Estimados amigos:
La carta que les adjunto la preparé antes de los sucesos
ocurridos con nuestro submarino San Juan y sus 44 valientes tripulantes, sin
dudas el tema excluyente por estos días. No pretendo en lo más mínimo
desviar la atención de este tema con mi escrito pero entiendo que lo acontecido
guarda relación con lo ahí expresado. "No son los valientes patriotas
quienes ocupan el podio del honor..."
Un fuerte abrazo.
¡Por Dios y por la Patria!
Hugo Reinaldo Abete
Ex Mayor E.A.
Buenos Aires, 22 de noviembre de 2017
Sr. Director:
“El sindiosismo”
El poeta, pintor, escritor, escultor, actor, director de cine y cantautor español Luis Eduardo Aute, sobre la base de la letra de la obra Cambalache de nuestro inefable don Enrique Santos Discépolo, y con música de una melodía de Bob Dylan, compuso un tema de similares características sobre el mundo moderno pero referido al siglo XXI. Y él mismo, lejos de disimularlo, en la misma obra deja constancia de su supuesto “plagio” cuando dice:
“Me diréis y con razón que yo también soy un ladrón,
Que la música y la letra de este fraude de canción
Son un plagio de Bob Dylan y del gran Discepolín...
Es verdad pero, ¡cojones!, quien desprecia ese botín”…
En lo personal, si bien el autor admite que la fuente de inspiración de su tema se debe a la extraordinaria descripción que de la corrupción hizo Discépolo a mediados del siglo pasado, considero que la que él hace ahora del siglo XXI es también una genialidad.
Dice Aute en otro de sus versos:
“Siglo XXI, el hombre ha muerto ¡viva el capital!
No será aquel cambalache donde todo daba igual...
Para entonces no serán lo mismo un sabio que un traidor,
El más judas será el que se suba al podio de honor”…
Y sin dudas que esta última estrofa fue lo que me motivó a escribir estas líneas, intentando ahondar en eso de que “el más Judas será el que se suba al podio del honor”.
En tal sentido creo que el autor no pudo haber encontrado personaje más descriptivo del mundo de hoy donde todo se encuentra patas para arriba, siendo Judas entonces, la imagen de lo peor para representar lo mejor, lo más honorable, lo más digno, lo más noble.
Si bien no se percibe en Aute una intencionalidad metafísica o teológica para describir el siglo XXI, la mención de Judas me da cierta licencia para darle esa interpretación a su obra. Muy respetuosamente por cierto.
En tal sentido, en innumerables escritos he hecho referencia a que absolutamente todo lo malo que sucede en el mundo moderno, es producto de la revolución anticristiana que ha quitado a Dios del corazón de los hombres. Con lo cual, el hombre se ha alejado de la virtud, de lo bueno y lo bello. Es lo que el gran escritor Católico Hugo Wast definió en sus novelas proféticas como la entrega al “sindiosismo”. Un mundo sin Dios…
En el “sindiosismo” no hay lugar para la Ley Natural, ni siquiera para el buen criterio o el sentido común. En la falsa creencia sólo tiene lugar el sin sentido, la mentira, el horror y la traición. Es como dice Aute cuando aclara que ya no es que sea lo mismo “ser derecho que traidor”… No, ya no es lo mismo. Ya no da igual… Ahora los que no debían ser Son y los que debían ser ya No son.
Llevado al plano de ejemplos concretos y cercanos, menciono lo que ocurre en nuestro país respecto de la aberración que significa que los integrantes de las Fuerzas del Orden de la Nación que derrotaron a la subversión terrorista en los años setenta, hoy sean prisioneros de un poder político en el que jueces, al mejor estilo de Judas, traicionan a la justicia cometiendo prevaricato y no haciendo nada con quienes formando parte de la guerrilla subversiva secuestraron, torturaron y asesinaron a innumerables compatriotas. Con el agravante de haber avalado judicialmente para ellos, indemnizaciones millonarias basadas en relatos falaces.
En el mundo del “sindiosismo” se alcanza la categoría de casi héroe si alguien milita a favor del aborto, la igualdad de géneros, la homosexualidad o el matrimonio entre personas del mismo sexo. El “sindiosismo” repudia el matrimonio y la familia tradicional que nos viene de nuestra cultura Cristiano Católica, el “sindiosismo” desprecia el orden, la autoridad y los uniformes por considerarlos sinónimos de opresión y totalitarismo. La anarquía y el relativismo son sus dogmas.
En síntesis, el “sindiosismo” ensalza todo aquello que no es agradable a los ojos de Dios y, quizás sea ésta la característica más evidente de este cada vez más decadente siglo XXI que, con otras palabras, describiera tan bien Luis Eduardo Aute.
¡Por Dios y por la Patria!
Hugo Reinaldo Abete
Ex Mayor E.A.