“Que nuestra amada ciudad, toda su gente, viva en la luz”, rogó el arzobispo de La Plata
La Plata (Buenos Aires) (AICA): El arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer, advirtió sobre las
pobrezas propias de la capital bonaerense que fue “forjada con ilusión y
gallardía”, al presidir en la catedral local una misa por los 135 años
de esta ciudad fundada por Dardo Rocha. “Que nuestra amada ciudad, toda
su gente, viva en la luz; que no se duerma. ¡Te pedimos, Señor, este
regalo de cumpleaños!”, rogó el prelado platense.
El intendente de La Plata, Julio Garro, participó de la celebración eucarística y de la oración en la cripta ante la sepultura de Dardo Rocha, donde se colocaron ofrendas florales en el marco de su homenaje.
El prelado se preguntó “¿qué pensarían Dardo Rocha y otros fundadores si pudieran contemplar con sus ojos corporales la actualidad de aquel gran sueño?” y “¿qué dirían del amuchamiento indigno de tantos hombres y mujeres en sus crecientes periferias?”.
“La violencia parece haberse adueñado, como un hecho cotidiano, de nuestra sociedad; los accidentes de tránsito, los femicidios, el asalto, el arrebato, la difusión maléfica de la droga, el desprecio de la vida propia y ajena, estos y otros males –que son globales, podríamos reconocer- marcan cifras récord en La Plata”, detalló.
“Obviamente, no hay soluciones mágicas para remediarlos, ni se ha de reclamar respuesta sólo al gobierno municipal, ya ocupado en incumbencias suyas imprescindibles. Pero cada uno de nosotros, en especial quienes desempeñan responsabilidades públicas de diverso nivel, está llamado a hacer fructificar su talento, desinteresadamente –lo subrayo- porque somos solamente servidores, llamados a hacer, sin ‘agachadas’ ni disculpas vanas, lo que debemos hacer”, reclamó.
En otro momento de la homilía, el arzobispo platense afirmó que la liturgia de la Palabra de Dios, que está tomada del Libro de los Proverbios, es “el elogio de una buena ama de casa” e indicó que “en la actualidad, está muy bien que el varón sepa cambiar los pañales al bebé y que se ocupe de las cosas de la casa; no hace falta para justificar este cambio normal de las costumbres agitar banderas feministas”.
Monseñor Aguer citó luego una frase de Eva Perón: “Nuestro siglo –por el XX- será recordado como el siglo del feminismo victorioso; la victoria del feminismo consiste en la indisolubilidad del matrimonio y la presencia de la mujer en el hogar. Evita lo dijo”, subrayó.
“San Pablo nos advierte todavía, pero también nos consuela: ‘Ustedes, hermanos, no vienen de las tinieblas, para que ese Día los sorprenda como un ladrón: todos ustedes son hijos de la luz, hijos del día. Nosotros no pertenecemos a la noche ni a las tinieblas. No nos durmamos, entonces, como hacen otros; permanezcamos despiertos y seamos sobrios”, añadió.
“Que nuestra amada ciudad, toda su gente, viva en la luz; que no se duerma. ¡Te pedimos, Señor, este regalo de cumpleaños!”, concluyó.+
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