La pobreza sería cinco veces mayor a la que dice el INDEC
Por Ismael Bermúdez
Un informe de la Universidad Católica la ubica en 27,5%. Y la indigencia en 5,5%. En total, son 11 millones de personas. Sin datos oficiales, Capitanich afirmó que la situación “mejoró drásticamente”.
26/04/14
Ayer, en medio de la polémica en torno de las cifras reales de
indigencia y pobreza de la Argentina, el Observatorio Deuda Social de la
Universidad Católica (UCA) dio a conocer sus propios números. El
Informe señala que a diciembre de 2013 la pobreza ascendió al 27,5% de la población (más de 11 millones de pobres), de los cuales el 5,5% del total (más de 2,2 millones de personas) serían indigentes.
Así,
para el Observatorio de la UCA los niveles de pobreza son más de cinco
veces superiores a los del INDEC y contrastan con lo que ayer dijo el
Jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, para quien “la reducción de la pobreza y la indigencia ha sido drástica”
y “todos los indicadores han mejorado de modo sustancial”. Capitanich
también se encargó de acusar a la oposición de pretender “desnaturalizar
los efectos claros y contundentes de las políticas adoptadas” por el
Gobierno nacional.
Con estos datos del Observatorio de la UCA,
todas las mediciones alternativas se ubican muy por encima de las cifras
oficiales ya que van del 27,5% para la UCA, al 30,9% para la CGT y al
36,5% para IPyPP, el Instituto que dirige Claudio Lozano (ver página 6), como consignó Clarín en la edición del domingo pasado.
Las diferencias tienen que ver con los valores que cada una de esas mediciones les asignan a las denominadas canastas básicas.
Por su parte, para la primera mitad de 2013, el INDEC había registrado
una pobreza del 4,9% de la población, mientras, aduciendo fallas metodológicas y problemas de “empalme”, no dio a conocer las cifras de la segunda mitad del año pasado.
Ahora
se estima que tras la devaluación y la mayor inflación, tanto el número
de indigentes como de pobres serían mayores porque no hubo aumentos en
las prestaciones sociales, como en el caso de la Asignación Universal
por Hijo, y todavía muchas paritarias no renovaron los salarios
acordados el año pasado.
Según Agustín Salvia, director del Observatorio de la UCA, entre 2010 y 2013 hubo dos procesos socio-económicos relevantes en materia de indigencia y pobreza.
A
pesar del contexto crecientemente inflacionario, las tasas de
indigencia –tanto a nivel de hogares como de población– se redujeron en
2011, para estancarse entre 2012 y 2013. Mientras los porcentajes de
pobreza tuvieron un primera importante reducción entre 2010 y 2011, para
crecer tanto en 2012 como en 2013.
Este dispar comportamiento se
debió, según Salvia, a que en los últimos años “se estancó la generación
de empleos de calidad y el ritmo inflacionario creció a niveles más
elevados, afectando sobre todo a los asalariados y no asalariados del
sector informal, los cuales no pudieron aumentar su actividad laboral ni
los ingresos reales por vía del mercado de trabajo”. Esto explicaría el
incremento de la pobreza.
En tanto, como la mayor parte del
presupuesto de los hogares de más bajos ingresos está conformado por la
asistencia que brindan los programas sociales de transferencia de
ingresos, como la Asignación Universal por Hijo, o las jubilaciones y
pensiones, “los efectos recesivos e inflacionarios de 2012-2013 habrían
sido compensados por los aumentos gubernamentales otorgados en estas
ayudas económicas. Esta situación, más un aumento del subempleo de
subsistencia, explican que las tasas de indigencia hayan tendido a no
aumentar”. Para Salvia, sin estas transferencias se estima que las tasas
de indigencia serían al menos un 50% superiores, trepando al 8-9% de la
población.
La conclusión de Salvia es que a pesar de la
importancia del gasto social –ya que el 22% de los hogares son
beneficiarios de algún programa social–, “la marginalidad económica parece continuar siendo un rasgo estructural
de nuestro sistema social, lo cual se refleja tanto en la existencia
de un núcleo duro que permanece por debajo de la línea de indigencia,
como a través del incremento evidenciado en las tasas de hogares y de
población en situación de pobreza”.