Massa propicia la derrota de 
Scioli para conquistar peronismo
Infolatam
Madrid, 28 de octubre de 2015
Madrid, 28 de octubre de 2015
Las claves
- Sergio Massa fue respaldado en primera vuelta por más de cinco millones de votos (el 21,3%).
 
(Infolatam, por Rogelio 
Núñez)-. El velado, pero constante, 
apoyo de Sergio Massa a Maurico Macri supone una 
apuesta a largo plazo del líder antikirchnerista. Su idea es contribuir a la derrota 
de Daniel Scioli y por ende del kirchnerismo que encabeza 
Cristina Fernández para, después, asaltar el baluarte peronista y 
convertirse en su nuevo líder.
Las elecciones del 25 de octubre han 
convertido a Massa en el fiel de la balanza para que Macri o 
Scioli lleguen a la Casa Rosada.
El líder del peronismo 
antikirchnerista tiene detrás de sí a los cinco millones de votos (21,3%) que se 
inclinaron por Unidos por una Nueva Alternativa (UNE) lo cual le da una gran 
fortaleza.
Una plataforma que, a corto plazo, le 
puede convertir en hacedor de presidentes, aunque él no sea el dueño de los 
votos, y que a medio plazo le permitiría transformarse en líder único de un 
peronismo reunificado.
Massa ha logrado en estas elecciones alzarse con el 
respaldo del peronismo tradicional. Esa es su plataforma para el segundo 
capítulo de su historia: conquistar todo el peronismo. Para ello le resulta 
fundamental la derrota de Daniel Scioli que a su vez arrastraría tras de 
sí la de Cristina Kirchner.
Sergio Massa, tercero en los 
comicios tras el oficialista Daniel Scioli y el conservador Mauricio 
Macri
Y eso porque desde la muerte de 
Juan Domingo Perón existe una ley no escrita: líder peronista que pierde 
el poder nacional acaba perdiendo también el poder dentro del Partido 
Justicialista.
Andrés Malamud, profesor de la Universidad de Lisboa, lo 
explica muy bien en un artículo en El Estadista: “El ciclo biológico del 
liderazgo es una descripción correcta… Isabelita, Saadi, Cafiero, Menem y 
Duhalde lo vieron escurrirse entre sus vivísimas manos. Pretender que Cristina 
lo conserve desde El Calafate sin contar con presupuesto estatal, Cadena 
Nacional, gobernadores ni ministros refleja una capacidad psicodélica para 
eternizar el presente”.
Por esa razón, el proyecto a largo 
plazo de Massa pasa por la derrota de Scioli el 22 de noviembre 
ante Macri lo cual le despejaría el camino para reinar al interior del 
peronismo. “Ahora vamos por el peronismo”, filtró una fuente massista al portal 
Perfil.com.
Con esa perspectiva se entienden los 
repetidos guiños de Massa a Macri con quien le une su animadversión hacia 
Scioli y el kirchnerismo.
El primero de esos guiños ocurrió el 
martes cuando Massa dijo que “la gente el domingo dijo que no quiere 
continuidad… El problema es de Scioli si no puede romper con el kirchnerismo. De 
todos modos, eso lo tiene que responder Scioli y la ciudadanía juzgarlo. 
Nosotros vamos a defender el voto de la gente, no la candidatura de un 
candidato. No buscamos cargos. No buscamos trabajo. Buscamos defender lo que la 
gente votó”.
Massa sueña con liderar el 
peronismo
Y el segundo este miércoles en la 
presentación de su documento de toma de postura del massismo ante le balotaje en 
un hotel de Puerto Madero.
Massa cuenta con el apoyo, al menos hasta ahora, 
de Juan Manuel de la Sota, caudillo peronista de Córdoba, y de Roberto 
Lavagna. Sobre todo De la Sota puede acabar siendo un rival para dominar el 
peronismo pero ahora es un firme apoyo a su estrategia de hundir definitivamente 
a Cristina Kirchner y al kirchnerismo.
De La Sota ha dejado claro que no apoyará al 
oficialismo y apuesta a ser una figura decisiva en la reconstrucción del 
peronismo que quedará golpeado si Scioli pierde el balotaje: “Hay que seguir a 
la sociedad que votó por un cambio y recuperar las instituciones que destruyó el 
kirchnerismo”.
Como concluye Joaquín Morales 
Solá en el diario La Nación, “si bien se mira, a Massa le conviene más el 
triunfo de Macri que el de Scioli. Esa derrota sciolista en la segunda vuelta 
dejaría al peronismo sin conducción: ni Cristina ni Scioli podrían sobreponerse 
a la debacle. Massa pudo haber tenido un competidor por la futura conducción del 
peronismo en Aníbal Fernández, pero éste también perdió. Massa podría erigirse 
en el único líder de la necesaria y previsible renovación peronista que 
sobrevendría a una eventual derrota el 22 de noviembre”.