Ataque a la iglesia: padres de los alumnos se reunieron con el rector
Por Pablo Sigal
Zorzoli dijo que el encuentro fue positivo.Guardó hermetismo sobre lo que hablaron.
Pintadas. “Hipócritas” y “Ni Dios, ni amo”, dos de las frases que escribieron los alumnos en la iglesia./IMAGEN DE TV
03/10/13
-Lo tengo que dejar porque un padre me está golpeando la puerta.
El
rector del Nacional de Buenos Aires, Gustavo Zorzoli, se pasó el día de
ayer de reunión en reunión. Lo visitaron las familias de los cinco
alumnos cuyos nombres figuran en una lista que él mismo le entregó a la
Justicia, en el marco de la causa que investiga la fiscal porteña Lorena
San Marco por los daños provocados en la iglesia San Ignacio de Loyola,
cuando la escuela estaba tomada. Hoy, en ese templo habrá una misa de
desagravio que presidirá el arzobispo de Buenos Aires (ver Poli encabezará...).
Los
padres de los estudiantes sospechados desfilaron por el despacho de
Zorzoli desde la mañana de ayer hasta la tarde. El rector se mostró muy
hermético sobre lo que hablaron. “Fue positivo. Dialogamos sobre la
situación actual de esos chicos en el colegio y sobre qué es lo mejor
para ellos”, le dijo a Clarín. ¿Hubo algún pedido de disculpas,
algún reconocimiento de los hechos por parte de los padres? Ahí Zorzoli
prefirió el silencio. “Todo lo que diga tiene implicancias judiciales”,
se excusó.
Al mismo tiempo que en el Buenos Aires trabajan sobre
las posibles sanciones que aplicarán a los responsables del ataque a la
iglesia, la Justicia trata de esclarecer lo ocurrido durante la
madrugada del 25 de septiembre. Zorzoli ya adelantó que, según su
criterio, los alumnos deben ser expulsados porque “no merecen el
título”. Esto llevará un largo proceso de investigación que recién
comienza y que involucrará al Consejo de Convivencia del colegio.
“En
esta primera etapa estoy recolectando las pruebas sobre los daños
ocasionados, que incluyen los que sufrieron también las instalaciones
del colegio”, explicó Zorzoli. En una carta difundida la semana pasada,
el rector ya había denunciado roturas en varios sectores del Buenos
Aires mientras se llevaba a cabo la toma contra la reforma del
secundario. Entre esos daños figuran tres puertas forzadas, que los
alumnos tuvieron que traspasar para poder llegar finalmente a la cuarta y
última, que les dio acceso a la iglesia en la que realizaron pintadas,
quemaron un altar y orinaron sobre otro.
Con respecto al clima que
se vive ahora en el colegio, el rector aseguró: “De a poco estamos
volviendo a la normalidad”. No parece fácil: tras el levantamiento de la
toma, el sábado pasado hubo un “apriete” de un grupo nacionalista que
exigió los nombres de los autores de la profanación de San Ignacio. Y
este lunes hubo amenaza de bomba.
La tensión se vive también en el
Carlos Pellegrini. Su rector, Marcelo Roitbarg, le dijo ayer a la
agencia DyN que el martes hubo amenaza de bomba y que en agosto tuvieron
15. Ambas escuelas dependen de la UBA, no alcanzadas por la reforma
curricular que impulsa el Consejo Federal de Educación. La futura
aplicación en la Ciudad derivó en la toma de 15 colegios. Anoche, las
del Arranz, Danzas 1, Comercial 8 y Mastrazzi seguían en pie.