Las empresas de Nevada, con inversiones en Puerto Madero
Juntos. Pedro Damiani (tercero) y el director de Helvetic Néstor Ramos (cuarto), en un acto en Montevideo.
Por lo menos dos de las 123 empresas fantasma de Nevada atribuidas por el fiscal Campagnoli a Lázaro Báez hicieron inversiones millonarias en Puerto Madero. Se trata de Huston y Eyden. Diez de ellas, además, tienen la misma matriz de una sofisticada ingeniería financiera y societaria
con cuatro niveles de cobertura para tapar al verdadero dueño. Fueron
creadas por el estudio panameño Mossack Fonseca en Las Vegas, Nevada, a
pedido del bufete uruguayo Damiani y asociados que tiene como cliente a
Helvetic Service Group. Esta está dirigida por el italoargentino Marcelo
Néstor Ramos (Ver foto). Y, además, todas tienen como empresa manager a Aldyne,
creada por Mossack en las islas Seychelles, un paraíso fiscal en el
cual la presidenta Cristina Kirchner hizo el año pasado una polémica
escala técnica a su regreso de una gira por Vietnam y Tailandia.
Helvetic es la misma empresa que se quedó con las acciones de SGI “La Rosadita” que pertenecía hasta el 2011 a Federico Elaskar a pedido del entorno de Báez.
Esta trama de 123 empresas “ es como un tren donde el inversor se sube y se baja cuando quiere y dejando pocos rastros”, graficó una fuente empresaria. La llave para abrir ese candado de sociedades la maneja Ramos porque es uno de los que guarda los “mandatos escritos” de los dueños de la plata.
La orden del juez de Nevada de obligar a Mossack Fonseca a informar de los bienes y cuentas bancarias de las 123 empresas ayudará a la causa por lavado de dinero del juez federal Sebastián Casanello donde ya están procesados Elaskar y Leo Fariña e imputado Báez. Un exhorto clásico basado en la causa argentina hubiera demorado en tener una respuesta por parte de EE.UU. entre uno y dos años. Gracias al fallo del juez Ferenbach, Mossack Fonseca deberá responder en forma perentoria. Y seguramente lo hará porque tiene temor a perder su negocio en Las Vegas si no coopera con la justicia de EE.UU. Llama la atención que en la causa en Nevada haya dos abogados. Uno por Mossack Fonseca y otro por las 123 empresas fantasma. Este dato muestra ciertas grietas “en el tren societario” que, hasta ahora, parecía unido. Una vez que esté la respuesta en Nevada, la justicia argentina solo debería pedir una copia.
Las pruebas reunidas por Campagnoli fueron incorporadas la causa de Casanello, aunque se haya sobreseído la causa por extorsión contra Elaskar que investigó el fiscal de Núñez-Saavedra. En un dictamen, el fiscal dijo que los movimientos de las 123 empresas en los últimos diez años parecían - a partir de la muerte de Néstor Kirchner en el 2010- “un divorcio entre dos viejos socios”. Esta y otras hipótesis se responderán cuando Mossack Fonseca conteste al juez de Nevada el 12 de septiembre. Puede que aparezcan bienes de Báez o de otros argentinos que buscaron evadir impuestos. Es una completa Caja de Pandora.
Helvetic es la misma empresa que se quedó con las acciones de SGI “La Rosadita” que pertenecía hasta el 2011 a Federico Elaskar a pedido del entorno de Báez.
Esta trama de 123 empresas “ es como un tren donde el inversor se sube y se baja cuando quiere y dejando pocos rastros”, graficó una fuente empresaria. La llave para abrir ese candado de sociedades la maneja Ramos porque es uno de los que guarda los “mandatos escritos” de los dueños de la plata.
La orden del juez de Nevada de obligar a Mossack Fonseca a informar de los bienes y cuentas bancarias de las 123 empresas ayudará a la causa por lavado de dinero del juez federal Sebastián Casanello donde ya están procesados Elaskar y Leo Fariña e imputado Báez. Un exhorto clásico basado en la causa argentina hubiera demorado en tener una respuesta por parte de EE.UU. entre uno y dos años. Gracias al fallo del juez Ferenbach, Mossack Fonseca deberá responder en forma perentoria. Y seguramente lo hará porque tiene temor a perder su negocio en Las Vegas si no coopera con la justicia de EE.UU. Llama la atención que en la causa en Nevada haya dos abogados. Uno por Mossack Fonseca y otro por las 123 empresas fantasma. Este dato muestra ciertas grietas “en el tren societario” que, hasta ahora, parecía unido. Una vez que esté la respuesta en Nevada, la justicia argentina solo debería pedir una copia.
Las pruebas reunidas por Campagnoli fueron incorporadas la causa de Casanello, aunque se haya sobreseído la causa por extorsión contra Elaskar que investigó el fiscal de Núñez-Saavedra. En un dictamen, el fiscal dijo que los movimientos de las 123 empresas en los últimos diez años parecían - a partir de la muerte de Néstor Kirchner en el 2010- “un divorcio entre dos viejos socios”. Esta y otras hipótesis se responderán cuando Mossack Fonseca conteste al juez de Nevada el 12 de septiembre. Puede que aparezcan bienes de Báez o de otros argentinos que buscaron evadir impuestos. Es una completa Caja de Pandora.