PRENSA NACIONAL ALTERNATIVA
El pensamiento vivo de Perón
SER PERONISTA
[El Movimiento Peronista está disociado, orgánica y políticamente, como consecuencia de que sus "dirigentes", cipayos serviles del poder extranjero, se han sumado al reino de la mentira política. Hoy cualquiera se dice peronista, o mejor justicialista, actitud que es una verdadera burla a la Nación - de la que se ha exiliado la Justicia - y al pueblo, que sufre las crueles consecuencias de la injusticia, instrumento de sometimiento y desarticulació n nacional. Por ello, cuando se leen mendaces documentos de aquellos que se reivindican como continuadores o herederos del general Perón -tal el caso del de los "montoneros" emitido en Mendoza, o el de la conjunción clerical, de derecha y de izquierda, conocido como "Documento de las manos", creemos conveniente volver a los fundamentos doctrinarios del peronismo y revivir en el magisterio político del mismo Perón, qué es ser peronista.]
Para ser peronista no es suficiente haber intervenido en nuestro Movimiento, no es suficiente haber sido elegido para una función dentro del mismo, no es suficiente decirlo y que lo digan los demás: es necesario e imprescindible que lo sienta profundamente.
Ser peronista es hacer bien a la Patria , representado por la felicidad de sus hijos y por la grandeza de la Nación.
Ser peronista es luchar por la bandera azul y blanca, aliados todos por la causa común de los argentinos y por la dignidad argentina. Es levantar la bandera argentina como país socialmente justo, económicamente libre y políticamente soberano.
Ser peronista es entender que hay una sola doctrina, la peronista; una sola bandera, la de la Patria , y una sola grandeza, la de esa bandera y esa Patria.
Ser peronista es tener en un bolsillo la doctrina, leerla diariamente y después comprenderla, y luego sentirla. Cuando eso haya sido realizado, podrá entonces decirse que ese hombre tiene alma peronista.
Ser peronista es trabajar en todas partes por el peronismo; en la casa, siendo un buen padre de familia; en el trabajo, cumpliendo nuestras obligaciones; y en las conversaciones, predicando nuestra doctrina; en la calle, tratando de no perjudicar al Estado con ninguna de nuestras acciones o de nuestros actos. Vale decir, haciendo vida peronista. Así se honra al Movimiento y así se hace peronismo.
Ser peronista es ser un esclavo de la ley. Ha de tener también una ética peronista, porque no solamente es delincuente aquel que viola la ley, sino que también es delincuente, en la medida que abusa de su libertad, el que viola las leyes de la convivencia humana en perjuicio de sus semejantes.
Ser peronista es dar ejemplo de patriotismo y de dignidad; es no escatimar trabajo ni sacrificio, es templar el alma en el sacrificio y no en la ambición.
Ser peronista es recordar que hay una moral que cumplir, una familia que defender, una Patria que honrar. Es tener respeto por la tradición y las costumbres, por la familia, por la Patria y por el honor de la Nación.
Ser peronista es defender su propia dignidad con sus obras; es acostumbrarse a actuar en equipo, sin sentido personal e individualista, trabajando uno para todos y todos para uno.
Ser peronista es poner primero la Patria , después el Movimiento y luego los hombres. Esta es nuestra doctrina. Esta es la doctrina peronista. La doctrina peronista apoya a la verdad, la verdad desnuda, la verdad absoluta, tal cual la conciben los hombres de buena voluntad y de corazón puro. Eso es peronismo.
Ser peronista es ser franco y abierto, no vergonzante, porque ello no se justifica sino en los hombres que no tienen carácter, ni decisión, ni vergüenza. Es pertenecer al Movimiento Peronista, movimiento comprensivo y humanista, movimiento de orden y de amor.
Ser peronista es ser observante y rígido consigo mismo, porque antes de pretender dominar a los demás es menester dominarse a sí mismo. Es pensar por sí y defender lo justo y conveniente para la Nación.
Ser peronista es tener férrea e inquebrantable voluntad. Es trabajar, es sacrificarse con la más alta dosis de abnegación, para que, mediante nuestros esfuerzos, pueda construirse una escalera interminable por la cual ascienda el pueblo hacia la felicidad.
Ser peronista es conocer el panorama del país: que esté impulsado hacia los objetivos de la nacionalidad, que se interese por la causa pública como si se tratara de su propia casa, porque la Patria es la casa grande de todos los hermanos de esta inmensa familia argentina.
Ser peronista es hacer que el pueblo decida, ya que gobierna por intermedio de sus representantes, y es para el pueblo, exclusivamente para el pueblo, para el que estamos obligados a trabajar.
Ser peronista es vigilar, dentro del peronismo, a los hombres que no cumplen con su deber, a los peronistas vergonzantes, a los infiltrados y a los aprovechadores, para ser con ellos totalmente intolerantes.
Ser peronista es persuadir de la sinceridad, de la verdad y de la lealtad de nuestra causa a todos los argentinos, para que en los actos eleccionarios voten por nosotros y no por nuestros adversarios.
Ser peronista es no esperar órdenes, es hacer. Es tener un amplio espíritu de iniciativa. Iniciativa en la casa, iniciativa en el trabajo, iniciativa en el partido, iniciativa en la unidad básica e iniciativa en la calle.
Ser peronista es ser un predicador del peronismo.
(Cf. El Movimiento Peronista. Origen, ideal, síntesis de la doctrina, realizaciones y soluciones universales. Buenos Aires, edición del Partido Peronista, 1954, cap. IV, parag. 12, pág. 106 y sig.)
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”Si male locutus sum, testimonium perhibe de malo; si autem bene, quid me caedis?”
Si he hablado mal, exhibe pruebas de que está mal; pero si he hablado bien, por qué me pegas?
[San Juan 18.23]
PUBLICACIÓN DIGITAL POLITICAMENTE INCORRECTA
ORIGINADA EN
LA REPUBLICA ARGENTINA
"NUEVO ORDEN MUNDIAL"
Y AL PENSAMIENTO UNICO