NOTICIAS GLOBALES, Año XVII. Número, n° 1100; 05/14. Gacetilla n° 1215. Buenos Aires, 12
mayo 2014
1215) CARD. BURKE: CONDICIONES PARA COMULGAR. Fuentes:
Life Site, Infocatolica, Aleteia, Corrispondenza Romana. Por Juan C.
Sanahuja
No a la
comunión de los pecadores públicos. La nueva
evangelización
El Cardenal Raymond
Leo Burke, Prefecto del Supremo Tribunal de la Signatura Apostólica, el 3 de
mayo, en Roma, dirigiéndose a los líderes pro vida reunidos para la IV Marcha
por la Vida, volvió a insistir en la importancia de las condiciones para
comulgar, por parte de quienes se dicen católicos y apoyan leyes que van contra
el orden natural.
El Cardenal Burke
hizo hincapié “en el grave escándalo causado por los legisladores, jueces y
líderes políticos que profesan ser católicos y se presentan a recibir la Sagrada
Comunión y, al mismo tiempo, apoyan e incluso promueven leyes que violan la ley
moral en sus aspectos más fundamentales".
El cardenal añadió
que "la disciplina de la Iglesia, desde los tiempos de San Pablo, advirtió a
aquellos que obstinadamente persistan en un manifiesto pecado grave de no
recibir la Sagrada Comunión. Esta disciplina no es un castigo, sino el
reconocimiento de la condición objetiva del alma de la persona involucrada en
este pecado. Les impide cometer sacrilegio, por violar la santidad incomparable
del Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Cristo, y salvaguarda a la comunidad
cristiana y a la comunidad en general del escándalo que puede llevar a creer que
la violación de la ley moral, por ejemplo, en lo que se refiere a la dignidad
inviolable de la vida humana, la integridad del matrimonio y la familia, y la
libertad de conciencia, no constituyen un grave pecado y no rompen la comunión
con el Señor”.
La Nueva
Evangelización
En su exposición el
Cardenal Burke se refirió también a la nueva
evangelización.
“El grado de
secularización a la que el Papa Pablo VI se refirió con preocupación en
1975, dijo, sigue aumentando exponencialmente, en parte debido a un grave
empobrecimiento o incluso la falta de una adecuada catequesis en la Iglesia
durante las últimas cuatro décadas”.
“El Papa Juan
Pablo II se refirió a la creciente gravedad de esta situación con vigor
inquebrantable. El pontificado de Juan Pablo II, puede ser descrito con razón
como una llamada incansable para reconocer el desafío de la Iglesia a ser fiel a
su misión divina en una sociedad completamente secularizada, respondiendo al
desafío por medio de una nueva evangelización. Una nueva evangelización que
consiste en la enseñanza de la fe a través de la predicación, la catequesis y de
todas las formas de la educación católica. En la celebración de la fe en los
sacramentos, en la oración, la devoción y en la vivencia de la fe por la
práctica de las virtudes; todo como si fuera la primera vez, es decir, con el
compromiso y la energía de los primeros discípulos y de los primeros
misioneros”.
Documento
de los líderes pro vida
Al concluir el
Encuentro Internacional los 56 líderes pro-vida de 16 países allí presentes,
dieron a conocer la siguiente petición dirigida a todos los
obispos:
“Reunidos por primera
vez en Roma para compartir las estrategias internacionales para la defensa y la
promoción del derecho a la vida, nosotros, representantes de más de 50
organizaciones pro-vida del mundo, hacemos un llamamiento a los obispos
católicos, para que la Misericordia obre también hacia los políticos que,
formando parte de la Iglesia, están a favor del
aborto.
Considerado
que:
-San Pablo escribió
en el cap. 11 de la Primera Carta a los Corintios: “quien come y bebe sin
discernir el Cuerpo del Señor, come y bebe su propia condenación (I Cor 11,
29);
-el Canon 915 del
Código de Derecho Canónico afirma que los que “obstinadamente perseveran en un
pecado manifiesto” no deben “ser admitidos en la Sagrada
Comunión”;
-el entonces cardenal
Joseph Ratzinger escribió en una carta en 2004, a
los obispos americanos, titulada Ser dignos de recibir la Santa Comunión, que a
un político católico que vote a favor de leyes tolerantes con el aborto y la
eutanasia se le “debe” negar la Comunión, después de haber sido debidamente
instruido y advertido;
-recibiendo la Santa
Comunión, estos políticos católicos podrían creer que están espiritualmente
sanos y por tanto no tener necesidad de “corrección
fraterna”;
-admitir a la Santa
Comunión a los políticos que están a favor del aborto es causa de escándalo para
el resto de fieles porque lleva a creer que el aborto no es un pecado muy
serio, por tanto daña el testimonio cotidiano y convencido de los que apoyan la
vida;
-verse impedido de
acceder a la Santa Comunión es una alarma que pide la vuelta a una auténtica
vida de fe;
-no es misericordioso
permitir a nuestros hermanos, que viven obstinada y públicamente en el pecado,
permanecer en él sin ser advertidos;
Los abajo firmantes
pedimos a los obispos católicos que no admitan a la Santa Comunión a los
políticos favorables al aborto como signo de amor hacia ellos
mismos. FIN,
12-05-14