España desvela la verdad tras los personajes más controvertidos de su historia
La Real Academia de la Historia presenta este 3 de mayo su nuevo Diccionario Biográfico gratuito. Una obra que apuesta por la transparencia a la hora de divulgar nuestro pasado
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No es tan fiero el león como lo pintan. La sabiduría popular suele acertar de pleno, y este caso no es una excepción. Y es que, aunque algunos de los mayores héroes de la historia de nuestro país han adquirido fama de crueles villanos gracias a la Leyenda Negra que hemos interiorizado de forma deleznable, la realidad es que muchos de ellos fueron maltratados por una Europa deseosa de desprestigiar al que, no hace mucho, era el mayor imperio sobre el planeta: el Español. Así pues, ni Carlos IV fue (seguramente) tan cornudo como lo pintan, ni la conquista de América se hizo a base de genocidios.
Este es uno de los grandes objetivos que se ha propuesto (y ha logrado cumplir) el nuevo Diccionario Biográfico que la Real Academia de la Historia ha puesto a disposición de los internautas de forma totalmente gratuita. Un proyecto de proporciones colosales en el que 5.500 historiadores han analizado, objetivamente y sin miedo a la reprimenda foránea, las peripecias de 45.000 de los españoles más destacados de nuestro pasado. Por si fuera poco, la cifra se irá engrosando hasta llegar a un total de 65.000 en el próximo año. Una ventaja que ofrece el que esta obra magna esté alojada en la web de la mencionada institución.
Con todo, y tal y como desveló a ABC Carmen Iglesias, directora de la Real Academia de la Historia, los autores que han colaborado en el nuevo Diccionario Biográfico también han puesto luz sobre personajes controvertidos cuya biografía, hasta ahora, había sido ligeramente endulzada.
Quizá el caso más extremo haya sido el de Francisco Franco quien, en la edición anterior, no era calificado de dictador. En la actualidad, por el contrario, esto ha sido subsanado. «La polémica era más por la omisión de su condición de dictador. Está muy claro que lo fue», afirmaba la experta en una entrevista a ABC. Todo ello, lo bueno y lo malo, ha sido puesto finalmente sobre nuestro ordenador y se encuentra ya al alcance de un «click».
¿Valido poco válido?
Una de las biografías más controvertidas que trata el Diccionario Biográfico es la de Manuel Godoy, valido poco válido de Carlos IV. Un hombre que tenía en su haber títulos como Príncipe de la Paz, príncipe de Bassano o conde de Evoramonte pero que, en la práctica, es recordado por dos penalidades: ser el amante secreto de la reina María Luisa y haber firmado con Napoleón un permiso de paso que permitió al ejército francés arribar sin oposición hasta Madrid en 1808. Por si fuera poco, el morir en el destierro solo y olvidado acrecentó su Leyenda Negra.Sin embargo, en la biografía que ha elaborado el historiador Emilio La Parra López para el Diccionario Biográfico se carga contra los mitos que rodean a Manuel Godoy y se analiza el por qué se han extendido a lo largo de los años.
«Sus muchos enemigos, y ante todo los parciales del conde de Aranda, quienes constituían el llamado “partido aristócrata” o “aragonés”, aludieron desde el primer momento a “razones inconfesables” [para explicar su ascenso], dando a entender que todo derivaba de la relación amorosa entre Godoy y la Reina. Esta explicación ha gozado de fortuna durante largo tiempo, pero ha sido rectificada por la historiografía actual», determina el experto.
¿Por qué logró un hombre como Godoy, sin hechos de armas a sus espaldas, ascender de forma tan vertiginosa? En palabras de La Parra, porque demostró una fidelidad total a los monarcas desde sus inicios más humildes y porque ofreció una nueva visión en lo que a las relaciones con la Francia de entonces se refiere.
«Carlos IV estaba disconforme con la forma como sus secretarios de Estado habían conducido hasta entonces las relaciones con Francia y, en concreto, no le satisfacían las actuaciones destinadas a garantizar la pervivencia de la Monarquía en ese país», completa el historiador en el Diccionario.
Con todo, en el artículo también se pone de manifiesto la otra cara de Godoy, esa que pocos conocen: la de malversador. «Por otra parte, aprovechó su alta posición para utilizar recursos del Estado en beneficio propio, obtener regalos valiosos y comprar libros, joyas y obras de arte. Su biblioteca y su colección de pinturas de los grandes maestros europeos fueron muy destacadas por su calidad y cantidad», completa el autor.
La conclusión es que, más allá de los mitos y de la Leyenda Negra, hubo un personaje con sus claros y oscuros cuya verdadera historia debe ser conocida.
El otro Fernando
Según desveló Iglesias a ABC, uno de los casos contrarios al de Godoy es el de Fernando VII. La biografía de este monarca, hasta ahora endulzada, ha sido ampliada (y recrudecida, en algunos términos) por el historiador José Manuel Cuenca Toribio. Y es que este experto ha explicado, entre otras tantas cosas, que el llamado «Rey felón» solicitó a Napoleón casarse con una de sus sobrinas para ganarse su beneplácito o, incluso, que cambió en varias ocasiones sus ideas políticas con el objetivo de perpetuarse en un poder que ansiaba.Sin embargo, Cuenca Toribio también intenta analizar en su extenso artículo las causas que llevaron al monarca a actuar así. Y lo hace desde las primeras líneas: «Fueron sus padres los reyes Carlos IV y María Luisa de Parma, de quienes -especialmente de su madre- recibió desde niño un trato frío y distante, que debió de influir en su carácter receloso y en la doblez de su conducta, siempre al acecho y en guardia ante peligros imaginarios o reales».
A su vez, el historiador explica que la mala relación con Godoy (valido de Carlos IV) aumentó su recelo ante sus allegados: «Esto acrecentó lo taimado de su comportamiento y la reserva permanente de su actitud en los círculos cortesanos y gobernantes».
Pero, al igual que el valido, no todos son sombras en la historia de Fernando VII. Y así lo deja patente Cuenca Toribio en su artículo del mencionado Diccionario Biográfico: «Pese a lo antedicho, el que ha sido el personaje quizá más unánime y perdurablemente odiado de la contemporaneidad española, fue para muchos autores (Marañón, Natalio Rivas, Salvador de Madariaga, el doctor Izquierdo Hernández, todos ellos muy adversos a su memoria) el más inteligente de los Borbones, dotado, además, de algún gusto por la lectura, cierto sentido estético, notable capacidad de análisis político e ingenio mordaz».
Conquistadores
Por descontado, entre los 45.000 personajes de la historia de España no podían faltar conquistadores como Hernán Cortés o Francisco Pizarro. Dos genocidas, según la falsa Leyenda Negra avivada por Fray Bartalomé de las Casas, cuyas gestas se vieron favorecidas por virus como la viruela, y no por su mitificada crueldad para con los nativos. Enfermedades que «no tocaban a los españoles», como explica el hispanista francés Bartolomé Bennassar en el artículo dedicado a Cortés del Diccionario Biográfico.Héctor López Martínez, el encargado de narrar las peripecias de Pizarro, se atreve también a algo impensable hasta hace poco, tildarle -en palabras de otras fuentes- de un militar «heroico y ambicioso» que supo «armonizar la vida con la muerte».
El Diccionario Biográfico también dedica una entrada al Gran Duque de Alba (Fernando Álvarez de Toledo), un personaje cuya supuesta crueldad fue exacerbada hasta la saciedad por aquellos deseosos de hacer caer al Imperio Español.
En este caso, con la entrada de Manuel Fernández Álvarez (fallecido en 2010). Este autor define al militar como «uno de los mejores diplomáticos con los que podía contar el rey Felipe». Y otro tanto pasa con la expedición que dirigió a los Países Bajos: «Fue una operación militar que asombró a Europa entera. Siempre al frente de sus tercios viejos, el duque dirigió aquella expedición guerrera bordeando la frontera de Francia, siempre a sus jornadas precisas, y con un estricto control de sus tropas, para que no abusasen de las poblaciones por las que pasaban».
Franco
Finalmente, entre la biografías más controvertidas de esta edición destaca la de Francisco Franco, cuya biografía ha sido reescrita por el académico Juan P. Fusi. La descripción de este personaje es, desde el principio, novedosa: «Franco Bahamonde, Francisco. Ferrol (La Coruña), 4.XII.1892-Madrid, 20.XI.1975. Jefe del Estado y dictador». Y es que, hasta ahora, no había sido tildado de dictador.«Franco acabó como empezó, firmando penas de muerte y separando vencedores y vencidos hasta el último momento. Pero no fue siempre totalitario. Después de la Guerra Mundial, la desaparición de Hitler y Mussolini le dejó sin aliados. A partir de 1959, con el Plan de Estabilización, surge el desarrollo y cambia la sociedad», explicaba Iglesias a ABC.