CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). En el almuerzo que sirve Mirtha Legrand por América 2, Juan Yofre hizo mención específica de un documento muy interesante de Montoneros de 21 años atrás.
Junto a Yofre estuvieron Graciela Ocaña, la monja Marta Pelloni y Fanny Mandelbaum.
Interesante lo de Ocaña, revelando cómo fue su progresivo alejamiento de los Kirchner "porque le entorpecía la operación a quienes acercaban los negocios" (a la Casa Rosada, se supone).
A propósito de Ocaña, se habló de Hugo Moyano, y Yofre recordó que cuando era jefe de la Secretaría de Inteligencia de 1989, en un procedimiento antinarcotráfico se detuvo a Hugo Moyano por un tema de cocaína.
Pero también fue muy ilustrativo cierto documento que exhibió Yofre.
El 21 de abril de 1989, ante el escribano Luis García Orlando, se presentó el remanente de los dirigentes de la ex organización Movimiento Peronista Montonero que en 1985 había cambiado su denominación por Peronismo Revolucionario.
Estuvieron allí Mario Eduardo Firmenich, Roberto Cirilo Perdía, Fernando Vaca Narvaja, Oscar Bidegain, Jorge Cepernic, Héctor Pardo, Guillermo Martínez Agüero, Inés López, Pablo Unamuno, Jorge Salmón, Mario Montoto, Carlos González, Oscar Viñas, Gustavo Gemelli, Arturo Hellman, José Bisciotti, Pedro Montero, Oscar Holmquist, Juan Guilliani, Emilio Martínez, Néstor Osvaldo Muñiz, Alfonso Lobo, Héctor Navarro, Jorge Layana, Oscar Acuña, Rubén Enrique Zaremba, Raúl Antonio Ferreyra, Luis Fabian Belardinelli, Luis Hairala, Mabel Angélica Helman, Mario López Guerrero, Gerardo Rico, Carlos Alberto pardini, Manuel Horacio Pilar, Lilia Jiménez, David Arnaldo Leiva, luis Alberto Nargona, Ernesto Pailalef, Daniel Antonio Badié, Carlos Alfredo Cejas, Ricardo Néstor Curten, Ricardo Fernández, Carlos Ledesma, José Saavedra, Antonio H. Prieto, Enrique González Olguin y Francisco Jovellanos.
El texto que rubricaron fue titulado "Compromiso solemne por la pacificación y reconciliación nacional sustentadas en la Justicia Social y la Autocrítica Nacional".
El contenido resulta un enfoque bien diferente al que acaban de presentar en Córdoba quienes se presentaron como los refundadores de Montoneros.
Es interesante destacar que los Montoneros originales o auténticos firmaron lo siguiente:
"La historia argentina de las últimas décadas está signada por una guerra civil intermitente, con sucevivas falsas antinomias que dividieron y enfrentaron a sectores del pueblo y de la Nación Argentina.
2. La verdad histórica es que no hay entre los argentinos absolutamente ningún sector libre de culpa y de errores por los violentos enfrentamientos políticos que han desquiciado el orden jurídico constitucional y han sumido en la decadencia económico-social a nuestra Patria, para beneficio de intereses ajenos y minoritarios. Es por ello que se impone la necesidad de la autocrítica nacional. Nosotros hemos aportado la nuestra.
3. La pacificación nacional es un requisito indispensable para que existan las condiciones mínimas que permitan suturar las heridas del cuerpo nacional y popular y alcanzar la reconciliación; desde esta base podremos aspirar a superar definitivamente esta situación, pactando un proyecto de País compartido que satisfaga los anhelos de justicia social, desarrollo independiente, afirmación cultural y estabilidad democrática de la abrumadora mayoría de los argentinos".
Los firmantes manifestaron por escribo "la firma convicción de que ésto se logrará con el triunfo de nuestros candidatos justicialistas Carlos S. Menem y Eduardo Duhalde".
Pero, más allá de quiénes triunfaron, juraron solemnemente, aportar a la reconciliación nacional y a la pacificación nacional, y reivindicaron varias encíclicas de la Iglesia Católica Apostólica Romana.
Sin embargo, este documento contrasta notablemente con el difundido por un tal Jorge Falcone, quien invocando a Montoneros, manifiesta con espíritu bien diferente:
"(...) La democracia formal inaugurada en las elecciones de 1983, depositaria de la sangrienta ingeniería perpetrada por la dictadura para arrodillar nuestro país ante los centros del poder mundial, no tardó en pergeñar una coartada que resguardase de la mala conciencia cómplice a un gran número de compatriotas que brindaron apoyo tácito o explícito al faenamiento de la generación más altruista de nuestra historia.
La antojadiza herramienta en cuestión, consistente en sustraerse de todo protagonismo histórico y condenar por igual a genocidas entregadores y sublevados en legítima defensa de la Patria, pasaría a conocerse como Teoría de los Dos Demonios.
El Dr. Alfonsín la consagró por acción, extraditando a Mario Firmenich (en ocasión de presentarse ante la embajada argentina en Brasil para recuperar su legalidad e integrarse pacíficamente al proceso en ciernes), encarcelando al ex gobernador de Córdoba Don Ricardo Obregón Cano, y dictando pedido de captura simultáneo para la cúpula militar y para unos cuantos dirigentes del peronismo y la izquierda revolucionarios. Carlos Menem, a posteriori, la consagró por omisión, toda vez que liberó al mismo tiempo a verdugos y rebeldes sin emitir juicio de valor alguno sobre la diferencia entre ambos. (...)".
Esto no quita que Falcone tenga enfoques muy interesantes como el siguiente:
"(...) Circunstancias como la descripta, o la recurrente preferencia del periodismo por interrogar a Firmenich mucho más frecuentemente sobre la ejecución de Aramburu que sobre sus ponderadas ideas para propender a un modelo de desarrollo socialmente equitativo, han venido contribuyendo a mantener a Montoneros como un fenómeno congelado en un pasado trágico e incapaz de reformularse en democracia.
Dicho status propicia que ese nombre siga vinculándose a la tríada peronismo, socialismo y lucha armada, más que a la necesidad de promover una economía social y sentar las Bases para la Alianza Constituyente de una Nueva Argentina, como es el anhelo de la mayoría de los protagonistas de aquella experiencia no cooptados por el paradigma demoliberal electoralista. (...)".
Sin embargo, queda planteada, de todos modos, la polémica acerca del mensaje de Montoneros: ¿Guerra civil o abominable Teoría de los 2 Demonios? Los originales parecen tener enfoques muy más equidistantes de las pasiones setentistas que quienes no padecieron aquella violencia.