El papa Benedicto XVI defendió la indisolubilidad del matrimonio en un discurso a los obispos franceses en la ciudad de Lourdes
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LOURDES, Francia, (AFP) - El papa Benedicto XVI denunció hoy a los "divorciados vueltos a casar" e insistió en la importancia de la unidad de la familia, "pedestal" de la sociedad, en un discurso ante los obispos franceses en Lourdes, en el suroeste de Francia.
El Pontífice alemán abordó la "cuestión particularmente dolorosa" de "los divorciados vueltos a casar", frente a quienes la Iglesia "mantiene con firmeza" la "indisolubilidad del matrimonio", pese a que profesa "el mayor afecto a quienes, por los más variados motivos, no llegan a respetarla".
"No se pueden aceptar las iniciativas que tienden a bendecir las uniones ilegítimas", dijo en el Hemiciclo de Santa Bernadette Benedicto XVI, en su segundo día de peregrinaje al santuario mariano de Lourdes, donde llegó el sábado después de una primera etapa en París.
Joseph Ratzinger, que anteayer se entrevistó en el Elíseo, en París, con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, divorciado dos veces y casado actualmente con la ex cantante Carla Bruni, madre de un hijo fruto de una relación anterior, defendió a la familia como el "pedestal sobre el que descansa toda la sociedad".
"El matrimonio y la familia se enfrentan ahora a verdaderas borrascas. Las leyes han relativizado en diferentes países su naturaleza de célula primordial de la sociedad", declaró Benedicto XVI, de 81 años, ante unos 170 obispos y cardenales, la mayoría franceses y algunos pertenecientes al Vaticano.