Diecisiete años después de haber iniciado las obras de construcción, el túnel de base del San Gotardo, en el sur de Suiza, se inaugura oficialmente este 1 de junio y batirá en ese momento dos récords simultáneamente: será el más largo y el más profundo del mundo. Este túnel ferroviario es una obra maestra de la ingeniería, que rompe todos los récords: 57 km de longitud y hasta 2.300 m de profundidad en la montaña. Un tramo ferroviario que une Erstfeld con Bodio (en los Alpes suizos) en apenas 20 minutos.
Todavía en el verano de 2014 permanecían adheridos a los puentes fronterizos explosivos instalados desde la Guerra Fría con el objeto de proteger a Suiza de una hipotética invasión alemana. Una vez concluidos los últimos «trabajos de desarme», los únicos explosivos en la frontera entre los dos países han sido los empleados para la construcción de este túnel bajo los Alpes, que abre una gran vía de comunicación europea en sentido norte sur.
Durante la ceremonia de inauguración, el presidente de Suiza Johan Schneider-Amman ha asegurado que este túnel «unirá a la gente y a las economías» de Europa. La canciller alemana Angela Merkel, sentada junto al presidente francés François Hollande y el jefe del gobierno italiano Matteo Renzi en el primer viaje oficial del tren «Gottardo 2016», que hizo el trayecto en 30 minutos, hizo guiño a la seguridad aduanera, a sabiendas de que la frontera con Suiza es a menudo cruzada por los evasores alemanas en busca del calor opaco del bancos helvéticos.
El colosal túnel, cuyas obras han durado 17 años, entrará realmente en funcionamiento en diciembre. Constituirá la pieza clave de la nueva línea ferroviaria que cruzará los Alpes (NEAT) con el objetivo de aumentar el uso del ferrocarril, consolidar la comunicación europea interna y descongestionar así las carreteras para el tráfico de mercancías, en un corredor Rin-Alpes que va desde Róterdam, en el mar del Norte, hasta Génova, a orillas del Mediterráneo. Viajar de Zurich a Milán lleva solamente tres horas.
Como perfecto hijo de su tiemplo, el nuevo túnel, que ha costado 11.000 millones de euros, ha sido inaugurado bajo estrictas medidas de seguridad, con 2.00 efectivos del ejército movilizados y estrecha vigilancia del espacio aéreo, y bendecido simultáneamente por un sacerdote católico, un pastor protestante, un rabino judío y un imán musulmán.
Los datos
Las obras ocuparon a 2.400 obreros repartidos en tres turnos durante las 24 horas del día y siete días por semana, quienes tuvieron que soportar temperaturas de hasta 50 grados centígrados debajo de la tierra. En total, considerando las pasillos y galerías de aireación y de seguridad, la extensión de la obra es de 152 kilómetros.La máquina perforadora que se utilizó para realizar el túnel es tan larga como cuatro campos de fútbol juntos, y prácticamente la totalidad de los 28,2 millones de toneladas de piedra excavada se han podido reutilizar.
La historia
En 1882, se inauguró el tramo ferroviario del San Gotardo, y el comercio y Suiza como destino vacacional prosperaron. De repente, se unió el norte con el sur a través de un tramo panorámico único, algo que por aquel entonces ya se consideró una verdadera obra maestra. A través de 205 puentes y siete túneles ferroviarios, el tren serpentea desde 470 a 1.100 m de altura y vuelve a descender para superar el macizo del San Gotardo. Aún hoy sigue siendo un deleite para los ojos, y sus túneles ferroviarios, que rodean la iglesia de Wassen en el estrecho valle de Uri, son legendarios.Relacionado: los miradores más impactantes en las montañas suizas.
En un referéndum público celebrado en 1992, el pueblo suizo decidió realizar la nueva transversal alpina y, por tanto, apostar por una movilidad sostenible. El tramo central de la nueva transversal alpina es el túnel de base del San Gotardo. Este túnel, que atraviesa los Alpes, es la obra del siglo: con sus 57 km, es el túnel ferroviario más largo del mundo.
En los próximos meses, los trenes podrán cruzar el macizo alpino en tan solo 20 minutos, y las regiones culturales y lingüísticas de Suiza estarán aún más cerca. Al mismo tiempo, los viajeros de los países vecinos podrán llegar de forma rápida, cómoda y fácil al Ticino o al norte de los Alpes. Esta espectacular construcción no solo es una atracción turística en sí misma, sino que también es un medio para lograr un fin: proporcionar a los turistas nacionales e internacionales más tiempo en su destino para descubrir Suiza.
En concreto, el nuevo pasaje ferroviario permitirá la circulación diaria de 325 trenes, de los que unos 260 podrán ser de carga y 65 de pasajeros. Los primeros podrán alcanzar una velocidad máxima de 160 kilómetros por hora, mientras que los segundos circularán a una velocidad media de 200 kilómetros por hora, aunque podrán llegar a los 250 kilómetros por hora.
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Los primeros pasajeros que deseen cruzar este túnel ferroviario dispondrán de varios trenes especiales cuyos billetes pueden reservarse ya en los Ferrocarriles Suizos CFF/SBB. Será los días 4 y 5 de junio de 2016 cuando el nuevo túnel registrará sus primeras circulaciones con viajeros en una fiesta popular previa a su entrada en servicio, en diciembre.
El domingo 11 de diciembre de 2016 empezarán a circular por el San Gotardo los primeros trenes regulares con horario. Así se unirán de golpe el norte y el sur, Uri y el Ticino, Italia, Alemania y los Países Bajos. Los trenes circularán a toda velocidad por este macizo. En el interior, lo harán a una velocidad máxima de 250 km/h. Oficialmente, la fase de pruebas terminará con la inauguración del 1 de junio de 2016, y posteriormente se traspasará el túnel a su futura concesionaria.
Los Ferrocarriles Suizos SBB aún dispondrán de medio año para seguir con las pruebas, hasta que el 11 de diciembre el túnel abra sus puertas al público.
El histórico tramo montañoso que atraviesa y pasa por encima del San Gotardo está muy lejos de llegar a su fin. Al contrario, se podrá seguir admirando tras la puesta en marcha del túnel de base del San Gotardo. El trayecto panorámico por el San Gotardo es, y sigue siendo, único; un trayecto que atraviesa los míticos paisajes alpinos. En el futuro, los viajeros podrán decidir libremente si desean recorrer el eje norte-sur con el moderno ferrocarril de alta velocidad o dar rienda suelta a la nostalgia pasando por el tramo montañoso y deteniéndose según les plazca. Los dos tramos son fáciles de combinar. El recorrido por el San Gotardo une la alta tecnología del ferrocarril de alta velocidad con el clásico viaje en tren por los Alpes, el pasado con el futuro, lo agradable con lo práctico, la sólida vida interior con la colorida y excepcional vida al aire libre.