viernes, febrero 24, 2017

Estalló en pedazos el pacto de silencio entre los Kirchner y los Báez

 

Miércoles 22 de febrero del 2017.
Es la fecha en la que se terminó de quebrar el implícito pacto de silencio entre las familias Kirchner y Báez.
Ambos clanes funcionaron durante una década como generadores de negocios multimillonarios en beneficio mutuo, pero siempre financiados por fondos públicos. Durante los años en que gestionaron el Estado, los K le otorgaron contratos de obra pública a los B, que a su vez le devolvían parte de ese dinero a sus benefactores, pero mediante otros negocios que también los unían pero en el ámbito privado.
“No soy socia de Báez, ni menos amiga”, había dicho la ex Presidenta cuando fue indagada en una causa que investiga esos contratos de obra pública únicos por sus valores superlativos y por la falta de concreción de las obligaciones que tuvieron sus adjudicatarios: las constructoras de los Báez. En ese caso, Cristina terminó procesada. El fiscal es Gerardo Pollicita y el juez Julián Ercolini.
Ambas familias son rehenes de sí mismas frente a las acechanzas de la Justicia. Y algo se rompió en esos lazos gastados por rencores cruzados.
Leandro Báez, hijo de Lázaro, fue el primero en su familia que admitió ante un juez haber sido protagonista y testigo de cómo su padre no sólo ganó dinero con la obra pública de la última década: admitió que sus empresas ayudaron a enriquecer a los Kirchner mediante masivos pagos de alquileres de sus muchas propiedades.
La causa que investiga esta pata societaria de los K y los B es conocida como “Los Sauces”, porque así se llama la inmobiliaria que usó la familia ex presidencial para cobrarle rentas no sólo a los Báez. Su otro cliente –solo tuvieron dos rentistas- es el también contratista de obra pública y concesionario de licencias de juegos de azar, medios, petróleo y hasta de rutas, Cristóbal López.
Leandro Báez ya había deslizado que su padre, hoy preso, debía contar la verdad de sus negocios con los Kirchner. En escritos presentados en otras causas, acusó al juez que ordenó la detención de su papá, Sebastián Casanello, de ser parcial porque no investigaba el rol en el entramado de la obra pública K de los funcionarios nacionales, como la propia Cristina.
Ayer, Leandro admitió que él mismo firmó cheques para pagarle a “Los Sauces”. Pero responsabilizó a su padre de ser quien lideraba esas operaciones. También dio detalles sobre la relación personal que unía a Lázaro con Néstor Kirchner. Con Cristina Kirchner. Y con Máximo Kirchner. Dio detalles de asados y partidos de fútbol que jugaban los varones de ambas familias. Y relató que la ex presidenta alguna vez fue a comer a una de las estancias más grandes de su holding, llamada Cruz Aike.
Según Leandro Báez, los vínculos comerciales y personales entre su padre y Cristina y Máximo Kirchner se terminaron de romper después de que el programa PPT, de Jorge Lanata, difundiera en abril del 2013 el caso llamado “La Ruta del Dinero K”. En éste y otros puntos de su declaración, Báez hijo ratificó lo ya contado a la Justicia por el “imputado colaborador” Leonardo Fariña, el principal testigo de la causa de lavado de dinero por la que está preso Lázaro. En el caso también es investigada la ex presidenta.
Leandro Báez declaró ayer como imputado: tenía derecho a mentir. Antes que él, se había presentado su hermano mayor, Martín, quien evitó responder preguntas y sólo presentó un escrito. El juez del caso es Claudio Bonadio; y el fiscal, Carlos Rívolo.
Igual que Leandro, se defendió argumentando que las órdenes sobre los pagos por alquileres a los Kirchner que firmaron tanto él como Leandro eran ordenados por su padre. Y por nadie más. Luciana, hemana de Martín y Leandro, declarará en el caso. Y el padre de todos, Lázaro.
El hijo de su amigo Néstor, Máximo Kirchner, también fue citado como imputado. Igual que su hermana Florencia. Y que su madre, Cristina Fernández. Los tres son accionistas de “Los Sauces”. La ex presidenta será la última que enfrentará a sus investigadores.Que empezaron a recolectar cada vez más testimonios y pruebas, en su contra.

Mons. Aguer recomienda orar sin interrupción, según aconseja San Pablo

 

El arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer, comenzó su reflexión televisiva del sábado 18 de febrero citando una carta de San Pablo en la que aconseja orar sin interrupción.

"En el final de la Primera Carta del Apóstol San Pablo a los Tesalonicenses, hay una serie de consejos y uno que llama mucho la atención es cuando dice: 'Oren sin interrupción'. ¿Cómo se puede hacer eso? Es interesante notar que los comentaristas y toda la tradición espiritual de la Iglesia se ha fijado en ese consejo que parece raro”.

“Cuando el Apóstol nos dice “oren sin interrupción” -explicó monseñor Aguer- no quiere decir que uno tiene que pasarse la vida rezando. ¿Cómo hay que interpretar ese consejo del Apóstol?", y cita a San Agustín quien se había dado cuenta de lo esencial e interpretó que la intención de San Pablo era que "por el deseo continuo de la fe, la esperanza y la caridad oramos sin interrupción”.

“Es decir que San Agustín remite la oración al deseo, al deseo ejercido por la fe, la esperanza y la caridad. Los tres son deseos de Dios, son deseos de la vida eterna, son deseos del amor, son deseos del Cielo. Por eso la cuestión sería esta: en qué medida deseamos a Dios, deseamos el Cielo, deseamos vivir en la Gracia de Dios, en el amor de Dios, Y cuando rezamos en un momento determinado, con una oración determinada, ¿esa oración brota del deseo o es simplemente mecanismo de los labios?”.

“¿Cómo se puede hacer para cumplir eso que, si lo dice el Apóstol San Pablo en una serie de consejos a los primeros cristianos, debe ser muy importante? Oren sin cesar, sin interrupción, nos dice. Por eso con el deseo de la fe, la esperanza y la caridad oremos sin interrupción, y verán cómo pasamos del registro vocal y de la oración mental, a la oración del corazón”.

Después el arzobispo platense acudió al auxilio de la espiritualidad oriental. "No debemos olvidar -manifestó- que la Iglesia 'respira con dos pulmones' que son el de Occidente y el del Oriente. Nosotros somos occidentales y además de recibir toda esa hermosa tradición de los Padres, los Doctores y los Santos de Occidente, también recibimos la tradición más reciente de la cultura occidental racionalista, subjetivista, secularizada, que nos lleva a olvidarnos de Dios. El Oriente es otra cosa, el pulmón oriental funciona de otra manera y allí hay ejemplos preciosos de oración y de oración incesante”.

Al respecto recomendó leer un pequeño libro titulado “Relatos de un peregrino ruso”. "En ese libro, ese peregrino ruso reza de esta manera: 'Señor Jesucristo, Hijo de Dios, apiádate de mí que soy pecador', una oración que repite continuamente. Dicen los intérpretes de la espiritualidad oriental, que esa oración en la medida en que uno la repita con fe va bajando poco a poco y se va haciendo oración del corazón. Y el ideal es que esa oración se identifique con los latidos del corazón. ¿Cómo se puede hacer esto? Hay que intentarlo".

Monseñor Aguer completó su reflexión expresando: “Queremos arreglar muchas cosas en este mundo desastrado y los cristianos nos sentimos obligados a colaborar en tantísimas necesidades urgentes pero: ¿Si no rezamos qué pasa? ¿Y si nos olvidamos de Dios? ¿Y si nuestro corazón anda por cualquier lado? Creo que estamos fritos. Yo diría que ese consejo del Apóstol Pablo a los primeros cristianos tendríamos que asumirlo y hacerlo nuestro. ¿Cómo podemos nosotros mismos tomar como un deber, como una obligación nuestra, ese consejo de orar sin interrupción? Les dejo esta inquietud y vamos a ver cómo sale", concluyó.+

La increíble aventura de los Reyes de España: la monarquía resistente a todo

Navega a través del árbol genealógico interactivo para conocer las biografías de todos los Reyes españoles desde los Reyes Católicos. Se incluyen solo las reinas consortes que fueron madres de monarcas.
Pincha sobre las imágenes para conocer más detalles de los Reyes. Texto: César Cervera.

Gráfico interactivo: Luis Cano
http://www.abc.es/historia/abci-increible-aventura-reyes-espana-monarquia-resistente-todo-201702202119_noticia.html


¿A partir de cuándo se puede hablar de España como una entidad política? ¿Desde cuando existe la Corona española? Más allá de la designación geográfica heredada de tiempos de los romanos, no fue hasta el comienzo de la Edad Moderna, con la reducción del poder de la nobleza y el clero, cuando surgieron los embriones de los estados modernos por toda Europa. El proyecto de España corrió a cargo de los Reyes Católicos, Fernando de Aragón e Isabel de Castilla, que unificaron las dos coronas más poderosas de la península en 1469 y cuyos descendientes heredaron una algarabía de reinos ibéricos, incluido Navarra y Granada, que se conocían, entre otras denominaciones, como «las Españas». El Descubrimiento de América y la Conquista de Granada, ambos hechos acontecidos en 1492, están considerados simbólicamente como el origen de esta España moderna.
La dinastía de los Trastámara, de la que procedían los Reyes Católicos, fue quien comenzó este proyecto, pero no vivieron para verlo en su máxima expresión. La unión dinástica era el primer paso, aunque todavía insuficiente porque ni siquiera existió una integración jurídica entre ambos reinos. Los Reyes Católicos unificaron la política exterior, la hacienda real y el ejército respetando los fueros y privilegios de cada uno de sus reinos.
Los Reyes Católicos casaron a dos de sus hijos, Juan y Juana, con dos vástagos del Emperador Maximiliano de Austria con el objetivo de alejar la amenaza francesa que se cernía sobre las posesiones aragonesas en Italia. No en vano, la prematura muerte del infante Juan de Trastámara y su hermana Isabel terminó precipitando el desplazamiento de la casa reinante en España por los Habsburgo (aquí llamados los Austrias). La incapacidad de Juana fue empleada por su ambicioso marido para hacerse con Castilla y apuntar hacia Aragón. Eso a pesar de que Fernando «el Católico» intentó hasta sus últimos días –posiblemente a consecuencia de esos esfuerzos sexuales falleció– tener otro hijo varón con su segunda esposa, Germana de Foix. No pudo salvar a los Trastámara, pero solo así se evitó que Aragón y Castilla se separaran de nuevo.

De los Austrias hasta los Borbones

Felipe I de Castilla, el marido de Juana de Trastámara, reinó apenas unos meses en Castilla hasta su repentina muerte entre rumores de un posible envenenamiento. Tiempo más que suficiente para abrir a los Austrias definitivamente las puertas de todos los reinos hispánicos. El hijo mayor del matrimonio, Carlos I, heredó la corona de Castilla y de Aragón debido a la incapacidad para reinar de su madre. Felipe II, Felipe III y Felipe IV siguieron con normalidad la rama española, sin renunciar a la abusiva práctica de los Habsburgo, también heredada de los Trastámara y la Casa de Borgoña, de casarse entre parientes. Con una cifra de 0,254 en su coeficiente de consanguinidad, Carlos II «El Hechizado» fue el grotesco resultado de varias generaciones de escarceos con la endogamia. Portador de numerosos genes recesivos y alteraciones genéticas, el Rey no pudo dar un heredero al reino.
Cuando Carlos II de España se vio próximo a la muerte fue persuadido para dejar la Corona a Felipe de Anjou, hijo segundo del Delfín de Francia y nieto de Luis XIV, quien se ofrecía a asegurar la integridad de la «monarquía católica» y de su Imperio con el apoyo de su abuelo. Sus derechos dinásticos pasaban porque Felipe era también nieto de una hija de Felipe IV, María Teresa de Austria, y biznieto de una hija de Felipe III, Ana de Austria. Tras la Guerra de Sucesión, Felipe V instauró la Casa Borbón en España, que ha dado a nuestro país once monarcas hasta la actualidad.
José Bonaparte, nombrado Rey por su hermano Napoleón Bonaparte, y Amadeo de Saboya, elegido por las Cortes tras la Revolución Gloriosa de 1868, son los únicos paréntesis en la larga historia de los borbones españoles. La desastrosa experiencia de la Primera República dejó paso en 1874 a la Restauración borbónica a través de la figura de Alfonso XII. A su vez, la proclamación de la Segunda República terminó con Alfonso XIII y la Monarquía en el exilio, situación que no se revertiría hasta el final de la Dictadura de Franco. El siglo XX resultó convulso para toda Europa.
Con Juan Carlos de Borbón llegaría la Democracia a España y una Monarquía integrada plenamente en el sistema parlamentario.

La increíble historia de una banda narco vinculada a Milagro Sala

Se trata del clan “Mamaní”, que está detenido en Devoto y Ezeiza desde agosto del año pasado por tráfico de cocaína
El proveedor más importante de los comedores de la provincia de Jujuy durante la gestión de Eduardo Fellner, e indirectamente de la Tupac Amaru, era Mamaní. Modesto Mamaní (71) es conocido como el rey narco jujeño. Su cuñada es Ofelia Huertas, la odontóloga mano derecha de la detenida y condenada Milagro Sala. La ex diputada provincial de esa provincia, María Esther Mamaní, es familiar de los detenidos narcotraficantes. En Abra Pampa –segunda urbe en importancia de la puna después de La Quiaca- "la mitad de las fuentes de empleo y el comercio depende de los Mamaní; la otra mitad, del Estado provincial" explica un amigo de la familia detenida. Roberto, hermano de Modesto, aguarda su sentencia en la cárcel de Devoto. Era el dueño del camión Scania 24D en el que se encontraron 205 kilos de cocaína y 7 de pasta base en agosto pasado en la zona de Villa Celina, partido de La Matanza. Paolina Huertas, esposa de Modesto y hermana de la mano derecha de Sala, asegura que "en el hecho puntual que se nos investiga somos absolutamente inocentes". Es lo que cree el abogado de la familia, Roberto Herrera, ex defensor de los hermanos Martín y Cristian Lanatta.
Desde el ministerio de Seguridad de la Nación aseguran que a la familia se la venía investigando por la compra masiva de "lactosa". Se trata de un producto utilizado por los narcotraficantes para "estirar" la cocaína. "Al que investigaron por la lactosa que, te aclaro no era Mamaní, quedó libre hace dos años", explica Herrera. Pero en los camiones de los Mamaní siempre se hallaba verdura proveniente de Bolivia, excepto en la primera semana de agosto del año pasado. En un operativo denominado 'Puna', realizado en el paso internacional de La Quiaca-Villazón, provincia de Jujuy, se siguió un vehículo hasta las inmediaciones del Mercado Central, en el que apareció la droga del clan Mamaní. Su abogado Herrera asegura que "la cocaína era de tres tipos distintos y en el camión no había un solo gramo".
Además de los 205 kilos de cocaína, se encontraron $1.780.500, 6941 dólares y fueron detenidas diez personas en total –cinco argentinos, cuatro bolivianos y un ciudadano peruano-. La droga se distribuía en la villa 1-11-14, específicamente, se vendía en comercios –preferentemente de venta de frutas y verduras- ubicados frente a la cancha de San Lorenzo. Desde enero del 2016, los Mamaní tenían sus teléfonos intervenidos. Las escuchas realizadas por la división Operaciones Federales de la Policía Federal fueron determinantes: "¿Fuiste a buscar la merca?" preguntaba Modesto Mamaní a un proveedor. "En el norte argentino, la palabra merca no tiene el significado que el porteño le asigna, se trataba de mercadería para sus comercial", explica Herrera a Infobae.
Luego de 17 allanamientos realizados en la ciudad de Buenos Aires, Villa Celina y ocho en Abra Pampa, La Quiaca y San Salvador, Jujuy, detuvieron a varios empleados de los comercios de los Mamaní. Es el caso de Javier Flores (22) que se encontraba trabajando en uno de los supermercados del clan cuando se enteró que la justicia lo buscaba. "Explíqueme cómo si tenía algo que ver Flores continuaba trabajando en el mismo lugar de siempre. Él decidió presentarse ante la justicia y declarar pues no tenía nada que ver. Hoy está detenido en Marcos Paz y su familia no tiene un peso para ir a visitarlo", explica Herrera, que también representa al empleado de la familia Mamaní. Flores se presentó espontáneamente en el juzgado Federal Nº3 de Morón a cargo de Juan Pablo Salas en la causa 75272/2014. En relación con el hallazgo de más de un millón y medio de pesos en el auto de Roberto Mamaní, su abogado asegura que el dinero era para comprar otro camión. Expertos en narcotráfico aseguran que la droga incautada vale, al menos, cuatro veces más.
Herrera aportó testigos y pruebas de que la familia había visitado tres concesionarios de automóviles en las horas previas a la detención. La justicia admite que la droga no apareció en un camión de los Mamaní sino en los de Edson Siles Arias–investigado por venta de drogas en la villa 1-11-14 que tenía su teléfono intervenido por la justicia-. "Los Mamaní lo vieron dos veces en su vida a Siles, de hecho en las escuchas queda claro que no sabían cómo llegar al lugar del encuentro, no era habitual", asegura Herrera. Siles había sido investigado, dos años atrás, por la justicia por una causa de violencia de género. En medio de una acalorada discusión con su esposa, un vecino de Berazategui llamó a la policía ante los gritos de la mujer. En el domicilio de Siles encontraron 40 kilos de cocaína. La verdulería de su madre habría sido el lugar de venta de la droga. La cocaína se comercializaba en el país. Se la identificaba por el símbolo inscripto en sus paquetes: un delfín. Los investigadores creen que la marca remite al cartel desde el que los transportistas y vendedores la adquirían, posiblemente, desde Bolivia. "¿Por qué viajó al Mercado Central?", le preguntó Infobae a Modesto Mamaní detenido por narcotráfico: "Vine aquí para comprar mercadería para vender en mis supermercados". En su entorno explican que los alimentos se adquirían en "negro". "A Siles lo vi dos veces en mi vida", concluye.
La defensa de los Mamaní insiste en que, tanto el camión Mercedes Benz dominio TAA 238 como tampoco el VW dominio QUM 804, la justicia comprobó que no había registros de cocaína. Así tampoco en el allanamiento realizado en la calle Cerro Chani 913 en la capital jujeña –domicilio de Modesto Mamaní- como en el supermercado Virgen de Guadalupe en Abra Pampa. El padre Jesús Olmedo, referente social de Jujuy, conoce a la familia investigada: "Trabajaban para la Tupac", responde a la pregunta de Infobae sobre los Mamaní. Según un periodista local que prefiere el anonimato, "la familia siempre estuvo vinculada con Milagro Sala a través de la hermana de Modesto". Delfín Flores, el referente social más conocido del pueblo de los Mamaní, responde con evasivas a la requisitoria periodística: "De eso yo no sé nada, ¿quién le dio mi número?". Carlos "Perro" Santillán también conoce la vinculación política entre el clan detenido por narcotráfico y Milagro Sala. "Milagro instaló la narcopolítica en Jujuy", concluye sin medias tintas.

lunes, febrero 20, 2017

Aparición de la Virgen de Fatima – Portugal

Publicado el:
fatima

Cova de Iría, Fátima, Portugal

La Virgen María, vestida del sol, en su máximo esplendor, se aparece a tres pastorcitos en seis oportunidades, ante multitudes crecientes de testigos.
Realiza revelaciones sobre castigos divinos que caerán sobre la humanidad si ésta no se arrepiente y convierte, y anuncia el triunfo final del Inmaculado Corazón de María.El 13 de octubre de 1917, en su última aparición, setenta mil testigos presencian un hecho conocido a partir de allí como “el milagro del sol”.Fátima marca claramente un cambio de rumbo en la historia de la humanidad.
No puede entenderse Fátima si no se la interpreta como la materialización de lo anunciado en el libro del Apocalipsis, capítulo 12, escrito por San Juan Evangelista, a partir de visiones que tuvo durante su estancia en la isla griega de Patmos.
Allí se anuncia que “en ese tiempo una gran señal aparecerá en el cielo: Una Mujer, vestida del sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre Su cabeza. Está por dar a luz.”
Fátima es unhito queseñala una intervención más cercana de María en estos tiempos que vive el mundo, y a la cercanía del retorno de Jesús en Gloria, representado allí como Su segundo nacimiento, nuevamente en María, Su amada Madre.

¿El momento?

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1917 es un momento muy especial para la humanidad. Gran parte del mundo civilizado sufre la primera guerra mundial, mientras el comunismo realiza su primer gran conquista práctica: alcanza el poder en Rusia a partir del éxito de la revolución bolchevique. Si se analiza una vez más Apocalipsis 12, allí también veremos el anuncio de otra señal en la tierra: la llegada de un “gran dragón rojo, que tratará de devorar a su Hijo en cuanto la Mujer diera a luz”. En varias apariciones María ha aclarado que el dragón rojo es una representación Bíblica del comunismo ateo, que arrastra a millones de almas a la negación de Dios, e intenta poner a la humanidad de espaldas a Jesús, en los momentos previos a su retorno en Gloria.
1917 marca entonces un año muy especial por el doble acontecimiento: la venida de la Mujer vestida del Sol, en Fátima, y la llegada del dragón rojo al mundo, con el comunismo tomando el control de una de las mayores naciones de la tierra.

¿Los videntes?


THREE LITTLE SHEPHERDS
Tres jóvenes pastorcitos: dos hermanos de 9 y 7 años, Francisco y Jacinta Marto, y su prima de 10 años, Lucia Dos Santos. En un Portugal rural, pobre y alejado, configuraban la más total ausencia de conocimiento teológico o histórico sobre el mundo, la Iglesia o aún sobre la propia existencia del Papa. María opta por almas pobres y desprovistas, de tal modo de resaltar la magnitud de su Presencia, buscando solo pureza y humildad en sus instrumentos elegidos.
Los niños sufrieron persecución política durante las apariciones, siendo secuestrados por la autoridad política mas cercana (Portugal sufría una dictadura en esa época), y recibieron la amenaza de ser hervidos en un caldero de aceite, en caso de no confesar los mensajes secretos que les entregara la Virgen. Ante la valiente negativa de los niños, durante tres largos días, fueron liberados y enviados nuevamente a sus hogares.
En la primera aparición, María anuncia que Jacinta y Francisco se irían rápidamente con ella al Cielo (ambos fallecieron poco tiempo después, luego de sufrir penosas enfermedades), mientras Lucía iba a permanecer “un tiempo más”, para difundir la devoción al Corazón Inmaculado de María en todo el mundo. Lucía falleció finalmenteel 13 de febrero de 2005, a los 97 años de edad, corroborando una vez más que los tiempos de Dios no son nuestros tiempos.

¿Los testigos?

En las seis oportunidades en que María se presentó a los niños, empezando el 13 de mayo de 1917 y culminando el 13 de octubre del mismo año, se fueron acercando en cantidad creciente testigos deseosos de ver a María. En la ultima aparición, setenta mil personas acompañaron a los niños en su diálogo final con nuestra Madre Celestial.
Durante las apariciones, mientras los pastorcitos dialogaban con la Madre Celestial, los testigos veían una nube sobre la pequeña encina en la que se posaba María. También sentían un sonido peculiar, como un leve zumbido, y veían como se arqueaban las ramas del árbol ante el peso de algo que era invisible para ellos.
María anunció a los videntes que en su última aparición, del 13 de octubre, daría una prueba de Su Presencia. Y así fue: los setenta mil asistentes presenciaron el milagro del sol, el que fue visto desde distancias de hasta cuarenta kilómetros de la Cova de Iría.

¿Hubo antecedentes previos?

En 1915 los pastorcitos habían tenido, mientras cuidaban a sus ovejas, la aparición de un Angel, que se presentó como el Angel de La Paz, y les enseñó una oración para que la repitan con él:
“Dios mío, yo creo, adoro, espero y os amo. Os pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no os aman”.
Luego se apareció dos veces más, presentándose como el Angel de la Guarda, el Angel de Portugal. Les enseñó el resto de la oración, dándole la Eucaristía a Lucía (que ya había recibido la Primera Comunión) y de beber el Cáliz a Jacinta y Francisco.
A partir de esta experiencia, los niños empezaron una activa vida de oración, de penitencia y sacrificios en expiación de los pecados del mundo.

¿De qué manera se manifestó María a los niños?

Pastorcillos Fátima
Durante la tarde del domingo 13 de mayo de 1917, mientras los niños pastaban a su rebaño, vieron un relámpago en un día de pleno sol. Mientras llevaban a sus ovejas a un lugar protegido observaron a muy corta distancia, sobre una encina de poco más de un metro de altura, una nube sobre la que estaba parada una hermosa Mujer, con un vestido de luz, y un resplandor que parecía provenir del mismo sol. Tenía sus manos en posición de oración, mientras pendía de las mismas un Rosario de cuentas brillantes como perlas, y una Cruz pequeña plateada. Lucía y Jacinta podían verla y oírla, mientras Francisco solo podía verla. La Virgen en un momento abrió sus manos, saliendo de las mismas una Luz más fuerte que el sol, que los niños entendieron era la Luz del Mismo Dios. En la primera aparición María les pidió que vuelvan los días trece de cada mes, por seis meses consecutivos, a la misma hora y al mismo lugar. Los niños, culminada la aparición, veían a María elevarse hasta el Cielo, el cual se abría dando cabida a una imagen celestial que se elevaba entre los astros. Luego, todo retornaba a la normalidad en la Cova de Iría.

¿Cuál fue el mensaje entregado por María?

A lo largo de las seis apariciones, nuestra Amadísima Madre Celestial fue entregando una serie de mensajes que cambian el curso de nuestro entendimiento sobre el mundo en que vivimos. Ante todo hubo varias advertencias al creciente apego al pecado y a la negación de Dios en el mundo moderno.
María advierte sobre la necesidad de orar el Santo Rosario, pedir perdón por los pecados del mundo y orar por la Paz. Nuestra Madre anuncia el fin inminente de la primera guerra mundial, pero advierte que en caso de no convertirse, el mundo enfrentaría pronto una guerra peor aún (fue la segunda guerra mundial, que se inició en 1939).
María les muestra el infierno a los tres niños, que ante el horror miraron a la Virgen con sus rostros demudados. Nuestra Madre Celestial les dijo que para evitar que mucha gente pierda su alma y fuera allí, Dios quería instaurar la devoción al Corazón Inmaculado de María, ya que a través de la misma se podrán salvar a muchas almas (primera parte del mensaje). También advierte sobre el peligro del comunismo ateo, y pide la Consagración de Rusia al Corazón Inmaculado de María, como freno a la difusión del error por el mundo, promoviendo guerras y persecuciones a la Iglesia.

María anuncia mucho sufrimiento al Papa y a la Iglesia

Finalmente, La Virgen realiza una advertencia: si los hombres no se convierten y arrepienten, ya no podrá detenerse el castigo de Dios a tanta ofensa y traición a su amor. Un gran castigo se abatirá sobre la humanidad, varias naciones serán aniquiladas, habrá guerra, hambre y persecuciones a la Iglesia y al Santo Padre (segunda parte del mensaje).

¿Cuál es el contenido del tercer mensaje secreto de Fátima?

Pastorcitos de Fátima
La Virgen también dio a Lucía la tercera parte del mensaje, pero le pidió que se lo entregue a las autoridades religiosas, para que lo difundan en una fecha que Lucía les comunicó. Varios Papas han leído este tercer mensaje secreto, habiendo sufrido conmoción al hacerlo, y evitando su difusión o conocimiento. Finalmente, durante el año 2000 la Iglesia difundió oficialmente el tercer mensaje de Fátima. En el mismo se habla del llamado a la penitencia, de persecuciones a la Iglesia, a los religiosos y religiosas, y al mismo Santo Padre, y de mártires de la Iglesia que se generarán en nuestros tiempos. Todo esto fue presentado a los tres pastorcitos en una visión donde María tenía un papel protagónico, como protectora y pastora del mundo en estos tiempos.
De todos modos, la controversia respecto del tercer mensaje de Fátima no se ha agotado, a pesar de la versión oficial que la Iglesia difundió sobre el mismo. Por ejemplo, en el libro del Padre Gobbi la misma Virgen María hace referencias al tercer mensaje, indicando que el mismo se refiere al inminente regreso de Cristo en Gloria y al triunfo del Inmaculado Corazón de María.

¿En qué consistió el milagro del sol?

En su última aparición, se concentraron en la Cova de Iría setenta mil testigos, que deseosos de asistir a la prueba de Presencia Celestial que María había anticipado a los tres niños, soportaron una jornada de fuerte temporal. En medio del lodazal y la lluvia, comenzó la aparición. Cuando la misma estaba por culminar, se abrió el cielo y se vió el sol como un inmenso disco de plata. A pesar de su brillo intenso podía ser mirado a simple vista.
La multitud lo contemplaba absorta, cuando súbitamente, el astro se puso a bailar. Giró rápidamente como una gigantesca rueda de fuego, se detuvo de repente, y poco después comenzó nuevamente a girar sobre si mismo, a una velocidad sorprendente. Finalmente, en un torbellino vertiginoso, sus bordes adquirieron un color escarlata, esparciendo llamas rojas en todas direcciones. Estas se reflejaban en el suelo, en los árboles, en los rostros vueltos hacia el cielo, reluciendo con todos los colores del arco iris. El disco de fuego giró locamente tres veces, con colores cada vez mas intensos, tembló espantosamente, y describiendo un zigzag descomunal, se precipitó sobre la multitud aterrorizada. Un único e inmenso grito escapó de todas las gargantas. Todos cayeron de rodillas en el lodo, pensando que serían consumidos por el fuego. Esto se pudo ver hasta a cuarenta kilómetros de distancia. Muchos rezaban en voz alta, mientras el sol volvía a su posición normal, retornando la paz al lugar. Sorprendentemente, la ropa empapada por la lluvia y el lodazal del lugar, se habían secado por completo en toda la multitud congregada.

¿Qué dijo la Iglesia sobre Fátima?

En los años posteriores a la aparición, se inició un proceso formal de investigación, que culminó en 1930 cuando el Obispo de Leiría aprobó la devoción a la Virgen de Fátima.
Varios Papas han reafirmado y manifestado su devoción a Fátima, siendo quizás Juan Pablo II el Papa que más abiertamente expresó su amor por María, a través de la reafirmación de la importancia del Corazón Inmaculado, que nuestra Madre nos presentó como seguro refugio, en Cova de Iría.

¿Qué efecto produjo Fátima en las décadas siguientes?

María pidió oración del Santo Rosario en su tercera aparición, y agregó la siguiente jaculatoria, para el final de cada misterio:
¨Oh Jesús mío!, líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las almas al Cielo, principalmente a las que más lo necesiten¨.
En este pedido se esconde el secreto del Triunfo del Corazón Inmaculado que María anunció: la oración vencerá finalmente al mal, cuando todo parezca perdido.
María nos vino a anunciar crisis en la Iglesia, el mal que el comunismo iba a traer a la Fe, y una advertencia: si el mundo no se convierte, la ira de Dios volcará su Copa (como está escrito en el Apocalipsis) sobre esta empobrecida humanidad. La justicia vendrá finalmente para rescatar a aquellos que manteniéndose en la Fe, el amor y la oración, encuentren en Dios el camino de regreso a la verdadera patria: la Patria Celestial.

ORACION DADA A LOS PASTORCITOS


fatima_01_26
Oh Dios mío,
yo creo, espero, adoro y os amo.
Y os pido perdón por todos los que
no creen, no esperan, no adoran
y no os aman. (tres veces)
Santísima Trinidad,
Padre, Hijo y Espiritu Santo,
os adoro profundamente,
y os ofrezco el Preciosísimo Cuerpo,
Alma,
Sangre y Divinidad de tu
Amadísimo Hijo,
Nuestro Señor Jesucristo,
presente en todos los tabernáculos
de la tierra, en expiación por los
ultrajes, sacrilegios e indiferencias
con las que Él mismo es ofendido.
Y por los méritos infinitos del
Sagrado Corazón de Jesús y por la
intercesión del Inmaculado Corazón
de María, te pido por la conversión
de todos los pecadores.
Amén

Relato de Lucía Dos Santos

LAS APARICIONES DEL ÁNGEL DE LA PAZ – Primera Aparición del Ángel
Ángel de Fátima
No recuerdo exactamente los datos, puesto que en aquel tiempo no sabía nada de años, ni de meses, ni tampoco de los días de la semana. Me parece que debe haber sido en la primavera de 1916 que nos apareció el Ángel por primera vez en nuestro “Loca de Cabeco”. Como ya he escrito en el relato sobre Jacinta, subimos con el ganado al cerro arriba en busca de abrigo, y después de haber tomado nuestro bocadillo y dicho nuestras oraciones, vimos a cierta distancia, sobre la cúspide de los árboles, dirigiéndose hacia el saliente, una luz más blanca que la nieve, distinguiéndose la forma de un joven transparente y más brillante que el cristal traspasado por los rayos del sol. Al acercarse más pudimos discernir y distinguir los rasgos. Estábamos sorprendidos y asombrados.
Al llegar junto a nosotros dijo:
–No temáis. Soy el Ángel de la Paz. ¡Orad conmigo!
Y arrodillado en tierra inclinó la frente hasta el suelo, e imitamos llevados por un movimiento sobrenatural y repetimos las palabras que le oímos decir:
–Dios mío, yo creo, adoro, espero y te amo. Te pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no te aman.
Después de repetir esto tres veces se levantó y dijo:
–Orad así. Los Corazones de Jesús y de María están atentos a la voz de vuestras súplicas.
Y desapareció.
La atmósfera sobrenatural que nos envolvió era tan densa, que casi no nos dábamos cuenta durante un largo espacio de tiempo de nuestra propia existencia, permaneciendo en la posición en que el Ángel nos había dejado repitiendo siempre la misma oración. Tan íntima e intensa era la conciencia de la presencia de Dios, que ni siquiera intentamos hablar el uno con el otro. Al día siguiente todavía sentimos la influencia de esa santa atmósfera que iba desapareciendo sólo poco a poco.
No decíamos nada de esta aparición, ni recomendamos tampoco el uno al otro guardar el secreto. La misma aparición parecía imponernos silencio. Era de una naturaleza tan íntima, que no era nada fácil hablar de ella. Tal vez por ser la primera manifestación de esta clase su impresión sobre nosotros era mayor.

Segunda Aparición del Ángel

La segunda aparición tiene que haber ocurrido sobre mitad de verano, cuando debido al gran calor, llevamos los rebaños a casa hacia mediodía para regresar por la tarde.
Pasamos las horas de la siesta en la sombra de los árboles que rodeaban el pozo en la quinta llamada Arneiro, que pertenecía a mis padres.
–De pronto vimos al mismo Ángel junto a nosotros.
–¿Qué estáis haciendo? ¡Rezad! ¡Rezad mucho! Los Corazones de Jesús y de María tienen sobre vosotros designios de misericordia. ¡Ofreced constantemente oraciones y sacrificios al Altísimo!
–¿Cómo hemos de sacrificarnos? –pregunté.
–De todo lo que pudierais ofreced un sacrificio como acto de reparación por los pecados por los cuales Él es ofendido, y de súplica por la conversión de los pecadores. Atraed así sobre vuestra patria la paz. Yo soy el Ángel de su Guardia, el Ángel de Portugal. Sobre todo, aceptad y soportad con sumisión el sufrimiento que el Señor os envíe.
Estas palabras hicieron una profunda impresión en nuestros espíritus como una luz que nos hacía comprender quién es Dios, cómo nos ama y desea ser amado, el valor del sacrificio, cuánto le agrada y cómo concede en atención a esto la gracia de conversión a los pecadores. Por esta razón, desde ese momento, comenzamos a ofrecer al Señor cuanto nos mortificaba, no buscando jamás otros caminos de mortificación y penitencia sino los de quedar durante horas con las frentes tocando el suelo, repitiendo la oración que el Ángel nos enseñó.

Tercera Aparición del Ángel

Me parece que la tercera aparición debe haber sido en octubre o a fines de septiembre, porque ya no volvíamos a casa para el descanso del mediodía. Como ya he escrito en el relato acerca de Jacinta, pasamos un día desde Pregueira (un pequeño olivar propiedad de mis padres) a la cueva llamada Lapa (Loca de Cabeco), caminando alrededor del cerro al lado que mira a Aljustrel y Casa Velha. Allí decíamos nuestro rosario y la oración que el Ángel nos enseñó en la primera aparición.
Estando allí apareció por tercera vez, teniendo en sus manos un Cáliz, sobre el cual estaba suspendida una Hostia, de la cual caían gotas de sangre al Cáliz. Dejando el Cáliz y la Hostia suspensos en el aire, se postró en tierra y repitió tres veces esta oración:
–Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, te adoro profundamente y te ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo, presente en todos los Sagrarios del mundo, en reparación por los ultrajes, sacrilegios e indiferencias con que Él mismo es ofendido. Y por los méritos infinitos de su Sagrado Corazón y del Corazón Inmaculado de María te pido la conversión de los pobres pecadores.
Después, levantándose, tomó de nuevo en la mano el Cáliz y la Hostia. Me dio la Hostia a mí y el contenido del Cáliz lo dio a beber a Jacinta y Francisco, diciendo al mismo tiempo:
–Tomad el Cuerpo y bebed la Sangre de Jesucristo, horriblemente ultrajado por los hombres ingratos. Reparad sus crímenes y consolad a vuestro Dios.
De nuevo se postró en tierra y repitió con nosotros hasta por tres veces la misma oración: Santísima Trinidad, etcétera, y desapareció.
Impulsados por la fuerza de lo sobrenatural que nos envolvía imitamos al Ángel en todo, esto es, postrándonos nosotros como él y repitiendo las oraciones como él decía. Tan intensamente sentimos la presencia de Dios, que estábamos completamente dominados y absorbidos por ella. Parecía que por un tiempo bastante largo estábamos privados de nuestros sentidos corporales. Durante los días siguientes nuestras acciones estaban impulsadas del todo por este poder sobrenatural. Por dentro sentimos una gran paz y alegría que dejaban el alma completamente sumergida en Dios. También era grande el agotamiento físico que nos sobrevino.
No sé por qué las apariciones de Nuestra Señora producían en nosotros efectos bien diferentes. La misma alegría íntima, la misma paz y felicidad, pero en vez de ese abatimiento físico, una cierta agilidad expansiva; en vez de ese aniquilamiento en la divina presencia, un exultar de alegría; en vez de esa dificultad en hablar, un cierto entusiasmo comunicativo.

LAS APARICIONES DE NUESTRA SEÑORA

Primera Aparición – Domingo, 13 de mayo del año 1917
Aparición Virgen de Fátima
Estando jugando con Jacinta y Francisco en lo alto, junto a Cova de Iría, haciendo una pared de piedras alrededor de una mata de retamas, de repente vimos una luz como de un relámpago. –Está relampagueando –dije–. Puede venir una tormenta. Es mejor que nos vayamos a casa.
–¡Oh, sí, está bien! –contestaron mis primos.
Comenzamos a bajar del cerro llevando las ovejas hacia el camino. Cuando llegamos a menos de la mitad de la pendiente, cerca de una encina, que aún existe, vimos otro relámpago, y habiendo dado algunos pasos más vimos sobre la encina una Señora vestida de blanco, más brillante que el sol, esparciendo luz más clara e intensa que un vaso de cristal lleno de agua cristalina atravesado por los rayos más ardientes del sol.
Nos paramos, sorprendidos por la aparición. Estábamos tan cerca que quedamos dentro de la luz que la rodeaba o que Ella irradiaba, tal vez a metro y medio de distancia. Entonces la Señora nos dijo:
–No tengáis miedo. No os hago daño.
Yo la pregunté:
–¿De dónde es usted?
–Soy del cielo.
–¿Qué es lo que usted me quiere?
–He venido para pediros que vengáis aquí seis meses seguidos el día 13 a esta misma hora. Después diré quién soy y lo que quiero. Volveré aquí una séptima vez.
Pregunté entonces:
–¿Yo iré al cielo?
–Sí, irás.
–¿Y Jacinta?
–Irá también.
–¿Y Francisco?
–También irá, pero tiene que rezar antes muchos Rosarios.
Entonces me acordé de preguntar por dos niñas que habían muerto hacía poco. Eran amigas mías y solían venir a casa para aprender a tejer con mi hermana mayor.
–¿Está María de las Nieves en el cielo?
–Sí, está.
Tenía cerca de dieciséis años.
–¿Y Amelia?
–Pues estará en el purgatorio hasta el fin del mundo.
Me parece tenía entre dieciocho y veinte años.
–¿Queréis ofreceros a Dios para soportar todos los sufrimientos que Él quisiera enviaros como reparación de los pecados con que Él es ofendido y de súplica por la conversión de los pecadores?
–Sí, queremos.
–Tendréis, pues, mucho que sufrir, pero la gracia de Dios os fortalecerá.
Diciendo estas palabras, la gracia de Dios, etc., la Virgen abrió sus manos por primera vez, comunicándonos una luz muy intensa que parecía fluir de sus manos y penetraba en lo más íntimo de nuestro pecho y de nuestros corazones, haciéndonos ver a nosotros mismos en Dios, que era esa luz, más claramente de lo que nos vemos en el mejor de los espejos. Entonces, por un impulso interior que nos fue comunicado también, caímos de rodillas, repitiendo humildemente:
–Santísima Trinidad, yo te adoro. Dios mío, Dios mío, yo te amo en el Santísimo Sacramento.
Después de pasados unos momentos Nuestra Señora agregó:
–Rezad el Rosario todos los días para alcanzar la paz del mundo y el fin de la guerra.
Acto seguido comenzó a elevarse serenamente subiendo en dirección al Levante hasta desaparecer en la inmensidad del espacio. La luz que la circundaba parecía abrirle el camino a través de los astros, motivo por el que algunas veces decíamos que vimos abrirse el cielo.

Segunda Aparición

Miércoles, 13 de junio
virgen de fatima
Después de rezar el rosario con otras personas que estaban presentes (unas cincuenta) vimos de nuevo el reflejo de la luz que se aproximaba, y que llamábamos relámpago, y en seguida a Nuestra Señora sobre la encina, todo como en mayo. –¿Qué es lo que me quiere? –pregunté.
–Quiero que vengáis aquí el día 13 del mes que viene, que recéis el rosario todos los días y que aprendáis a leer. Después diré lo que quiero además.
Le pedí la curación de una enferma. Nuestra Señora respondió:
–Si se convierte se curará durante el año.
–Quisiera pedirle que nos llevase al cielo.
–Sí, a Jacinta y a Francisco los llevaré en breve, pero tú te quedas aquí algún tiempo más. Jesús quiere servirse de ti para darme a conocer y amar. Quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón. A quien le abrazare prometo la salvación y serán queridas sus almas por Dios como flores puestas por mí a adornar su Trono.
–¿Me quedo aquí solita? –pregunté con pena.
–No, hija. ¿Y tú sufres mucho por eso? ¡No te desanimes! Nunca te dejaré. Mi Inmaculado Corazón será tu refugio y el camino que te conducirá a Dios.
En este momento abrió las manos y nos comunicó por segunda vez el reflejo de la luz inmensa que la envolvía. En esta luz nos veíamos como sumergidos en Dios. Jacinta y Francisco parecían estar en la parte de la luz que se eleva hacia el cielo y yo en la que se esparcía sobre la tierra. Delante de la palma de la mano derecha de Nuestra Señora estaba un corazón rodeado de espinas que parecían clavarse en él. Entendimos que era el Corazón Inmaculado de María, ultrajado por los pecados de la humanidad, que quería reparación.
Esto es a lo que nos referíamos al decir que Nuestra Señora nos había contado un secreto en junio. Ella no nos mandó en aquella ocasión guardarlo como secreto, pero nos sentíamos impulsados por Dios a hacerlo así.
Francisco, muy impresionado con lo que había visto, me preguntó después:
–¿Por qué es que la Virgen estaba con un corazón en la mano irradiando sobre el mundo aquella luz tan grande que es Dios? Tú, Lucía, estabas con Ella en la luz que bajaba a la tierra y Jacinta conmigo en la que subía hacia el cielo.
–Es que –le respondí– tú, con Jacinta, iréis en breve al cielo. Yo me quedo con el Corazón Inmaculado de María en la tierra.

Tercera Aparición

Viernes, 13 de julio
El Gran Secreto.
Aparición en Fátima
Momentos después de haber llegado a Cova de Iría, junto a la encina, entre numeroso público (unas 4.000 personas) que estaban rezando el rosario, vimos el rayo de luz una vez más y un momento más tarde apareció la Virgen sobre la encina. –¿Qué es lo que quiere de mí? –pregunté.
–Quiero que vengáis aquí el día 13 del mes que viene, y continuéis rezando el rosario todos los días en honra a Nuestra Señora del Rosario, con el fin de obtener la paz del mundo y el final de la guerra, porque sólo Ella puede conseguirlo.
Dije entonces:
–Quisiera pedirle nos dijera quién es, y que haga un milagro para que todos crean que usted se nos aparece.
–Continuad viniendo aquí todos los meses. En octubre diré quién soy y lo que quiero, y haré un milagro que todos han de ver para que crean.
Aquí hice algunos pedidos que ahora no recuerdo. Lo que recuerdo es que Nuestra Señora dijo que era preciso rezar el rosario para alcanzar las gracias durante el año. Y continuó:
–Sacrificaos por los pecadores y decid muchas veces, y especialmente cuando hagáis un sacrificio: “¡Oh, Jesús, es por tu amor, por la conversión de los pecadores y en reparación de los pecados cometidos contra el Inmaculado Corazón de María!”. Al decir estas últimas palabras abrió de nuevo las manos como los meses anteriores. El reflejo parecía penetrar en la tierra y vimos como un mar de fuego y sumergidos en este fuego los demonios y las almas como si fuesen brasas transparentes y negras o bronceadas, de forma humana, que fluctuaban en el incendio llevadas por las llamas que de ellas mismas salían, juntamente con nubes de humo, cayendo hacia todo los lados, semejante a la caída de pavesas en grandes incendios, pero sin peso ni equilibrio, entre gritos y lamentos de dolor y desesperación que horrorizaban y hacían estremecer de pavor. (Debía ser a la vista de eso que di un “ay” que dicen haber oído.) Los demonios se distinguían por sus formas horribles y asquerosas de animales espantosos y desconocidos, pero transparentes como negros tizones en brasa. Asustados y como pidiendo socorro levantamos la vista a Nuestra Señora, que nos dijo con bondad y tristeza:
–Habéis visto el infierno, donde van las almas de los pobres pecadores. Para salvarlas Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón. Si hacen lo que yo os digo se salvarán muchas almas y tendrán paz. La guerra terminará pero si no dejan de ofender a Dios en el reinado de Pío XI comenzará otra peor. Cuando viereis una noche alumbrada por una luz desconocida sabed que es la gran señal que Dios os da de que va a castigar al mundo por sus crímenes por medio de la guerra, del hambre, de la persecución de la Iglesia y del Santo Padre. Para impedir eso vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón y la comunión reparadora de los primeros sábados. Si atendieran mis deseos, Rusia se convertirá y habrá paz; si no, esparcirá sus errores por el mundo, promoviendo guerras y persecuciones de la Iglesia: los buenos serán martirizados; el Santo Padre tendrá que sufrir mucho; varias naciones serán aniquiladas. Por fin, mi Inmaculado Corazón triunfará. El Santo Padre me consagrará Rusia, que se convertirá, y será concedido al mundo algún tiempo de paz. En Portugal el dogma de la fe se conservará siempre, etc. (Aquí comienza la tercer parte del secreto, escrita por Lucía entre el 22 de diciembre de 1943 y el 9 de enero de 1944.) Esto no lo digáis a nadie. A Francisco sí podéis decírselo.
–Cuando recéis el rosario, decid después de cada misterio: “Jesús mío, perdónanos, líbranos del fuego del infierno, lleva todas las almas al cielo, especialmente las más necesitadas.”
Seguía un instante en silencio y después pregunté:
–¿Usted no me quiere nada más?
–No, no quiero nada más por hoy.
Y como de costumbre comenzó a elevarse en dirección a Oriente hasta que desapareció en la inmensidad del firmamento.

Cuarta Aparición

Domingo, 19 de agosto, en los Valinhos
Nuestrsa Señora de Fátima
La aparición no se realizó el día 13 de agosto en Cova de Iría porque el Administrador del Concejo apresó y llevó a Vila Nova de Ourem a los pastorcitos con la intención de obligarles a revelar el secreto. Los tuvo presos en la Administración y en el calabozo municipal. Les ofreció los más valiosos presentes si descubrían el secreto. Los pequeños videntes respondieron:
–No lo decimos ni aunque nos den el mundo entero.
Los encerró en el calabozo. Los presos les aconsejaron:
–Pero decid al Administrador ese secreto. ¿Qué os importa que esa Señora no quiera?
–¡Eso no –respondió Jacinta con vivacidad–, antes quiero morir!
Y los tres niños rezaron con aquellos infelices el rosario, delante de una medalla de Jacinta colgada de la pared.
El Administrador para amedrentarlos, mandó preparar una caldera de aceite hirviendo, en la cual amenazó asar a los pastorcitos si no hacían lo que les mandaban. Ellos, aunque pensaban que la cosa iba en serio, permanecieron firmes sin revelar nada. El día 15, fiesta de la Asunción, los llevó por fin a Fátima.)
Habiendo ya contado lo que sucedió este día, pasaré a hablar de la aparición que, según mi opinión, tuvo lugar el día 15 por la tarde. Como todavía no sabía contar los días del mes, puede ser que me equivoque. Pero tengo la idea de que fue el mismo día en que volvimos de Vila Nova de Ourem.
Estuvimos con las ovejas en un lugar llamado Valinhos, Francisco y su hermano Juan, acompañándome, y sintiendo que algo sobrenatural se aproximaba y nos envolvía, sospechando que Nuestra Señora nos venía a aparecer y teniendo pena de que Jacinta quedaba sin verla, pedimos a su hermano Juan que fuese a llamarla. No quería ir, y le ofrecí dos veintenos y allá se fue corriendo. Entretanto, Francisco y yo vimos el reflejo de la luz que llamábamos relámpago y al instante de llegar Jacinta vimos a la Señora sobre la encina.
–¿Qué es lo que quiere usted?
–Deseo que sigáis yendo a Cova de Iría en los días 13, que sigáis rezando el rosario todos los días. El último mes haré el milagro para que todos crean.
–¿Qué es lo que quiere usted que se haga con el dinero que la gente deja en Cova de Iría?
–Hagan dos andas, una para ti y Jacinta, para llevarlas con dos chicas más vestidas de blanco y otra que la lleve Francisco con tres niños más. El dinero de las andas es para la fiesta de Nuestra Señora del Rosario, y lo que sobre es para ayuda de una capilla que se debe hacer. (Andas usadas en Fátima y otros lugares no son para transportar imágenes, sino para recoger ofertas en dinero y en género.)
–Yo quisiera pedirle la curación de algunos enfermos.
–Sí, a algunos los curaré durante el año.
Y tomando un aspecto muy triste, la Virgen añadió:
–Rezad, rezad mucho y haced sacrificios por los pecadores, porque muchas almas van al infierno por no tener quién se sacrifique y rece por ellas.
Y la Señora comenzó a subir como de costumbre hacia Oriente.

Quinta Aparición

Jueves, 13 de septiembre
Aparición en Fátima 2Al aproximarse la hora fui a Cova de Iría con Jacinta y Francisco entre numerosas personas (unas treinta mil) que nos dejaban andar sólo con dificultad. Los caminos estaban apiñados de gente; todos nos querían ver y hablar; allí no había respetos humanos. Mucha gente del pueblo, y hasta señoras y caballeros, consiguiendo romper por entre la muchedumbre que alrededor nuestro se agolpaba, venían a postrarse de hinojos delante de nosotros pidiendo que presentásemos sus necesidades a Nuestra Señora. Otros, no consiguiendo llegar junto a nosotros, clamaban de lejos. Uno de ellos:
–¡Por el amor de Dios, pidan a Nuestra Señora que me cure a mi hijo, que está impedido!
Otro: –Que me cure el mío, que es ciego.
Otro: –El mío, que es sordo.
–Que me traiga a mi marido o mi hijo, que están en la guerra; que me convierta un pecador; que me dé salud, que estoy tuberculoso, etcétera.
Allí aparecían todas las miserias de la pobre humanidad y algunos gritaban subidos a los árboles y a las tapias con el fin de vernos pasar. Diciendo a unos que sí, dando la mano a otros para ayudarles a levantarse del polvo de la tierra, allá íbamos andando gracias a algunos caballeros que nos iban abriendo camino entre la muchedumbre. Ahora, cuando leo estas escenas encantadoras del Nuevo Testamento, del paso de Nuestro Señor por Palestina, pienso en nuestros pobres caminos y sendas de Aljustrel, Fátima y Cova de Iría, y doy gracias a Dios ofreciéndole la fe de nuestra buena gente portuguesa. Y pienso si ellos podían humillarse como lo hicieron ante tres pobres niños, sólo porque eran agraciados de hablar a la Madre de Dios, ¿qué no harían si pudieran ver a Nuestro Señor mismo en persona delante de ellos?
Bien, esto no tiene que ver con la materia; era una distracción de mi pluma que me llevaba a parte donde yo no quería, una inútil divagación. No lo arranco para no estropear el cuaderno.
Por fin llegamos a Cova de Iría, y al alcanzar la encina comenzamos a decir el rosario con la gente. Un poco más tarde vimos el reflejo de luz y acto seguido, sobre la encina, a Nuestra Señora, que dijo:
–Continuad rezando el rosario para alcanzar el fin de la guerra. En octubre vendrá también Nuestro Señor, Nuestra Señora de los Dolores y del Carmen, San José con el Niño Jesús para bendecir al mundo. Dios está contento con vuestros sacrificios, pero no quiero que durmáis con la cuerda puesta; llevadla sólo durante el día.
–Me han pedido para suplicarle muchas cosas: la cura de algunos enfermos, de un sordomudo, etc.
–Sí, a algunos curaré, pero a otros no. En octubre haré el milagro para que todos crean.
Y comenzó a elevarse, desapareciendo como de costumbre.
(Los niños tomaron muy a pecho las palabras de la Virgen en agosto, que pedía sacrificios a los pecadores. Uno de los sacrificios más dolorosos era el de la cuerda que cada uno de ellos llevaba atada a la cintura. Tanto les hacía sufrir, que Jacinta a veces hasta lloraba con la violencia del dolor. La Virgen les dijo con solicitud maternal que de noche no usaran la cuerda para poder disfrutar del reposo necesario. Otros sacrificios eran no comer la merienda, que repartían entre los pobres. Dejaban los higos y las uvas. “Teníamos la costumbre de ofrecer de vez en cuando el sacrificio de pasar una novena o un mes sin beber. Hicimos una vez este sacrificio en pleno mes de agosto, en que el calor era sofocante.” Mayores todavía eran los sacrificios que les exigía la misión que la Virgen les encomendara: las vejaciones, la curiosidad y molestias de la gente; sus interminables visitas y preguntas, la persecución y la prisión, y por fin la larga enfermedad de Francisco y, sobre todo, de Jacinta, a la cual varias veces visitó la Virgen, previniéndola que moriría solita, después de sufrir mucho.)

Sexta Aparición

Sábado, 13 de octubre
aparición en fátima 3
Salimos de casa bastante pronto, contando con las demoras del camino. Había gente en masa (70.000 personas), bajo una lluvia torrencial. Mi madre, temiendo que fuese aquel el último día de mi vida, con el corazón traspasado por la incertidumbre de lo que podía ocurrir, quiso acompañarme. Por el camino, las escenas del mes pasado, más numerosas y conmovedoras. Ni el barro de los caminos impedía a la gente arrodillarse en actitud humilde y suplicante. Llegando a Cova de Iría, junto a la encina, llevada de un movimiento interior, pedí al pueblo que cerrasen los paraguas para rezar el rosario. Poco después vimos el reflejo de luz y en seguida a la Virgen sobre la encina.
–¿Qué es lo que usted quiere?
–Quiero decirte que hagan aquí una capilla en honor mío, que soy la Señora del Rosario, que continúen rezando el Rosario todos los días. La guerra está acabándose y los soldados volverán pronto a sus casas.
–Tenía muchas cosas que pedirle: si curaba a los enfermos, si convertía a unos pecadores, etc.
–Unos, sí; otros, no. Es preciso que se enmienden; que pidan perdón de sus pecados.
Y tomando aspecto más triste dijo:
–Que no ofendan más a Dios Nuestro Señor, que ya está muy ofendido.
Y abriendo sus manos las hizo reflejar en el sol, y en cuanto se elevaba continuaba el brillo de su propia luz proyectándose en el sol.
He aquí el motivo por el cual exclamé que mirasen al sol. Mi motivo no era llamar la atención del pueblo, pues ni siquiera me daba cuenta de su presencia. Fui inducida para ello por un impulso interior.
(Se da entonces el milagro del sol, prometido tres meses antes, como prueba de la verdad de las apariciones de Fátima. La lluvia cesa y el sol por tres veces gira sobre sí mismo, lanzando a todos los lados fajas de luz de varios colores, amarillo, lila, anaranjado y rojo. Parece a cierta altura desprenderse del firmamento y caer sobre la muchedumbre. Al cabo de diez minutos de prodigio toma su estado normal. Entretanto, los pastorcitos eran favorecidos por otras visiones.)
Desaparecida Nuestra Señora en la inmensidad del firmamento, vimos al lado del sol a San José con el Niño y a Nuestra Señora vestida de blanco con un manto azul. San José con el Niño parecían bendecir al mundo, pues hacía con las manos unos gestos en forma de cruz.
Poco después, pasada esta Aparición, vi a Nuestro Señor y a Nuestra Señora, que me daba sensación de ser la Virgen de los Dolores. Nuestro Señor parecía bendecir al mundo de la misma forma que San José. Se disipó esta aparición y me parecía ver todavía a Nuestra Señora en forma semejante a Nuestra Señora del Carmen.
He aquí la historia de las Apariciones de Nuestra Señora en Cova de Iría, en 1917.

MÁS DETALLES

FRANCISCO (11-6-1908 a 4-4-1919)

Pastorcito Francisco Fátima
Las palabras del Ángel en su tercera aparición: “Consolad a vuestro Dios”, hicieron profunda impresión en el alma del pequeño pastorcito. “En cuanto a Jacinta, parecía preocupada con el único pensamiento de convertir pecadores y preservar las almas del infierno. Él trataba solamente de pensar en consolar a Nuestro Señor y a la Virgen, que le había parecido estar tan tristes.” (Lucía). Dominado por el sentimiento de la presencia de Dios, recibió en la luz que María comunicó a los videntes en las apariciones, discurría: “Estábamos ardiendo en aquella luz que es Dios y no nos quemábamos. ¿Cómo es Dios? Esto no lo podemos decir. Pero qué pena que Él está tan triste; ¡si yo pudiera consolarle!”
En la enfermedad, confió a su prima: “¿Nuestro Señor aún estará triste? Tengo tanta pena de que Él esté así. Le ofrezco cuantos sacrificios puedo.
La víspera de morir se confesó y comulgó, con los más santos sentimientos. Después de cinco meses de casi continuo sufrimiento, el 4 de abril de 1919, primer viernes, a las diez de la mañana, murió santamente el consolador de Jesús.

JACINTA (10-3-1910 a 20-2-1920)

jacinta pastorcita Fátima
Vivía apasionada por el ideal de convertir pecadores, a fin de arrebatarlos del suplicio del infierno, cuya pavorosa visión tanto la impresionó. Alguna vez preguntaba: “¿Por qué es que Nuestra Señora no muestra el infierno a los pecadores? Si lo viesen, ya no pecarían, para no ir allá. Has de decir a aquella Señora que muestre el infierno a toda aquella gente. Verás cómo se convierten. ¡Qué pena tengo de los pecadores! ¡Si yo pudiera mostrarles el infierno!”
Antes de morir, Nuestra Señora se dignó aparecérsele varias veces. He aquí lo que ha dictado a su madrina Madre Godinho.

Sobre los pecados

Los pecados que llevan más almas al infierno son los de la carne.
Han de venir unas modas que han de ofender mucho a Nuestro Señor.
Las personas que sirven a Dios no deben andar con la moda.
Los pecados del mundo son muy grandes.
Si los hombres supiesen lo que es la eternidad harían todo para cambiar de vida. Los hombres se pierden porque no piensan en la muerte de Nuestro Señor ni hacen penitencia.
Muchos matrimonios no son buenos, no agradan a Nuestro Señor ni son de Dios.

Sobre las guerras

Nuestro Señor dijo que en el mundo habrá muchas guerras y discordias.
Las guerras no son sino castigos por los pecados del mundo.
Nuestra Señora ya no puede retener el brazo castigador de su Hijo sobre el mundo.
Es preciso hacer penitencia. Si la gente se enmienda, Nuestro Señor todavía salvará al mundo; mas si no se enmienda, vendrá el castigo.

Sobre los sacerdotes

Pida mucho por los Padres, pida mucho por los Religiosos.
Los Padres sólo deben ocuparse de las cosas de la Iglesia.
Los Padres deben ser puros, muy puros.
La desobediencia de los Padres y de los Religiosos a sus Superiores y al Santo Padre, ofende mucho a Nuestro Señor.
Pida mucho por los Gobiernos.
¡Ay, de los que persiguen la religión de Nuestro Señor!
Si el Gobierno deja en paz a la Iglesia y da libertad a la religión será bendecido por Dios.

Sobre las virtudes cristianas

No ande rodeada de lujo; huya de las riquezas.
Sea amiga de la santa pobreza y del silencio.
No hable mal de nadie y huya de quien hable mal.
Tenga mucha paciencia, porque la paciencia nos lleva al cielo.
La mortificación y los sacrificios agradan mucho a Nuestro Señor.
Durante la enfermedad (pleuritis purulenta), confió a su prima: “Sufro mucho; pero ofrezco todo por la conversión de los pecadores y para desagraviar al Corazón Inmaculado de María.”
Al despedirse de Lucía le hace estas recomendaciones:
“Ya falta poco para irme al cielo. Tú quedas aquí para decir que Dios quiere establecer en el mundo la devoción al Inmaculado Corazón de María. Cuando vayas a decirlo, no te escondas. Di a toda la gente que Dios concede las gracias por medio del Inmaculado Corazón de María. Que las pidan a Ella, que el Corazón de Jesús quiere que a su lado se venere el Corazón Inmaculado de María, que pidan la paz al Inmaculado Corazón de María, que Dios la confió a Ella. Si yo pudiese meter en el corazón de toda la gente la luz que tengo aquí dentro del pecho, que me está abrasando y me hace gustar tanto del Corazón de Jesús y del Corazón de María.”
Murió santamente el 20 de febrero de 1920. Su cuerpo reposa, como el de Francisco, en el crucero de la Basílica, en Fátima.

LUCÍA

Lucía pastorcita Fátima
La Providencia Divina todavía no había terminado la obra encargada a los pastorcitos. La Virgen dijo a Lucía que “con el fin de prevenir la guerra, vendré para pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón y la comunión reparadora en los primeros Sábados de mes”. Lo pidió a Lucía en 1925, 1926 y 1929. Estando en Pontevedra, el 10 de diciembre de 1925 se le apareció la Virgen a Lucía con el Niño Jesús a su lado, subida en una nube de luz. La Virgen puso su mano en el hombro de Lucía, mientras en la otra sostenía su Corazón rodeado de espinas. Al mismo tiempo, el Niño Jesús dijo: “Ten compasión del Corazón de tu Santísima Madre. Está cercado de las espinas que los hombres ingratos le clavan a cada momento, y no hay nadie que haga un acto de reparación para sacárselas.” Después dijo Nuestra Señora a Lucía:
“Mira, hija mía, mi corazón cercado de espinas que los hombres ingratos me clavan sin cesar con blasfemias e ingratitudes. Tú, al menos, procura consolarme y di que a todos los que durante cinco meses en el primer sábado se confiesen, reciban la Sagrada Comunión, recen el Rosario y me hagan compañía durante 15 minutos meditando en los misterios del rosario con el fin de desagraviarme les prometo asistir en la hora de la muerte con las gracias necesarias para su salvación.”
El 15 de febrero de 1926, el Niño Jesús se apareció de nuevo a Lucía, preguntándole si había difundido la devoción a su Santísima Madre. Lucía le contó de las dificultades que partían de su confesor y de su superiora. El Señor respondió:
“Es verdad que tu Superiora sola no puede hacer nada; pero con mi gracia lo puede todo.”
Lucía le habló de la confesión para los primeros sábados y preguntó si valía hacerla en los ocho días. Jesús contestó: “Sí; todavía con más tiempo, con tal que me reciban en estado de gracia y tengan intención de desagraviar al Inmaculado Corazón de María.”
En junio de 1929 la Virgen pidió en una aparición la consagración de Rusia a su Inmaculado Corazón, prometiendo que de este modo se prevenía la difusión de sus errores y se adelantaba su conversión. Pero sólo el 20 de diciembre de 1940 Lucía recibió permiso para escribir al Santo Padre Pío XII pidiéndole esta consagración.
Lucía describe esta aparición de la siguiente manera:
“De repente toda la Capilla (en las Doroteas de Tuy) se alumbró de una luz sobrenatural, y una Cruz de luz apareció sobre el altar, llegando hasta el techo. En la claridad de la parte superior se podía ver la cara de un hombre y su cuerpo hasta la cintura. En el pecho había una paloma de luz, y clavado en la Cruz había un cuerpo de otro hombre. Por encima de la cintura, suspendidos en el aire, podía ver un cáliz y una gran Hostia, en la cual caían gotas de sangre del rostro de Jesús crucificado y de la llaga de su costado. Estas gotas, escurriendo en la Hostia, caían en el cáliz. Debajo del brazo derecho de la Cruz estaba Nuestra Señora de Fátima, con su Corazón Inmaculado en su mano izquierda, sin espada ni rosas, pero con una corona de espinas y llamas. Debajo del brazo izquierdo de la Cruz, grandes letras, como si fuesen de agua cristalina, que corrían sobre el Altar formando estas palabras: “Gracia y misericordia”.
Entendí que era el misterio de la Santísima Trinidad que se me enseñó, y yo recibí luces acerca de este misterio, que no se me permite revelar.
La Virgen me dijo:
“Ha venido el momento en que Dios pide al Santo Padre que en unión con todos los Obispos del mundo haga la consagración de Rusia a mi Corazón, prometiendo salvarla por este medio.”
Pío XII cumplió en parte este deseo de la Virgen consagrando el mundo con mención especial de Rusia, el 31 de octubre de 1942, al Inmaculado Corazón de María y haciendo la consagración especial sólo de Rusia el 7 de julio de 1952, con estas palabras:
“Como hace algunos años consagramos todo el género humano al Corazón Inmaculado de la Virgen, Madre de Dios, así ahora, de un modo especialísimo, dedicamos y consagramos todos los pueblos de Rusia al mismo Inmaculado Corazón.”
Decimos “en parte” puesto que no fue en unión con todos los obispos del mundo.
Tampoco las consagraciones de Pablo VI (1965) y de Juan Pablo II (1982) fueron completas.

ORACION DADA A LOS PASTORCITOS

Oh Dios mío,
yo creo, espero, adoro y os amo.
Y os pido perdón por todos los que
no creen, no esperan, no adoran
y no os aman. (tres veces)

Santísima Trinidad,
Padre, Hijo y Espiritu Santo,
os adoro profundamente,
y os ofrezco el Preciosísimo Cuerpo,
Alma,
Sangre y Divinidad de tu
Amadísimo Hijo,
Nuestro Señor Jesucristo,
presente en todos los tabernáculos
de la tierra, en expiación por los
ultrajes, sacrilegios e indiferencias
con las que Él mismo es ofendido.
Y por los méritos infinitos del
Sagrado Corazón de Jesús y por la
intercesión del Inmaculado Corazón
de María, te pido por la conversión
de todos los pecadores.
Ave María de Fátima

Mons. Aguer reflexionó sobre el sentido cristiano de la muerte

 

El arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer, en su columna semanal en el programa Claves para un Mundo Mejor que se emite por CANAL 9, el sábado 11 de febrero, reflexionó sobre el sentido cristiano de la muerte señalando que “la muerte puede ser imprevista pero no impreparada. Y señaló que este es un tema muy importante y es bello eso de preparar una buena muerte”.

Tras preguntar a los televidentes si alguna vez escucharon una homilía sobre la muerte, consideró que “es un tema sobre el cual casi no se habla. No es muy agradable, aunque cada tanto uno tiene que llorar en algún velorio a alguien querido o cercano pero en la tradición espiritual de la Iglesia el tema de la muerte es un tema muy importante, fundamental”.

Puso el ejemplo de la “Introducción a la Vida Devota”, de San Francisco de Sales, una obra muy popular para la meditación espiritual, que en el capítulo 13 "tiene una breve meditación sobre el sentido de la muerte para un cristiano porque es algo que nos va a llegar a todos y que uno quiere alejar lo más posible, uno no quiere pensar en eso. A mí me aterra cuando leo las noticias y vemos un chico de 14 años que mata a otro de 14 años; o un muchacho de 28 que va a ser papá la semana siguiente y que lo matan para arrebatarle un celular que finalmente no le roban; y tantos casos que escuchamos. Qué tremendo es eso. Esas muertes imprevistas y algunas impreparadas también”.

“Estas cosas -continuó su reflexión el prelado platense- me hacen acordar de una poesía de Rainer María Rilke, un gran poeta del comienzo del siglo XX, nacido en Praga, cuya traducción dice: 'La muerte es grande, somos suyos, nosotros, los de sonrientes labios. Cuando nos creemos en medio de la vida se atreve la muerte a llorar en medio de nosotros'.”

“Si uno piensa un poco en esta poesía puede hacerse este planteo: ¿es cristiana esta concepción de la muerte? Es profundamente humana no cabe duda y Rilke, además, tenía una formación cristiana de base más allá de cómo haya sido su vida y creo que esa poesía también es cristiana y que tenemos que acostumbrarnos a pensar en esto, lo que no significa obsesionarnos con la muerte ni mucho menos”.

“Además -sostuvo- la interpretación cristiana de la muerte se hace desde la muerte de Cristo, desde la Cruz, y esta acaba en la resurrección y por eso nosotros sabemos que la muerte es un tránsito, es un paso, es una pascua. Es un paso difícil. Algunos dicen que es un paso medio oscuro, que es un túnel medio oscuro, medio negro pero ¿qué hay del otro lado? Lo que hay del otro lado es la Luz, lo que hay del otro lado es el rostro de Cristo”.

Por último monseñor Aguer consideró que "tenemos que acostumbrarnos a hablar de estas cosas sin obsesión pero también sin miedo. Yo pienso que, cada tanto, convendría que los curas digamos algo a la gente sobre que nos vamos a morir porque somos mortales. La muerte puede ser imprevista pero no impreparada. Y este es un tema muy tradicional y es bello eso de preparar una buena muerte. No es que los jovencitos estén pensando en preparar una buena muerte pero los viejos como nosotros es hora de pensarlo y espero que esta reflexión les sirva para reflexionar sobre ello”.+

El mito de la imbatibilidad de los británicos: de cómo el Imperio español supo hacerlos sangrar

«A los españoles por mar los quiero ver, porque si los vemos por tierra, que San Jorge nos proteja», afirma una popular cita datada supuestamente de los tiempos de lucha entre el Imperio español y la Monarquía inglesa. La amplia lista de derrotas inglesas cuestiona también la cacareada superioridad de la flota británica
Ilustración de Blas de Lezo
Ilustración de Blas de Lezo - Nieto
En 1558, las tropas francesas dirigidas por Paul de Thermes se enfrentaron a las españolas de Felipe II en una lucha que se mantuvo empatada hasta que una flotilla bombardeó por sorpresa la retaguardia gala. Aquella acción determinó en buena parte la victoria en la batalla de las Gravelinas, si bien quedaron dudas sobre cuál era la bandera de aquellos barcos. Los cronistas ingleses no tardaron en afirmar que se trataba de barcos británicos –en ese momento aliados con el Imperio español a través del matrimonio de Felipe II y María Tudor–, a pesar de que lo más probable es que se tratara de la flota guipuzcoana cuya tripulación sirvió en la batalla. ¿Qué pudo llevar a los ingleses a achacarse una participación que nunca tuvieron?
Los mitos ingleses tienen distintas formas y se extienden a lo largo de los siglos, pero resultan incapaces de ocultar la obviedad de que todos los países tienen sus desastres y su incontable lista de derrotas.
Nada nuevo bajo el sol. Los ingleses han gozado siempre de la fama de que les gustaba inflar su protagonismo en acciones militares, ocultar derrotas como la acontecida en Cartagena de Indias en 1741 y sostener mitos imposibles a través de una portentosa propaganda. Sus exageraciones van desde que ninguna fuerza ha logrado atacar sobre suelo británico (sin ir más lejos en la batalla de Cornualles, 1595, Don Juan del Águila atacó varias villas británicas), hasta que sus fuerzas han resultado prácticamente imbatibles por tierra y, sobre todo, por mar. Los mitos ingleses tienen distintas formas y se extienden a lo largo de los siglos, pero resultan incapaces de ocultar la obviedad de que todos los países tienen sus desastres y su larga lista de derrotas.La lista de fracasos de Inglaterra y de las distintas entidades políticas que han heredado su tradición (el Imperio británico y Gran Bretaña) es tan amplia como la de cualquier otro país. La Guerra Anglo-Francesa (1202-1214); la Primera Guerra de Independencia Escocesa (1296-1328); la Segunda Guerra de Independencia Escocesa (1332-1357); y la Guerra de los Cien Años (1337-1453), en este último caso más bien empate técnico, son algunas de las contiendas que perdió durante la Edad Media. No obstante, parte del mito asegura que la imbatibilidad y la superioridad de los ejércitos ingleses comenzó más tarde, durante el reinado de Isabel Tudor.
«A los españoles por mar los quiero ver, porque si los vemos por tierra, que San Jorge nos proteja», afirma una popular cita datada supuestamente de los tiempos de lucha entre el Imperio español y la Monarquía inglesa a mediados del siglo XVI. Dadas las características geográficas de las Islas británicas, los ingleses han podido centrarse a lo largo de su historia en tener la mejor flota, en detrimento de sus fuerzas terrestres, y se han implicado lo mínimo e imprescindible en las guerras continentales. Lo que resulta más complicado es delimitar cuándo se cimentó esta fortaleza naval, que se suele situar de forma imprecisa en aquel duelo al sol entre Felipe II e Isabel I. A decir verdad, Inglaterra ni siquiera salió bien parada del conflicto.
El Tratado de Londres de 1604 puso fin a la guerra
El Tratado de Londres de 1604 puso fin a la guerra

España ganó la guerra de la Armada Invencible

Los exitosos ataques al Caribe español, el fracaso de la Empresa inglesa y los sucesivos saqueos de Cádiz fueron compensados con la llamada Contraarmada, que devino en un desastre casi de la misma magnitud que el de Felipe II y en una serie de victorias españolas a lo largo de la siguiente década. En 1592, el marino Pedro de Zubiaur dispersó en las costas francesas un convoy inglés de 40 buques; en 1596, el pirata Francis Drake y su mentor, John Hawkins, se estrellaron en el Caribe, donde pretendían repetir los lucrativos saqueos de su juventud y hallaron la muerte frente a poblaciones que se habían fortificado en años recientes. Eso sin mencionar las incursiones de Don Juan del Águila tanto en Cornualles como en Irlanda, donde intentó encabezar una rebelión local contra los ingleses.
Los historiadores coinciden en señalar que el Tratado de Londres se trató de un texto favorable a España
El Imperio español perdió a largo plazo su cetro de potencia naval en parte por aquel pulso, pero el tratado que puso fin al conflicto evidenció quién había ganado a corto plazo. Las negociaciones entre ambos países desembocaron en el Tratado de Londres del 28 de agosto de 1604. Los historiadores coinciden en señalar que se trata de un texto favorable a España, puesto que no solo obligaba a los ingleses a cesar en su apoyo a los rebeldes holandeses, sino que en uno de sus artículos autorizaba a los barcos españoles a emplear los puertos británicos para refugiarse, reabastecerse o repararse, es decir, que ponían a su disposición toda su red portuaria. En lo referido al corso que había precipitado la guerra, el artículo sexto obligaba a ambos países a renunciar a la actividad pirata, sin letra pequeña. Muchos creyeron que este punto solo era papel mojado, entre ellos el último de los grandes corsarios isabelinos, Walter Raleigh (adaptado a lo bestia como «Guatarral» por los españoles), quien se embarcó por entonces en una expedición a América que le reportó un botín más bien escaso. De vuelta a Londres, Raleigh fue detenido y ejecutado por un delito de piratería a instancias del embajador español.
Representación del gobernador de Cádiz dando instrucciones a sus subordinados para organizar la defensa de la ciudad
Representación del gobernador de Cádiz dando instrucciones a sus subordinados para organizar la defensa de la ciudad
Todavía faltaba mucho tiempo para que Inglaterra fuera una potencia realmente temida. Tras el pacífico reinado de Jacobo I, Carlos I inició una guerra contra el Imperio español en parte como represalia a lo que él consideraba un humillante trato durante las negociaciones para casarse con una infanta española. Sin embargo, la guerra no dio los resultados esperados y, en 1625, un ataque naval contra Cádiz terminó con una estrepitosa derrota para Carlos, causándole el descrédito ante sus súbditos. Varias derrotas más, incluida la Rendición de Breda donde había tropas inglesas desplegadas, llevaron a Inglaterra a firmar la paz en 1630 y a dar por finalizada su participación en la Guerra de Treinta Años. Los costes del conflicto y la mala gestión se sumaron a las disputas entre la Monarquía y el Parlamento que se alargaban desde el anterior reinado. Todo ello desembocó en la célebre Guerra Civil inglesa de la década de 1640 y la ejecución del Rey.
El siglo XVIII, no en vano, vivió el ascenso de Inglaterra a gran potencia naval, lo que no evitó que incluso una potencia en declive como España pudiera causarle importantes derrotas. La coletilla «el día que España derrotó a Inglaterra» y fórmulas similares para presentar las victorias hispánicas por mar como algo insólito suponen caer en la simplicidad. El catálogo de éxitos es lo bastante amplio como para hablar de dos rivales con un balance de victorias y derrotas bastante equilibrado. La gigantesca flota de Edward Vernon se estrelló en su intento de conquistar Cartagena de Indias en 1741; una flota franco-española venció a una inglesa en 1744 en Tolón; y durante la independencia de las 13 Colonias de Gran Bretaña hubo apoyo francés y español a los rebeldes, entre otras acciones favorables para los hispánicos.

22 derrotas por mar, y unas cuantas más

En la introducción de su libro «22 derrotas navales británicas» (Navalmil), Víctor San Juan explica que el origen del mito de la imbatibilidad inglesa, sobre todo naval, está en la atronadora sucesión de victorias de la época napoleónica. «La inexacta creencia de la imbatibilidad británica, consolidada con el inagotable aporte literario anglosajón, y llevado incluso más allá por el burdo y crédulo montaje propagandístico del cine, sigue imperando en las mentes a nivel popular, menospreciando a los que fueron adversarios de los marinos ingleses a lo largo de los siglos, españoles, franceses, holandeses, estadounidense, alemanes, japoneses y argentinos, considerados así y todos y por extensión perdedores absolutos», expone en la introducción de dicho libro.
Las derrotas citadas por Víctor San Juan incluyen las incursiones castellanas en la Guerra de los 100 años; el combate de Veracruz en el que John Hawkins fue derrotado en 1568; las derrotas frente a los holandeses durante el siglo XVII; el desastre en Santo Domingo en 1655; la derrota de Nelson en Tenerife; la derrota de Henry Harvey en San Juan de Puerto Rico, en 1797; la tragedia de Coronel en 1914 en Chile; y varios tropiezos de renombre durante la Segunda Guerra Mundial. La lista –advierte el autor– solo contempla unas cuantas del total y no entra a analizar las derrotas terrestres.

miércoles, febrero 15, 2017

Katyn: la oculta masacre comunista en la que Stalin aniquiló a 22.000 prisioneros de guerra

Eric Frattini publica «Manipulando la historia» («Temas de hoy»), un recorrido por las operaciones de «falsa bandera» más llamativas de los últimos 100 años
Katyn: la oculta masacre comunista en la que Stalin aniquiló a 22.000 prisioneros de guerra
En más de una ocasión, la historia no es como nos la cuentan los sabios a través de los libros. Un ejemplo de ello es que, durante décadas, Europa vivió engañada pensando que la corona española había hundido el «USS Maine» norteamericano en el Puerto de la Habana, a orillas de las Américas. Aquel vil acto, según se dijo a lo largo y ancho del globo, fue el que obligó a los EEUU a cargar sus fusiles y entrar en lid con los de la rojigualda. «¡Pobres americanos, agredidos en su orgullo y obligados a coger las armas contra los infames hispanos!», que debieron pensar allende los mares todos los que recibieron la noticia. Pero la realidad era bien diferente, y se conoció después: los supuestos agredidos aprovecharon un accidente en el navío para tener una excusa con la que declarar la guerra a España para arrebatarle los retazos que todavía le quedaban de su Imperio.
En pleno 2017, este amaño es el más conocido en lo que se refiere a «operaciones de falsa bandera» (estafas a gran escala en las que un país manipula a otros en su favor). Sin embargo, no es la única que se ha sucedido a lo largo de los siglos. Del Tercer Reich a la Turquía moderna (esta última región, hace menos de un año), los ciudadanos han sido engañados por los líderes mundiales a su antojo para que creyeran enemigo al amigo, y asesino al inocente.
Una buena parte de estas estafas son las que desvela el popular escritor Eric Frattini en su último libro: «Manipulando la historia», editado por Temas de Hoy. La obra desvela más de una veintena de misiones de espionaje orquestadas por los estados para lograr tener a la opinión pública de su lado. Y, de todas las que recoge, una de las más destacadas es el fraude mediante el que el dictador Josef Stalin aniquiló a casi 22.000 polacos en el bosque de Katyn (todos ellos opositores a su régimen) y convenció a Europa de que los culpables habían sido los nazis. Una acusación que, posteriormente (y después de muchos años) se confirmó falsa.

Hacia Katyn

Katyn, la que fue una de las mayores operaciones de falsa bandera de la historia (hasta finales del siglo XX todavía se dudaba de su autoría) tuvo su origen en septiembre de 1939. Por aquel entonces, un todavía poco conocido Adolf Hitler (Alemania) y Josef Stalin (URSS) firmaron un pacto secreto por el cual invadirían Polonia. Los primeros lo harían desde el oeste, mientras que los segundos accederían al país desde el este pocos días después. En esos días, por tanto, nazismo y comunismo (futuros enemigos) iban bien apretaditos de la mano hacia el dominio de Europa. El resultado de aquel tratado es conocido por todos nosotros: germanos y rusos conquistaron la región y se la dividieron a medias, como si fuera la propina de un café.
Sin embargo, lo que no es tan de dominio público es que Josef guardaba en su rojo corazón mucho rencor contra los polacos debido a que estos habían humillado a sus tropas en la guerra polaco-soviética de 1919. Quizá por eso, o simplemente por quitarse de en medio a un ejército que podía darle más quebraderos de cabeza en un futuro cercano, es por lo que ordenó a su lugarteniente más sanguinario (Lavrenti Beria, jefe del servicio secreto de la URSS -NKVD-) que se pusiera manos a la obra y creara una serie de campos de concentración a los que pudiera deportar a los miles y miles de reos que había hecho durante la contienda.
Polacos capturados por los soviéticos tras la contienda
Polacos capturados por los soviéticos tras la contienda
En palabras de Pere Cardona (divulgador histórico y autor de «HistoriasSegundaGuerraMundial») dichos centros fueron Jukhnovo, Yuzhe, Kozelsk, Kizelshchyna, Oranki, Ostashkov, Putyvli, Starobielsk, Vologod y Gryazovets.
Poco después comenzaron los problemas para los soviéticos cuando les llegó (entre otras cosas) la factura de la comida que debían dar a aquel ingente número de reos. ¿Qué diantres se podía hacer con ellos? En principio se pensó en deportar a un gran número de los mismos. Pero a Piotr Sopunenko, subalterno de Beria, se le ocurrió otra cosa: «descongestionar» los campos de concentración. Así lo afirma Frattini en su nueva obra, donde rescata un documento secreto en el que Beria (siguiendo el consejo de su subordinado) aconsejó al mismísimo Stalin ejecutar a los reos por formar parte de diferentes «organizaciones rebeldes» y estar «llenos de odio hacia el sistema soviético».
MÁS INFORMACIÓN SOBRE KATYN EN «HISTORIAS SEGUNDA GUERRA MUNDIAL»
La idea no disgustó al líder rojo, quien comenzó a movilizar a miles de prisioneros hacia el lugar en el que se llevaría a cabo la «limpia» a partir del 5 de marzo de 1940. Las cifras varían atendiendo a los historiadores, pero se cree que fueron trasladados entre 17.000 y 22.000 polacos (oficiales del ejército, reservistas, intelectuales y un largo etc.) hasta Katyn, una pequeña ciudad ubicada a 19 kilómetros de Smolensko (Bielorrusia). Más concretamente, hasta un espeso bosque situado en las afueras de la misma urbe, que apenas sumaba -en palabras de Frattini- una treintena de viviendas y unos 150 habitantes.
Con horarios especiales para no llamar demasiado la atención, se comenzó a desplazar a los prisioneros para su ejecución. Allí esperaban 53 unidades a las órdenes de Vasily Blojin, el verdugo del camarada Stalin.

La brutalidad comunista

Entre abril y mayo se sucedieron las matanzas en el bosque de Katyn. Según explica Frattini, en ese tiempo se llegaron a asesinar a entre 250 y 300 personas al día (aunque el momento preferido era por la noche, por aquello de no montar un escándalo).
El método era siempre el mismo. En primer lugar, los soldados del Ejército Rojo llevaban a cada preso a un pequeño búnker ubicado en el bosque. Este estaba «forrado» en su interior de varios cientos de sacos terreros para amortiguar el sonido de los disparos. Cuando accedían a la estancia, los reos eran interrogados por un oficial del NKVD que les solicitaba datos como su nombre, su graduación, y un largo etc.
Por si aquello no era lo suficientemente desconcertante para el reo, después se le exigía que se desembarazara de sus objetos de valor. En ese instante, la mayoría de polacos entendían que se había terminado su estancia en este mundo. Finalmente, los soviéticos esposaban a la víctima con las manos a la espalda y la llevaban hasta una sala contigua ubicada dentro del búnker, la cual estaba pintada de rojo (quizá para mitigar los efectos de la sangre).
Las fosas de Katyn
Las fosas de Katyn
Allí se sucedía la tragedia. «Después, un ejecutor del NKVD le disparaba en la nuca o detrás de la oreja. Posteriormente, el cuerpo era retirado por una puerta trasera, para evitar que el siguiente prisionero lo viera», añade Frattini.
Luego, el cadáver era llevado a un camión. Vehículo que, al llenarse, se dirigía hasta una fosa común cercana. De esta guisa, los comunistas asesinaron uno tras otro a -según Frattini- más de 20.000 personas. «Vasily Blojin, el mismo que se vanagloriaba de haber ejecutado en persona a 7.000 prisioneros polacos en 28 días, cubría su uniforme con un delantal de cuero negro, casco y guanteletes para evitar que la sangre y los restos del cerebro de sus víctimas pudieran mancharle», añade el periodista.

Katyn, la masacre oculta

La masacre, tan útil para Stalin, quedó sepultada bajo los cientos de kilos de tierra que se usaron para enterrar a los cadáveres. Y permaneció silenciada hasta que, años después de la invasión de la URSS por parte de la Alemania nazi, los soldados de Hitler descubrieron en Katyn los restos de aquella matanza. Fue en abril de 1943 cuando un oficial de inteligencia germano de una unidad que se retiraba hacia el oeste mencionó el hallazgo de una «gran fosa común en el bosque». Tras un breve periodo de tiempo, las SS desenterraron los cadáveres de nada menos que 4.000 oficiales polacos. Todos ellos, con un agujero de bala tras su cráneo.
Los nazis acusaron entonces a los soviéticos de perpetrar la matanza. Sin embargo, Stalin lo negó todo y afirmó que los culpables habían sido los hombres de Hitler. Para llegar a esta conclusión, afirmó que los agujeros de bala de los cadáveres tenían el tamaño del calibre de la munición alemana. Y lo cierto es que llevaba razón... La mayoría de los disparos habían sido hechos con pistolas germanas Walther 25 ACP modelo 2. ¿Cómo era posible? Simplemente, porque los soviéticos habían repartido estas armas entre sus verdugos para que, si se descubría aquella barbaridad, la comunidad internacional culpara a sus enemigos. Una operación de falsa bandera en toda regla, según señala Frattini en su obra.
Restos humanos extraídos de las fosas de Katyn
Restos humanos extraídos de las fosas de Katyn
El engaño resultó efectivo, aunque -según se descubrió posteriormente- debido a la colaboración de los aliados (entonces partidarios de usar a la URSS como aliado para enfrentarse al nazismo). Estos silenciaron el suceso y evitaron que se investigara en profundidad. Así, hasta que en 1989 algunos historiadores soviéticos confirmaron que «Stalin ordenó la matanza de Katyn». Hace apenas dos décadas.
«Una investigación posterior llevada a cabo por la oficina de la Fiscalía General de la Unión Soviética (1990-1991) y de la Federación Rusa (1991-2004) confirmó la responsabilidad soviética en las matanzas, pero se negó a clasificar esta acción de “crimen de guerra”. La investigación se cerró con el argumento de que los autores de la atrocidad ya habían muerto y de que el gobierno ruso no podía clasificar a los muertos como víctimas de la “Gran Purga”, añade Frattini.
Lo más tristemente irónico es que, al final de la Segunda Guerra Mundial, muchos polacos fueron llamados a unirse al Ejército Rojo para combatir contra el nazismo usando, como argumento principal, la venganza contra esta masacre.

Del Maine a Pearl Harbour

Más allá de Katyn, «Manipulando la Historia» no podría tener un título más acertado. Y es que, tal y como explica Frattini a este diario, todas las operaciones que se recogen en él sirvieron para modificar, en mayor o menor medida, el devenir de un país. «Las operaciones de falsa bandera son llevadas a cabo por un gobierno con el objetivo de que parezca que han sido organizadas por otros. Ya sea por interés económico, político, o el simple interés de llevar a una región a la guerra», afirma el autor.
Como ejemplo clásico, Frattini recurre a la Antigua Roma y a uno de sus emperador más desquiciados. «Nerón fue el primero en organizar una operación de falsa bandera. Acusó a los cristianos de provocar un gran incendio en la ciudad, cuando realmente había sido él porque quería remodelarla. Aquel acto marcó el comienzo de las persecuciones contra los cristianos», señala. Con todo, su libro no se remonta tan atrás en el tiempo, sino que se centra en la época moderna. Y comienza con la más simbólica de ellas, la del acorazado «Maine».
Memo de Beria a Stalin recomendando ejecución en Katyn (1940)
Memo de Beria a Stalin recomendando ejecución en Katyn (1940)- Eric Frattini
«Se acusó a España de colocar una mina en el barco para hundirlo. La historia fue difundida por los dos principales periódicos de la época y significó el comienzo de la guerra entre Estados Unidos y España, pero la realidad fue bien diferente», explica Frattini. La verdad, según narra basándose en una ingente cantidad de documentos oficiales (como suele hacer en todos sus libros) es que la explosión en la nave fue producida por un fallo en la construcción. «Como no había presupuesto suficiente, los tabiques que separaban las máquinas de vapor de la santabárbara eran muy finos. Eso hizo que, tras un recalentamiento, todo el navío estallase de dentro hacia afuera», añade.
Pero fue un error bien aprovechado por el país de las barras y las estrellas en una operación de falsa bandera. De hecho, «Manipulando la historia» cuenta en sus páginas con multitud de misiones orquestadas por los Estados Unidos. Otra de las más famosas fue Pearl Harbour. Un ataque que, según desvela Frattini, conocían perfectamente los Estados Unidos mucho antes de que se sucediera. «En el libro incluyo documentos en los que el presidente Roosevelt ordena a los mandos militares que no tomen medidas de refuerzo en la base porque lo que conviene es que haya un gran número de bajas estadounidenses», señala.
«EEUU sacó del puerto a sus mejores portaaviones para que no sufrieran daños, pero permitió el ataque»
El presidente, según parece, tenía sus razones (políticamente hablando). La principal era que la opinión pública estaba totalmente en contra de que Estados Unidos participase en una guerra europea. Pero también influyó que los sectores industriales le estuviesen reclamando una contienda con la que enriquecerse. Así pues, la única solución que vio fue no defenderse de una agresión que conocía para lograr conmocionar a los ciudadanos de su país. «Lo que hizo fue sacar del puerto a los portaaviones estadounidenses para que no sufrieran daños, pero no hizo nada más. Y eso, a pesar de que recibió multitud de documentos (que publico en el libro) en los que se le informaba de la movilización japonesa», completa Frattini.Pero estas dos no han sido las operaciones más actuales llevadas a cabo por Estados Unidos. En su obra, Frattini también recoge misiones como el incidente de Tonkin, sucedido en los 60. El hecho que desencadenó la Guerra de Vietnam y la muerte, posteriormente, de decenas de miles de militares norteamericanos. «Durante aquella “operación de falsa bandera”, un destructor estadounidense se metió en aguas de Vietnam del Norte. Cuando dos patrulleras le atacaron, su capitán informó de que el incidente se había sucedido en aguas internacionales, por lo que era una agresión en toda regla. En los informes que publico, se puede ver que se habían metido realmente en aguas norvietnamitas», añade el autor.

También en la actualidad

Con todo, las «operaciones de falsa bandera» no son exclusivas de Estados Unidos. Dos ejemplos de ello son dos sucesos que, en los últimos años, han causado un gran revuelo internacional. El primero de ellos se sucedió en 2015. «Ese año, un británico de origen paquistaní llamado Junaid Hussain se enroló en el ISIS. Era un chico de 20 años que se hizo jefe de los hackers de la organización y, supuestamente, atacó los ordenadores del sistema de defensa norteamericanos en multitud de ocasiones (según pudo rastrear el país). Los americanos le detectaron y, en 2015, le mataron mediante un dron», explica Frattini.
La historia podría haber acabado aquí, pero los ataques informáticos se siguieron sucediendo. Algo imposible a priori, pues Hussain ya estaba muerto. ¿Cuál era la causa? «Los ataques provenían realmente del FSB, la división de hackers del servicio ruso», señala el autor. Así pues, los hombres de Putin habían organizado toda aquella pantomima para atacar a su gran enemigo (Norteamérica) y que las culpas fueran cargadas sobre otro. Algo habitual, en palabras de Frattini, en las gélidas tierras de Putin. «En “Manipulando la historia”, publico fotografías e informes que avalan todas estas afirmaciones», destaca a este diario el autor.
Junaid Hussain, alias
Junaid Hussain, alias "Abu Hussain al Britani"- Eric Frattini
En palabras de Frattini, la última operación de falsa bandera que se ha sucedido es el «falso golpe de estado» de Turquía acaecido en 2016. «Fue un caso muy burdo. En el libro cuento cómo se organizó el golpe de estado desde el propio gobierno en 2013. Ese año, Erdogán empezó a gestar un autogolpe con ayuda del servicio de defensa de la gendarmería turca y fue creando gigantescas listas de opositores a los que encarcelar después», explica el autor. Según señala, en la obra explica pormenorizadamente los pasos que iba a seguir el líder para crear un estado presidencialista, su verdadero objetivo.
«Terminé el libro en enero del año pasado, y entonces ya sabía lo que iba a hacer Erdogán. En las páginas se puede ver que lo que yo decía ha ido ocurriendo exactamente así. Hace unos días, de hecho, se ha confirmado el cambio constitucional que hará que Erdogán sea el todopoderoso presidente de la república. Se dijo que había sido un golpe de estado perpetrado por militares, pero todos eran cercanos a él. Erdogán solo buscaba que pareciese que estaba siendo atacado, pero realmente buscaba tener una excusa para atesorar el poder sobre sí», destaca Frattini. Según determina, esa información tan pormenorizada le valió a su principal fuente el hallarse ahora entre rejas en el país.

¿Y en España?

Frattini también responder a una pregunta obvia en nuestras fronteras... ¿España ha llevado a cabo alguna operación de falsa bandera en los últimos años? Sus palabras son sinceras y, a la vez, tajantes: «No. Para ello hay que tener peso específico a nivel internacional, influencia... En caso contrario, no funciona y no provoca el efecto que se busca».
Incluso dedica unas frases a uno de los hechos más controvertidos de nuestro país: «Algunos afirman que el 11M fue una operación de este tipo para cambiar el gobierno, pero no. Decir que un gobierno ha matado a 192 de sus ciudadanos es gravísimo, y hay que estar muy convencido de ello y tener unas pruebas sumamente sólidas para afirmarlo».
Según explica, sucede algo parecido que con los atentados del 11 de septiembre contra las Torres Gemelas de Nueva York. «Los más conspiranoicos dicen que fue una operación de falsa bandera de Bush para poder ir a la guerra, pero eso es algo estúpido. Como presidente no le hacía falta matar a 3.000 ciudadanos porque tenía total potestad para dar la orden».