Para quienes no se                  hayan percatado.
                 Esto pudo haber                  pasado desapercibido para mas de uno. Será simplemente  un error                  o por el contrario, marca una tendencia  ?
Nueva estrategia de infiltración ideológica en la
Iglesia Católica. Se distribuye una publicación
editada en el Brasil durante las misas, donde
se exalta sibilinamente la acción terrorista.
                 Se                  espera la reacción de la                  Jerarquía.
Un  llamado                  de atención 
para los lectores de “El                  Domingo”
Editada por San Pablo, en la edición correspondiente al 5to. domingo de Cuaresma (21/03/10), en la contratapa y en el espacio denominado: “El rincón de los jóvenes”, Juan Carlos Pisano, uno de los redactores de la publicación, escribe una pequeña reflexión, denominada: “Jóvenes que dieron su vida”, en alusión a un nuevo aniversario del Golpe de Estado del año 1976.
                 Lo primero que me llamó la atención, es                  que en una publicación que se reparte en iglesias  católicas de                  todo el país, se abordara un tema que poco tiene que ver  con la                  actividad religiosa. Pero mucho más grave me ha parecido  el                  enfoque sesgado, tendencioso y parcializado que Pisano  le da a                  su brulote.
                 Allí dice: “El miércoles 24 de marzo                  será un nuevo Día nacional de la memoria por la verdad y  la                  justicia, al cumplirse un nuevo aniversario (34) del  golpe                  militar que dio comienzo a una de las más sangrientas  dictaduras                  que tuvo nuestro país en el siglo                  pasado”.
                 Sr. Pisano: No caben dudas, y en esto                  vamos a coincidir, en que la década del 70 en la  Argentina, fue                  sangrienta como pocas. En lo que no estamos de acuerdo,  es en                  que todo haya comenzado, como por arte de magia, un 24  de marzo                  de 1976.
                 La realidad, Sr. Pisano, la de la                  Historia, no la de su memoria, dice que todo empezó  antes de esa                  fecha, incluso en períodos constitucionales, cuando  bandas de                  subversivos quisieron tomar el poder por la                  fuerza.
                 En febrero de 1975(o                  sea más de un año antes del golpe de Estado), el  gobierno de                  Isabel dicta el Decreto 261; luego, ese mismo año, ya  con Luder                  en el poder, se expiden los Decretos 2770/71 y 72, por  los que                  se ordena aniquilar a los                  subversivos.
                 Si todo empezó el 24 de marzo del 76                  como Ud. dice, ¿por qué estos decretos son anteriores en  un año                  a esa fecha, y emanados de un gobierno                  constitucional?
                 En el segundo párrafo sostiene que:                  “Numerosos sacerdotes, religiosas, catequistas y jóvenes                   militantes dieron su vida por mantenerse fieles a sus  ideales y                  al deseo de construir una patria de hermanos y una  sociedad más                  justa, con igualdad de oportunidades y sin                  excluidos”.
                 Aquí, la vaguedad en el lenguaje                  utilizado por el redactor de “El Domingo”, invita a  reflexionar,                  acerca de dos cuestiones: 1) No me consta, porque así lo                   demuestran los hechos históricos, que hayan sido  “numerosos” los                  sacerdotes, religiosas y catequistas que hayan muerto  durante el                  gobierno militar. No al menos, si tomamos a toda la  comunidad                  católica de ese momento en su conjunto; y 2) Respecto de  los                  jóvenes militantes que dieron su vida, valga recordar  que su                  ideal de vida, era el Che                  Guevara, quien lejos de querer construir una  patria                  de hermanos, quería destruirla para reemplazarla por la  bandera                  roja del marxismo internacional y así instalar la  utópica                  dictadura del proletariado.
                 Agrega Pisano: “Es imposible mencionar                  cada nombre, pero sí es posible recordar, en cada  familia y en                  cada comunidad, a cada uno y a cada una. Las capillas de  las                  villas de emergencia, los salones comunitarios, las  comunidades                  religiosas y las asociaciones de exalumnos de los  colegios que                  honran la memoria de sus mártires y saben muy bien  quiénes son                  estos”.
                 La verdad, es que llamarles mártires a                  quienes empuñaron las armas, es un verdadero  despropósito.                  Mártir es aquel que muere asesinado por la defensa de la  fe                  cristiana y por amor a Jesucristo. Es aquel que es capaz  de                  morir por sus ideas, pero que es incapaz de matar por                  ellas.
                 No me parece que los jóvenes recordados                  por Pisano, hayan tenido esas características,                  precisamente.
                 Por último, dice el redactor de El                  Domingo: “Han pasado 34 años y todavía hay algunos que  se                  preguntan por que el 24 de marzo es un feriado  conmemorativo.                  Busquemos la respuesta en la historia y no condenemos al  olvido                  a quienes hoy evocamos y nos hacen decir con lágrimas:                  ¡Presentes!”.
                 Sr. Pisano: Comparto con Ud. que será                  una ocasión para no olvidarnos de quienes dieron su vida  en                  aquellos aciagos momentos.
                 Ud. recuerde a los                  suyos; yo los recordaré a mis familiares y amigos  quienes fueron                  los Larrabure, los Viola, los Genta, los Saccheri y  tantos otros                  más, que dieron sus vidas para que siguiera flameando en  nuestra                  Patria la Celeste y Blanca.
                 También haré memoria de las “cárceles del pueblo”. Por                  todos ellos diré: ¡Presentes!
                 Pero para que no se diga que lo mío es                  tendencioso, les recordaré además, lo que dijo Firmenich, máximo jefe de                  los montoneros,                   respecto del período en cuestión: “…fue una guerra…la  inmensa                  mayoría de los desaparecidos fueron                  montoneros”.1
                 ¿Se da cuenta, Sr. Pisano?, hasta el                  propio jefe montonero contradice lo que Ud. afirma, y me  parece                  que Firmenich sabe un poco más que Ud. del período                  referenciado.
                 Por último y por todo lo antedicho, mi                  fundamentado rechazo a las expresiones de Pisano y la  gran                  preocupación de que este tipo de folletos, en apariencia                   inocuos, se dejen en los bancos de muchas iglesias  católicas                  argentinas; sobre todo cuando se les quiere contar a los  jóvenes                  una historia argentina parcializada y                  clasista.
                 Jesús no abogó por la lucha de clases,                  sino por la unión de los hombres ya que todos tenemos un  Padre                  en común.
                 Autor:                  Diego García Montaño