El Pentágono construye robots con alas para volar con los aviones de combate
Kratos
Defense & Security Solutions anunció el lanzamiento de dos drones
diseñados especialmente para actuar como alas robotizadas y dar apoyo a
los pilotos en combate. El desarrollo de estos dispositivos llamados UTAP-22 Mako han sido financiados por DIUx, el laboratorio del Departamento de Defensa en Sillicon Valley. Además, la compañía también ha presentado otro aparato, el XQ-222 Valkyrie, de más de 9 metros de largo y con un alcance superior a las 3,000 millas náuticas (4,800 kms.).
Los expertos en aviación afirman que las capacidades supersónicas,
tanto en velocidad como en altitud, de estos modelos hace que puedan
trabajar perfectamente junto a los F-16 o los F-35. Por su parte, la empresa asegura que ya ha estado probando exitosamente estos drones junto a aviones tripulados. En ese sentido, adelantó que próximamente se embarcará en una nueva ronda de pruebas en el desierto de Mojave (California). Ahí se utilizará una tecnología aún más avanzada para determinar el nivel de autonomía de estos drones.
Estas investigaciones se producen después de las investigaciones
realizadas por el ejército para determinar el papel que podría
desempeñar la robótica en las guerras del futuro. Algunos sostienen que los sistemas no tripulados tienen más probabilidades de acompañar, pero no reemplazar, a los F-35 Joint Strike.
La Marina de Estados Unidos está explorando algunas opciones similares
en los submarinos autónomos que pueden explorar el fondo del océano y
encontrar minas.
Funcionarios de DIUx no han dado ningún tipo de declaraciones sobre los nuevos drones de Kratos. El secretario de de Defensa de EE.UU., Ashton Carten, fue el la ideólogo de este centro en Sillicon Valley, en 2015,
y encargó el proyecto a la Unidad de Innovación en Defensa con el
objetivo de buscar y financiar tecnologías innovadoras fuera de
Washington. Sin embargo, los inicios fueron un poco complicados ya que
Carter mezcló a gente de su equipo dentro de este proyecto y el Congreso
tomó medidas para limitar la financiación de la agencia, alegando que
había una carencia en la dirección.