La carta de Perón a Mao llevada por militantes que iban a entrenarse a China
"CHINA POPULAR", escribe Perón, así, con mayúsculas, es un "ejemplo" y la "base inconmovible de la Revolución Mundial". Dice que su caída, en 1955, se debió a "la acción nefasta del imperialismo" que impidió "que nosotros cumpliéramos la
etapa de la Revolución Democrática a fin de preparar a la clase
trabajadora para la plena y posterior realización de la Revolución
Socialista". Perón parece así adherir a la idea
marxista que veía a su gobierno como una etapa "burguesa" en el camino
hacia el verdadero objetivo. (Ya se verá que no es tan así).
Por esos años, Perón parece evaluar que el camino de las urnas está momentáneamente vedado
y piensa en alguna forma de acción más directa, insurreccional, huelga
general, etcétera. En septiembre de 1964, le escribe a Delia Parodi, una
de las integrantes de la conducción peronista en el país: "Nuestro camino, en el caso de fracasar en la operación retorno, es más bien el de China o de Cuba,
que en la actualidad están ayudando a todos los movimientos de
liberación de América. […] Yo no creo como algunos que el fracaso de mi
regreso cerraría toda solución al peronismo, porque todavía tenemos en
la mano recursos que ni ellos mismos se imaginan. Un viaje mío a China y otro a Cuba podría ser la iniciación de una nueva era en la lucha peronista".
"La idea de la guerra prolongada nunca fue peronista;
lo que sí alentó Perón fue la creación de las primeras FAP [Fuerzas
Armadas Peronistas] que -aclara enseguida- no tenían nada que ver con la
otra, sectaria y excluyente [N.de la R: en referencia a la que se crea en 1968 y luego se fusiona con Montoneros].
Imagino que las FAP del 64 eran una especie de reaseguro personal de
Perón, para rescatarlo en caso de alguna complicación en su regreso
frustrado en diciembre de ese año".
En un libro de reciente aparición, El exilio de Perón (Sudamericana, 2017), uno de los autores, Mariano Ben Plotkin dice que antiliberalismo y anticomunismo se combinaban en el pensamiento de Perón. En un texto del 68 (Latinoamérica ahora o nunca)
-escribe Plotkin-, "luego de concluir que la única resistencia posible
frente a las oligarquías eran las revoluciones socialistas -aunque con
prudencia agregaba 'que cada uno haga la suya, no importa el sello que
ella tenga' (…)".
Su
pensamiento y su palabra de Maestro Revolucionario, han calado hondo en
el alma de los pueblos que luchan por liberarse -nosotros entre ellos-
que nos debatimos, en estos últimos diez años, en marchas y
contramarchas propias del proceso de un pueblo, que va preparando las
condiciones más favorables para la lucha final. el Imperialismo
Norteamericano y sus aliados permanentes -entre ellos ahora, los
actuales dirigentes soviéticos- se equivocan cuando piensan que con el
engaño de una falsa coexistencia pacífica podrán detener la marcha de
estos pueblos sedientos de justicia en pos de su liberación.-
La
acción nefasta del Imperialismo, con la complicidad de las clases
traidoras, han impedido en 1955 que nosotros cumpliéramos la etapa de la
Revolución Democrática a fin de preparar a la clase trabajadora para la
plena y posterior realización de la Revolución Socialista. Pero, de la
derrota de esa fecha, hemos recogido grandes ejemplos que nos permiten
prepararnos con mucha más firmeza, para que nuestro pueblo pueda tomar
el poder y así instaurar la era de gobierno de los oprimidos -la clase
trabajadora- única capaz de realizar una política de paz y felicidad
para nuestro pueblo. Nuestros objetivos son comunes -por eso me felicito
de este contacto de nuestros luchadores con esa gran realidad que son
ustedes.