domingo, septiembre 10, 2017

Apuesta por la infraestructura: las diez obras más relevantes

En un país con serias fallas en sus servicios básicos, el Gobierno decidió jugar fuerte con proyectos que implican una alta inversión y un fuerte impacto en el interior; inundaciones, cloacas, transporte y energía, en el eje de la estrategia
Domingo 10 de septiembre de 2017
Diego Cabot
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LA NACION
Mauricio Macri es ingeniero. Además, es presidente de un país que tiene un enorme déficit en infraestructura. Está convencido de que las grandes obras tienen un fuerte impacto en la vida de los ciudadanos. También sabe que la obra pública es uno de los grandes anabólicos de la economía a la hora de tomar impulso. El combo es perfecto para apuntar a la infraestructura como uno de los pilares de la esperada recuperación y, de paso, como basamento de la política de Cambiemos.
Ahora bien, ¿cuáles son esas obras silenciosas cuyo impacto ya se ve en algunos indicadores y que de a poco podrán ser más que un obrador?
Foto: LA NACION
El caso de Santiago Maldonado terminó por ganar los titulares después de que el Jefe de Gabinete, Marcos Peña, estuvo el miércoles pasado en el Senado. Pero en el discurso, la infraestructura ocupó un lugar central, casi tanto como el que ocupa en la gestión.
"Estamos ejecutando un plan de infraestructura ambicioso, federal y transparente. Estamos construyendo caminos, puertos y aeropuertos, recuperando líneas ferroviarias. Estamos actualizando y ampliando la infraestructura energética de nuestro país. Estamos ampliando la red de agua potable y cloacas para cumplir nuestra promesa electoral de darle agua al 100% y cloacas al 75% de los habitantes urbanos del país", dijo Peña entonces.
Más aún, destacó las formas que tienen las licitaciones. Dijo que ahora los sobres se cuelgan en Internet y que en licitaciones donde antes se presentaban cinco empresas, y que eran las mismas de siempre, ahora se presentan 20. "Esta transparencia y la ausencia de corrupción, nos permite aprovechar mucho mejor el presupuesto", aclaró.
Según sus palabras, entre 2011 y 2015, por ejemplo, cada kilómetro de ruta le costaba al Estado alrededor de 2 millones de dólares. "En 2016 pagamos 1,3 millones de dólares, un 35% menos", informó el jefe de Gabinete.
Dentro de ese universo enorme llamado infraestructura conviven cuatro grandes rubros, según lo ha denominado el Gobierno: transporte, energía, hídricos y resto, donde se encuentran vivienda, hábitat, Fondo Federal Solidario y educación.
El plan de infraestructura se inicia con un método. Todos los pedidos de los ministerios destinados a inversiones se hicieron exclusivamente a través del Banco de Proyectos de Inversión Pública (Bapin).
Allí llegaron 5615 proyectos de todas las jurisdicciones que suman un requerimiento de inversión alrededor de 600.000 millones de pesos. "Se está terminando de definir la selección de los proyectos específicos que se incluirán en el proyecto de presupuesto que se presentará la semana próxima", dijo Peña.
Además, los ministros del Interior, Transporte y Energía, Rogelio Frigerio, Guillermo Dietrich y Juan José Aranguren, trabajaron con los gobernadores con otras iniciativas. En paralelo, el ministro de Finanzas, Luis Caputo, se encargó de buscar financiamiento para algunas de las obras grandes. Ese es el esquema.
En los primeros lugares de importancia en cuanto al impacto que generará, habitacional y político, está el sistema Matanza Riachuelo. "Es una obra para darle cloacas a más de cuatro millones de personas del área metropolitana. Es la obra más grande de agua que está financiando el Banco Mundial en el planeta", contaron desde la Secretaría de Recursos Hídricos.
La obra permitirá escurrir 27 metros cúbicos por segundo y se proyectan 46 kilómetros de túneles. Con una inversión de 1200 millones de dólares, se prevé que esté terminada el 2021. Entonces, cuando el obrador se cierre, el proyecto habrá tenido impacto en 4,3 millones de habitantes.
Otra de las obras lejanas a los ojos porteños de vital importancia en el interior es el "Segundo Acueducto para el Interior de Chaco". El proyecto, que está en ejecución, tendrá un impacto para 380.000 personas inicialmente y se llegará a los 417.000 habitantes en 2020. La ex presidenta Cristina Kirchner inauguró varias veces la obra que, finalmente, estuvo parada dos años. Ahora se revitalizó. Tiene previsto tomar agua del Paraná, y de allí, cruda y sin tratar, llegar a Barranqueras. En ese lugar se potabilizará para partir con un acueducto de 175 kilómetros a la localidad de Luis Saenz Peña, en Chaco, desde donde se ramificará a poblaciones de la zona.
Los cordobeses también tienen una de las obras más importantes. Córdoba es la segunda ciudad del país y una de las más ricas, pero solo el 25% de la ciudad tiene cloacas. La obra consta de 45 kilómetros de cañería y una planta depuradora, empezó en 2016 y cuenta con aportes del gobierno provincial y del nacional.
En Santiago del Estero, sobre el río Salado, hay un proyecto que queda en medio de la desolación y que garantizará agua potable y para riego a todo el norte de la provincia.
La obra es de esas que no suman votos a corto plazo, pero beneficia a localidades, parajes y zonas de pueblos originarios con pocos habitantes. Y va a permitir el desarrollo de una zona que hoy toma agua del Canal de Dios, un curso artificial que se alimenta del caudal del Salado. Pero no siempre llega agua a esa zona y esta obra, a la que se destinarán 1100 millones de pesos, promete terminar con la falta de agua.
Hay otras que podrían listarse. La planta de tratamiento y el colector para Bariloche, que va a permitir sanear el lago Nahuel Huapi. Tiene un presupuesto de 625 millones de pesos y tendrá impacto directo en 190.000 habitantes, además del ecológico por dejar de verter en el lago.
Hay una más de este área que vale la pena agregar. La construcción del Canal San Antonio, en el límite entre Córdoba y Santa Fe. "Son más de 160 kilómetros de canal y no se hace inversión significativa ahí hace como 80 años. Va a sanear 600.000 hectáreas de una de las zonas más productivas del país. La obra arranca antes del 20 de septiembre y esta semana salió la adjudicación en el Boletín Oficial", contaron desde el Ministerio del Interior.

Las más conocidas

Entre las obras mas relevantes desde el punto de vista de la inversión se cuentan dos polémicas. La primera es hidroeléctrica. Se trata de las centrales Néstor Kirchner y Jorge Cepernic, ambas sobre el cause del río Santa Cruz. Hace poco más de un mes se aprobó el estudio de impacto ambiental y, si bien el proyecto cambió desde que lo adjudicó el kirchnerismo, el Gobierno decidió terminarlo a cambio de una inversión de 4500 millones de dólares, con lo que la convierte en la obra pública más grande de la Argentina.
La otra polémica estuvo en la reanudación del soterramiento del Sarmiento. Desde hace más de un año se decidió terminar el proyecto ferroviario más importante del país, al menos si lo que se cuenta es la inversión. El ramal que irá bajo tierra tiene previsto un desembolso de 3000 millones de dólares y tendrá impacto en 200.000 pasajeros. El tiempo de espera entre un tren y otro se reduciría de 10 a 3 minutos. Además, el tiempo de viaje disminuiría 20%, con lo que se pasaría de 37 minutos a menos de 30 para llegar de Once a Haedo.
No es la única obra ferroviaria de gran importancia. El Belgrano Cargas es una de las grandes apuestas En la Argentina, el 95% de la carga se transporta en camión. Mientras, el ramal permite ir a 14 kilómetros por hora. Un ejemplo: en 1984 la velocidad era de 50 kilómetros. La inversión para el ferrocarril de cargas llegará a US$ 15.000 millones, con 17.500 kilómetros de vías rehabilitadas: para 6600 habrá una renovación total y 10.900 tendrán mantenimiento pesado. Dietrich también motoriza la construcción de 1000 kilómetros de autopistas con una inversión proyectada de US$ 12.000 millones hasta 2019. Además, hay varias obras de renovación de aeropuertos, con fuerte impacto en el interior del país.
Así es el tablero de control de la infraestructura del primer presidente que a su vez, es ingeniero.