Corrupción |
Quienes creen que el gobierno argentino arrastra una corrupción espantosa, encontrarán motivo de confirmación en el hecho de que Guido Antonini Wilson lo haya implicado, con su reciente declaración, en el affaire ya famoso. Dijo, a quien quisiera escucharlo, que la valija que transportaba era --como se presumía-- para pagar la campaña electoral kirchnerista. También es un hecho que algunos de los empresarios recientemente asesinados por narcotraficantes, debido a una serie de negocios turbios vinculados con la efedrina, sufragaron parte de esa misma campaña. El de la reputación es uno de los pocos renglones de la vida humana en que es lícito guiarse por las apariencias, porque no hay buena reputación sin buena apariencia. Con que nuestro gobierno deberá salir del atolladero demostrando, si puede, que jamás ingresó en él. Refutar a sus acusadores reprochándoles servir a intereses políticos inconfesables explicará muchas cosas, menos la única que debería interesar. Aquí de lo que se trata es de saber si los Kirchner son corruptos --como lo sugiere un sin fin de indicios-- o no. Si se demostrase que lo son no podría Cristina Fernández seguir ejerciendo la presidencia y deberían, tanto ella como su marido, ser sometidos a juicio. |
La Caridad sin Verdad sería ciega, La Verdad sin Caridad sería como , “un címbalo que tintinea.” San Pablo 1 Cor.13.1