El Papa se mete indirectamente en el debate sobre el aborto
Allí, aunque reitera su más que firme condena del aborto -palabra que de todos modos no cita-, también destaca que debe preocupar de igual manera "la vida de los pobres que ya han nacido".
"La defensa del inocente que no ha nacido, por ejemplo, debe ser clara, firme y apasionada, porque allí está en juego la dignidad de la vida humana, siempre sagrada, y lo exige el amor a cada persona más allá de su desarrollo", indica. "Pero igualmente sagrada es la vida de los pobres que ya han nacido, que se debaten en la miseria, el abandono, la postergación, la trata de personas, la eutanasia encubierta en los enfermos y ancianos privados de atención, las nuevas formas de esclavitud, y en toda forma de descarte", advierte. "No podemos plantearnos un ideal de santidad que ignore la injusticia de este mundo, donde unos festejan, gastan alegremente y reducen su vida a las novedades del consumo, al mismo tiempo que otros solo miran desde afuera mientras su vida pasa y se acaba miserablemente", agrega, al reflexionar, en el capítulo tercero de este nuevo documento, sobre las ideologías que mutilan el corazón del Evangelio.