La resistencia y el plan político del kirchnerismo
¿Qué es resistencia? ¿Resistir a qué? El derecho de rebelión, derecho de revolución o derecho de resistencia es un derecho reconocido a los pueblos frente a gobernantes de origen ilegítimo o que teniendo algún origen legítimo han devenido en ilegítimos durante su ejercicio, que autoriza la desobediencia civil y el uso de la fuerza con el fin de derrocarlos y reemplazarlos por gobiernos que posean legitimidad.
El kirchnerismo propone la “resistencia” como su plan político inmediato. La primera contradicción evidente es que se propone derrocar a un gobierno en el que tiene representantes legislativos, algunos gobernadores y cientos de cargos electivos menores.
La “ilegitimidad” que se propone derrocar tiene una sola explicación ideológica: es ilegítimo porque es de derecha, sería legitimo si fuera de izquierda. Al escribir de forma tan inequívoca esas palabras cualquiera siente un escozor: ¿De Vido, Moreno, Jaime, Boudou, Lázaro, Cristóbal, etc. serían de izquierda?
Con un buen manejo de los medios y una presencia televisiva superior en mucho a su realidad política, los K usan de mascaron de proa –idiotas útiles– a una serie de sectas de ultraizquierda, servicios, impresentables y lúmpenes reunidos bajo sellos de distinto tipo.
El resultado de la “resistencia” es que ha comenzado a ganar la calle. Y lo único que se le opone es el silencio y la mirada impávida del resto de la población. El comunicado número 156 de la agrupación Miles, del dirigente neo nazi Luis D’Elía solicita “estar atentos a las protestas espontáneas y apoyarlas sin importar su origen o su legitimidad”. Propone “desestabilizar” la gestión de Cambiemos.
“Este gobierno va a una crisis segura que ayudaremos a desatar”, afirmó el líder de Quebracho, un grupo financiado por la vieja SIDE desde sus comienzos. “Vamos a provocar la crisis y construir la salida a esa crisis”, dijo el PCI (Personal Civil de Inteligencia) Esteche, acompañado en un palco por Boudou y Mariotto. Motivados por “resistir” y, eventualmente, zafar de la cárcel, se toman su “trabajo” bastante en serio.
La siguiente lista refiere a cortes y marchas de los últimos días que no se vinculan a conflictos gremiales directos o reclamos puntuales:
. 28 de julio: Corriente clasista y Combativa en La Matanza, ruta 3.
. 29 de julio: Protesta de vendedores ambulantes en Morón, quema de cubiertas.
. 1° de agosto: Plenario de estudiantes de La Cámpora en la UTN de Avellaneda, asiste Cristina.
. 2 de agosto: ATE frente al Consejo Escolar de Lomas de Zamora.
. 2 de agosto: Frente Popular Darío Santillán y otros marchan desde el Puente Pueyrredón al Obelisco.
. 4 de agosto: Jornada de Construcción del Partido Miles en Rafael Calzada.
. 9 de agosto: PTS ATE Corriente Marrón Clasista, Agrupación Trabajadores de Coca Cola y Trabajadores de Shell cortan Corrientes y Callao.
. 10 de agosto: Bloque Piquetero Nacional en la 9 de Julio.
. 16 de agosto: MIJP CCC Jornada contra la “violencia histórica”. Interrumpen Puente Pueyrredón.
. 16 de agosto: Tupac Amaru instala un gazebo en Plaza de Mayo, huelga de hambre por Milagro Sala.
. 16 de agosto: Puesteros de Constitución interrumpen Lima y Garay.
. 17 de agosto: Movimiento Lucha y Trabajo, Agrupación Villera Piquetera y Polo obrero en el hall de Constitución.
. 24 de agosto: CTD Aníbal Verón, Tupac Amaru, Quebracho y CNCT cortan el kilómetro 9 de la autopista Buenos Aires-La Plata.
La idea de resistencia es multitarget: poco más de un 25% del aparato judicial resiste en “Justicia Legítima” con la ayuda de una procuradora que comienza a ver su futuro de manera incierta. El problema de los jueces militantes no es su ideología, que cualquiera tiene, sino que anteponen su ideología al cumplimiento de la ley deformando su sentido.
“Estoy solo contra una mafia judicial en Mar del Plata. No tengo absolutamente ningún respaldo, de ninguna naturaleza, de la provincia de Buenos Aires, pese a que se encontraba la gobernadora Vidal en la comitiva”. Las palabras del juez Alfredo López en Los Leuco eran desoladoras. López intenta investigar la agresión a pedradas contra el presidente, identificada por la inteligencia oficial como “parte de un plan organizado”.
La reacción frente a esta investigación frustrada por parte del Ministerio de Seguridad o de la Presidencia ha sido hasta ahora indolente e irresponsable: una agresión al presidente no es un hecho menor como tampoco lo es que dos policías hayan tenido detenidos a los presuntos agresores de Macri y los hayan soltado; todo fue grabado por las cámaras.
¿La mayor parte de la Argentina quiere que Macri se vaya? Evidentemente no, pero tampoco hace nada para demostrarlo. ¿La mayor parte de la Justicia pertenece a la secta “Justicia Legitima”? Tampoco, pero no hacen nada para someterlos a juicio político y sacarlos de ahí.
El ruido de unos pocos infecta el silencio de muchos; las amenazas telefónicas terminan de completar el clima enrarecido: el Gobierno, torpemente, les sirve de caja de resonancia al difundirlas. Las voces en el teléfono deben ser diversas: freaks, conspiradores, ex policías, estudiantes secundarios. El aparato de seguridad pelea contra una medusa imposible de atrapar, y la medusa multiplica su fuerza en los titulares de los diarios.
Al Gobierno, por su lado, le puede servir victimizarse pero la línea entre ser víctima y un pobre tipo cercado por las amenazas es muy débil. El problema no es político sino meteorológico: habría que disipar la niebla. La información sirve para hacerlo, pero no alcanza.