Paracuellos, la mayor fosa común de la Guerra Civil
En la localidad madrileña de Paracuellos del Jarama reposan los restos de unos 5.000 españoles asesinados entre los días 7 de noviembre y 3 de diciembre de 1936 en plena etapa de lo que se ha dado en denominar el “terror rojo en Madrid”.
La represión republicana en la asediada capital de España sumó un total de 30.000 asesinatos,
casi la mitad de los que se produjeron en la zona controlada por el
Frente Popular durante los tres años de guerra. La sexta parte de las
víctimas de la persecución contra lo que se denominó la quinta columna
en Madrid acabaron en Paracuellos, la mayor fosa común de la Guerra
Civil española.
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Entre estos miles de asesinados no había militares vinculados al alzamiento militar. Las víctimas eran religiosos, políticos, militares jubilados, nobles o católicos.
Todos ellos fueron sacados sucesivamente de las cuatro cárceles en las
que se encontraban encerrados –Modelo, Porlier, San Antón y Ventas- y,
con la excusa de su traslado a Valencia, llevados a la localidad próxima
la río Henares donde, tras ser desvalijados y obligados a cavar su
fosa, eran acribillados a balazos y enterrados, en algunos casos se les
llegó a enterrar vivos, sin el tiro de gracia.
La culpa, según todos los autores que han estudiado estos hechos, fue del Partido Comunista, en especial de la Dirección General de Seguridad, a través del consejero de Orden Público, Santiago Carrillo.