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EDITORIAL | ||
Politburó | ||
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Néstor Kirchner está a punto de asumir el buró político del Partido Justicialista, donde se puso a sí mismo, sin reafiliación ni elecciones internas, con otros 74 secretarios nombrados también por él a dedo, y sólo el patrocinio del congreso de Parque Norte, donde el 7 de marzo 801 delegados de los gobernadores, electos en cada distrito por listas únicas, le habían encargado la reorganización del peronismo. Formalmente, Kirchner debía llamar a internas; pero ninguna de las listas que se preparaban en contra suya, ni la de los puntanos Rodríguez Saá ni la del entrerriano Héctor Maya, pudo ser oficializada ya que no contaban con el apoyo de las autoridades de otros cuatro distritos, requisito excluyente inventado por Kirchner mismo. Es que los distritos del PJ están dominados por los gobernadores, y no hay cinco de ellos capaces de enfrentársele, a riesgo de perder las sumas que él mismo distribuye personalmente por el interior. Como se sabe, el 73% de los ingresos fiscales lo reparte el Ejecutivo, y apenas el 27% va automáticamente a las provincias. Stalin no lo hubiera hecho mejor. De tal modo, uno de los expulsados por Juan Perón en 1974 asalta ahora la directiva del PJ, una mascarada cuya responsabilidad no es exclusiva de Kirchner, sino también de los infinitos exitistas que comparten el poder con él, y no quieren perderlo antes de tiempo. |
La Caridad sin Verdad sería ciega, La Verdad sin Caridad sería como , “un címbalo que tintinea.” San Pablo 1 Cor.13.1