Gladius. 66.De la soberbia a la ideología.
P. Ramiro Sáenz.
8va. parte.
MESIANISMO TEMPORAL : Es un simple corolario de lo antedicho. Al negar toda trascendencia y afirmarse la absoluta autonomía del hombre bueno,, este será el gestor infalible de un estado de felicidad que anhela irrenunciable todo hombre. Siempre como una promesa futura, instalará él mismo el paraíso en la tierra. Al desaparecer todo vestigio religioso, la política será un sustituto. Esta asumirá esa noble tarea ocupando el ideólogo el lugar del profeta de esa nueva religión. El que tenga el poder será sustituto del mismo Dios. La humanidad se habrá dado a sí misma la felicidad. La fe y la esperanza no se han eliminado del horizonte humano, sino que se han secularizado. La fé será en el acto electoral, en la Democracia, en los legisladores o las directivas del partido comunista. La esperanza será esa felicidad futura que nacerá de la evolución de las instituciones humanas por el progreso o la instalación de la dictadura del proletariado.
En tiempos de la Ilustración es que nace la idea, aparentemente inocua, de4l progreso indefinido. Concepto de raigambre cristiano, si se refiere al crecimiento del Cuerpo Místico de Cristo o al progreso peregrinante hacia el fin de los tiempos. O, en caso, tan legítimo, si se refiere al crecimiento de las experiencias experimentales y la técnica. Pero el forzado de de estge nuevo concepto es ideológico. Las promesas y esperanzas sobrenaturales se ha secularizado. Se refiere esencialmente al avance que ha significado el “ Siglo de las >Luces “ respecto al “ oscurantismo medieval “. Son también elocuentes los gestos, en plena Revolución Francesa, como la adoración de la constitución, calendario secular, como computo de los años, nacimientos de los “ himnos “ ( género sólo usado para honrar a Dios ) etc. Más aún en la revolución marxista en que Marx describe el estadio de la felicidad final, la dictadura del proletariado, con términos tomados de Isaaías. Su raíz judía le había sugerido la secularización de las promesas mesiánicas. Este tipo de utopías va a ser inseparable de la mentalidad ideológica. Es sorprendente la ingenuidad con que estos profetas “ esperan “ esos tiempos futuros. León Trotsky, uno de los principales revolucionarios rusos , decía muy convencido que “ pronto, incluso en los hombre menos dotados estarán a la altura de Miguel Angel y Leonardo da Vinci “.
Con gran agudeza y humor, el Padre Castellani expresaba así lo que él llamaba el Credo del incrédulo – Las ideas de mi ´tío el Cura. Ed. Excalibur, Bs. As. 1984, p.148.
Creo en la nada Todo productora dónde salio el Cielo y la Tierra.
Y en el Homo Sapiens su único Hijo Rey y Señor,
Que fue concebido por la Evolución de la Mónera y el Mono.
Nació la Santa Materia
Bregó debajo del negror de la Edad Media.
Fue muerto inquisionado, muero achicharrado
Cayó en la miseria
Invento la Ciencia
Ha llegado a la era de la Democracia y la inteligencia.
Y des allí va a instalar en el mundo el Paraíso Terrestre.
Creo en el libre Pensante
En la Civilización de la Máquina
La confraternidad Humana
Inexistencia del pecado,
El Progreso inevitable
La rehabilitación de la Carne
Y Vida Con Cortable. Amén.
Podemos decir que estados ante una caso elaborado y avanzado de la vieja tendencia gnóstica. La herejía perenne, como se ha llamado. Ello no se explica esencialmente por razones de influjo cultural sino por responder a la inclinación más profundamente desordenada y constante del espíritu humano : la soberbia
Si buscáramos en la modernidad las personas que han encarnado mejor el espíritu de soberbia hecho ideología no vienen naturalmente a la mente, ante todo, el generador de todos ellos : José Guillermo Federico Heghel ( 1770-1831 )- Para él hay una realidad única , que es sujeto, que se despliega en contradicciones a través de la historia y se superando a sí misma hasta que el Espíritu llegue a la conciencia absoluta de su libertad. Kart Marx ( 1844-1883 )cuyo ateismo absoluto se complementa con la divinización de la materia que no deja de manifestar su verdadera fobia hacia toda norma moral o expresión religiosa, hasta llegar a la “ muerte de Dios “. Jean Paul Sartre ( 1905- 1980 ) cuya descripción del hombre normal coincide con el neurótico Adler y el hombre soberbio de cristianismo.- Martín F. Echeverría. La soberbia y la lujuria como patologías centrales de la psiquis según Alfred Adler ySanto Tomás de Aquino, La psicología ante la gracia. Ed. Educa. Bs.As. 1999, p.72, nota 81
( continuaremos con la última etapa nº 9…La Ideología, expresión social de la soberbia y contra el Espíritu Santo. El Director.)