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Sería muy interesante, como ejercicio de meditación política, averiguar si los estamentos cívicos santacruceños, hoy en franca y contumaz insurrección contra el poder constituido del kirchnerismo, han tenido siempre de este gobierno la misma pésima opinión que hoy tienen, o si algún alumbramiento súbito de sus conciencias hace que al mal humor por la situación social que les aflige sumen la rabia de haber perdido tantos años antes de protestar. En otras palabras, habría que saber si antes les gustaba Kirchner y ha dejado de gustarles, o si nunca les gustó pero le tenían miedo... y han dejado de tenérselo. De hallarse menos distraídos con tonterías ideológicas, los destinatarios de tanto insulto podrían calibrar lo que ahora acontece en Santa Cruz en relación con lo que podría estar por acontecer en otros lugares del país. Pues nada hay más peligroso, en política, que no nos amen y tampoco nos teman. |
La Caridad sin Verdad sería ciega, La Verdad sin Caridad sería como , “un címbalo que tintinea.” San Pablo 1 Cor.13.1