Incluso la obediencia más ciega ha de tener sentido de la realidad y tacto para las proporciones. Si el INDEC hubiese corregido su anterior afirmación de que la canasta básica de alimentos había escalado un 3,6% diciéndonos que lo habían vuelto a pensar y que, bien mirada, había subido un poco menos, todos habríamos confirmado nuestra adulta sospecha de que los números se dibujan. Pero hacernos, en cambio, a la idea de que los promedios no sólo no subieron sino que además bajaron (de 3,6% a -0,2%) será cosa un poco más ardua de digerir. El gobierno quiere tapar el cielo con un harmero, tomarnos el pelo como si fuéramos tontos y, encima, pretende que nos creamos la farsa montada. |
La Caridad sin Verdad sería ciega, La Verdad sin Caridad sería como , “un címbalo que tintinea.” San Pablo 1 Cor.13.1