ha sido un colaborador estrecho en todos nuestros  emprendimientos, aquí, como en  los viajes al interior. Casi todos los  miembros de esta camada han peleado en Malvinas. Aquí aprovecho, ante la  proximidad de cumplirse 30 años de la gloriosa gesta, para rendir  tributo a quienes pelearon, a quienes pelearon y hoy están presos a  quienes murieron. a todos los héroes de Malvinas les rendimos el  homenaje, que una sociedad decadente no supo hacerlo. 
Rendimos  especial homenaje al Coronel Locito, y en su persona a todos los  heroicos combatientes en Malvinas, que hoy están presos, víctimas de la  más ominosa venganza de un gobierno corrupto, de un Congreso corrupto y  de una justicia corrupta, en medio de una sociedad adormecida y  complaciente. A esta sociedad es a la que debemos depertar con nuestra  denuncia. A esta sociedad hedonista, que solo se inquieta cuando le  meten la mano en el bolsillo, a esta sociedad desinteresada de la suerte  de los cientos de presos políticos y de los 150 muertos en cautiverio.  Esta sociedad que no reacciona frente a la sanción de leyes inicuas, que  están dando vuelta a la argentina como un guante. 
  Leyes que corrompen los principios del orden de la naturaleza sobre los  que se asienta toda sociedad organizada. Es que la revolución cultural y  moral que padecemos, para transformar la república, comienza por  destruir la familia. De ahí, que rápidamente, sin ningún reclamo, sin  siquiera la adhesión de los votos, ya que no figuraron en ninguna  plataforma partidaria, se sancionó el matrimonio de homosexuales, y hoy  tienen media sanción la llamada ley de “identidad de género”; la de  “Fertilización asistida” y la eutanasia. Queda el aborto para el año que  viene, no nos quepa la menor duda. Quedará la argentina a la vanguardia  de la revolución mundial, apodada con el eufemismo de “progresismo”.  Esta revolución persigue especialmente a la Iglesia católica, destruye  las fuerzas armadas, corrompe el alma de los argentinos, desde de la mas  tierna infancia a través de los mas abyectos programas de educación, de  lo que se transmite, sin los mas elementales limites morales por los  medios de comunicación etc...
La  dirigencia política, por bastardas alianzas  de poder o por afinidad  ideológica, salvo honrosas excepciones, que se podrían contar con los  dedos de la mano, está acompañando este esperpento. No puedo pasar por  alto, por estar directamente relacionado con nuestro quehacer, lo  ocurrido en el concurso 140, dirimido por el Consejo de la Magistratura.  Mediante un obscuro contubernio, se consumó el acuerdo con la mayoría  oficialista. El resultado, según sus propios protagonistas, fue elegir  un juez corrupto en lugar de cuatro, aplicando para el caso, como ellos  sostienen, “la teoría del mal menor”. Con ello se quedan con la  conciencia tranquila mientras contribuyen a profundizar el  envilecimiento de la justicia. 
En  estos días hemos sido testigos de acontecimientos que demuestran la  profundidad de la decadencia de la sociedad argentina. Comenzando por el  juramento de buena cantidad de diputados, quienes en una competencia de  chabacanería y mal gusto utilizaron formulas grotescas para expresar su  adhesión al régimen. Y que decir de lo que vino después, en la jura  presidencial, en medio de un  espectáculo de una ramplonería deplorable,  la presidente quiso demostrar a la ciudad y al mundo, que  ostenta la  suma del poder público, permitiéndose transgredir todo protocolo,  empezando por su juramento esotérico. Trascartón la puesta de la banda  por su hija, lo que superó cualquier expectativa del mal gusto. Como  colofón cantó, nada menos que el Himno Nacional, en ritmo de rock,  contorneándose  de la mano del autor de semejante insolencia y con el  coro de “la Cámpora”, la moderna JP.  Señores lo mas grave es que estos  episodios no despertaron la más mínima reacción de la dirigencia  política. Vuelvo a repetir, más allá de la vulgaridad del espectáculo,  lo que mas debiera preocuparnos,  son los signos que se transmitieron a  través de todo ello. 
De  indisimulado color ideológico, inspirado por ese núcleo duro enquistado  en el gobierno, en el que abundan ex terroristas, la presidente ha dado  señales inequívocas, que la política de odio y venganza continuará en  toda su virulencia. En su discurso inaugural, señaló que deseaba que  cuando asuma su sucesor, no haya pendiente ningún juicio por derechos  humanos 
   Denunciamos esta difusa política de “derechos humanos” que hoy  sustituye al orden jurídico y en tal sentido, reiteramos también nuestro  enérgico repudio a la actitud del Presidente de la Corte Suprema,  contumaz prevaricador, quien no se cansa de sostener que esa política es  “política de estado” Lo hizo públicamente, nada menos que en el Aula  Magna de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires,  rodeado del señor Anguita, ex terrorista del ERP, Hebe de Bonafini, la  Sra. de Carlotto, gente de “la Cámpora”, todo lo que constituye una  proclama de su inaceptable ideología. En sintonía con esta política, la  presidente demostró que no considera entre sus prioridades la concordia  de los argentinos, palabra que no pronunció a lo largo de su extensa  perorata en el Congreso.
La  destrucción de la justicia y de las fuerzas armadas, son mojones  importantes en el cauce de la revolución cultural que padecemos y que a  través de una constante y machacona prédica ha calado hondo en la  conciencia de los argentinos. Como ya hemos dicho, la cizaña ha crecido  mucho en la argentina y quienes la siembran, a diferencia de la  parábola, trabajan no solo de noche sino todo el día. Pero no  desesperemos, llegará la siega, la verdad algún día  triunfará, combatir  por ella es nuestra vocación.
Seguiremos  denunciando a la Corte y a los Jueces corruptos y prevaricadores.   Continuaremos sin descanso, nuestra prédica ante los foros que  corresponda. Entre otras actividades, estamos en plena organización de  un Congreso internacional en torno a la vigencia del derecho en el marco  de los llamados “Derechos Humanos” aproximadamente para el mes de  junio, al cual invitaremos a especialistas de Italia, Francia, España  Estados Unidos  Chile, Perú Uruguay, Brasil y Colombia. Con la intención  de hacer conocer en el exterior la verdad acerca del drama argentino.
No  debemos desesperar, ni tampoco abandonar la lucha, con sentido  apocalíptico, ni tampoco en la seguridad de que algún día se impondrá la  verdad por si sola. No debemos adoptar el expediente del poeta Guido  Spano,  meternos en cama al aguardo de nuevos vientos. No. Dios nos puso  aquí y ahora, en la argentina, en medio de todo lo que pasa, con estos  enemigos concretos. No desesperemos, que no nos va exigir mas de lo que  nosotros podamos realizar, pero si nos pide que lo hagamos. Confiemos en  su Providencia. 
En  nuestra patria, al lado o dentro de la sociedad descripta mas arriba,  todavía existe capacidad de reacción, por parte de mucha gente que  continúa adhiriendo a valores tradicionales, a la espera de ser  convocada para defenderlos. No es una utopía, hace dos años se  llenaron  las plazas del monumento a la Bandera y del monumento de los españoles,  no solo en procura de reducir un impuesto excesivo, sino  fundamentalmente por cuanto se presintió que estaban en juego principios  y valores tradicionales de los argentinos. Hay un buen vasallo, solo  falta el buen señor. 
Este  año se dictó sentencia en uno de los procesos mas emblemáticos del  siniestro proyecto fijado por la tiranía, en la llamada ‘Causa ESMA’ que  fue una gigantesca vuelta de tuerca al orden jurídico argentino y nuevo  motivo de profunda pesadumbre para quienes hicimos del Derecho algo más  que un medio de vida. Como nuestra Asociación manifestó en  esa  oportunidad, agregando que “duele asistir otra vez a la violación  flagrante no solamente de las leyes y la Constitución, sino de los  fundamentos y principios que las sustentan y sin los cuales aquellas son  huecas declamaciones.” Señores en esta causa y en todos los procesos en  marcha, las sentencias están previamente dictadas y los presos  cumpliendo las condenas  antes que sean impuestas. El principio de  legalidad y del debido proceso han sido groseramente violentados.       
Agradecemos  a Dios, por todos los beneficios recibidos y le pedimos que no nos  falte ni paciencia ni esperanza ni valor para enfrentar, como siempre  decimos, este duro y desigual combate. Especialmente gracias a todos los  infatigables colaboradores integrantes de la  Mesa Chica; a nuestra  secretaria  Patricia Junor, a nuestros  socios, quienes nos apoyan en  todo momento; a las entidades militares y civiles, con quienes nos unen  idénticos propósitos; a todos los aquí presentes. Reitero el homenaje a  quienes durante todos los martes del año se plantaron frente a  Tribunales, me refiero a las corajudas señoras de los presos, que   soportando estoicamente el olvido institucional de las fuerzas que  supieron instruir a sus maridos, en plena juventud, para combatir y  vencer por las armas al terrorismo marxista; Nuestro permanente  agradecimiento a los presos que nos edifican con su fortaleza y amor a  la patria. Nuestras oraciones por los muertos en cautiverio.
La  Asociación de Abogados por la Justicia y la Concordia hace oír su voz  para formular una  advertencia: estemos prevenidos, porque no hay  justicia en la Argentina. Y si no la hay, tampoco habrá paz.
Una  tiranía como la que padece nuestra patria, con un Congreso, que no  dudamos será obsecuente mas una justicia corrupta, dan por resultado una  combinación letal para la vigencia de la República. De todas maneras,  debemos seguir bregando para conseguir la paz social, tal como lo hemos  repetido reiteradamente, la verdadera paz, definida por San agustín como  “la tranquilidad en el orden” como condición indispensable para  cualquier gobierno que se proponga un mejor futuro. Es indispensable  volcar los esfuerzos y las esperanzas hacia un futuro que debiera  construirse con todos y para todos los argentinos. Para ello se hace  necesaria la pacificación y reconciliación de los argentinos.
Para exhortar a no bajar los brazos y seguir en la lucha, recurro a Estrada  que dijo ”Venimos  a alarmar conciencias, a despertar dormidos, a reanimar pusilánimes, a  enardecer espíritus, a vincular corazones: a disciplinar para las  batallas del Señor.”  Muchas gracias, que Dios nos ayude.
            Buenos Aires, diciembre 13 de 2011