Kirchner manejó sin control casi $ 50.000 millones
Desde 2004 elaboró presupuestos con previsiones de recaudación inferiores a lo obtenido
Al cabo de cuatro años de mandato, y fruto de la recaudación fiscal récord  que fue sumando en su gestión, el gobierno de Néstor Kirchner obtuvo un  excedente de casi 50.000 millones de pesos sobre lo presupuestado, dinero que  pudo manejar sin previa aprobación del Congreso, que es el designado por la  Constitución nacional para asignar los recursos públicos.
¿Cómo logró el  Gobierno ese sobrante de fondos? Sencillo: en cada presupuesto nacional que  elevaba al Congreso estimaba una recaudación menor a la que sabía que iba a  obtener luego a lo largo del año. Así conseguía un excedente de recursos sobre  lo presupuestado (que resultan ser millones), que administraba a su discreción  por medio de superpoderes y decretos de necesidad y urgencia (DNU), la vía más  rápida para esquivar a los legisladores. Este mecanismo se aplicó  sistemáticamente en los presupuestos de 2004 a 2007, y el del año próximo, ya se  anticipa, no será la excepción. 
Así, en casi cuatro años de gestión,  Kirchner administró, sin consultar al Congreso, 49.815 millones de pesos de  excedente de recaudación, que incluye tanto ingresos impositivos como  contribuciones a la seguridad social. Estos son datos oficiales de la Secretaría  de Hacienda, que pueden observarse en el capítulo Cuenta de Inversión. El  diputado Claudio Lozano (CTA-Capital), que realizó un puntilloso trabajo sobre  el tema, acotó que para el año próximo el presidente Kirchner dejará en herencia  a su sucesor (o sucesora) unos $ 10.200 millones de excedente tributario. 
"Este mecanismo de subestimar los ingresos para luego administrarlos  mediante DNU demuestra que la calidad institucional -de la que tanto se  vanagloria la candidata presidencial Cristina de Kirchner- brilla por su  ausencia en el presupuesto", enfatizó Lozano.
Por lo general, el  ministerio más favorecido por estos excedentes tributarios ha sido el de  Planificación, que conduce Julio De Vido. Sin ir más lejos, el último y más  polémico DNU que emitió el Gobierno, a fines de agosto pasado, inyectó en el  presupuesto un adicional de 14.200 millones, de los cuales el 47,8% (unos 6800  millones de pesos) se destinó a la cartera de De Vido. Así lo detalla en un  informe la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera  Pública (ASAP), que consigna que esos recursos se aplicaron a mayores subsidios  al transporte y a paliar la crisis energética.
Superpoderes  
El problema, según la oposición, es que esa asignación de  millonarios recursos se realiza sin transparencia ni la debida consulta al  Congreso. A su juicio, el presupuesto -otrora la ley más importante que se  discutía en el Parlamento- "se convirtió en una caricatura, en una norma sin  sentido, ya que el Gobierno lo modifica a su total arbitrio y conveniencia",  según opinó un legislador opositor.
El Gobierno apela a dos herramientas  para administrar a su discreción los recursos públicos. Uno de ellos son los  DNU, que se utilizan para asignar los excedentes de la recaudación. La otra  herramienta es la ley de superpoderes, que sirve para modificar las partidas ya  presupuestadas; incluso se les puede cambiar la finalidad original. 
Como  ejemplo, vale citar la última decisión administrativa firmada por el jefe de  Gabinete, por el cual se destinaron al fondo de incentivo docente 540 millones,  sustrayéndolos del Programa de Asistencia Financiera a las Provincias. Este  fondo fue creado para auxiliar a las provincias, muchas de las cuales están en  delicada situación fiscal.
No es la primera vez que se les quitan  recursos a las provincias. En la ley de presupuesto de este año, el fondo tuvo  una partida original de 6040 millones, pero a lo largo del año sufrió sucesivas  reducciones por un total de $ 2445 millones.
Esta decisión  administrativa es una entre las 50 que ya emitió el Gobierno, sólo este año,  para modificar el presupuesto. Por la ley de superpoderes, se reasignaron  partidas por $ 4500 millones. "El Presupuesto ya no es creíble. En tanto existan  los superpoderes y mientras el Presidente siga abusando de los DNU, estamos en  un país sin división de poderes", sostuvo Esteban Bullrich (Pro).
Por  Laura Serra
De la Redacción de LA NACION