“Báez recibía órdenes de Kirchner”, dijo un ex socio del empresario K
Por Nicolás Pizzi
Lo afirmó Horacio Quiroga, luego de ratificar que vio contar 7 millones de dólares enviados por el ex presidente.
Sonrisas. Horacio Quiroga llega ayer a los tribunales de Comodoro Py para declarar ante Casanello./LORENA LUCCA
14/09/13
El ex presidente de las petroleras de Lázaro Báez, Horacio Quiroga, ratificó
ayer ante la Justicia que Néstor Kirchner le envió al empresario
patagónico un “préstamo personal” de 7 millones de dólares y que el
dinero fue contado delante suyo en las oficinas de la empresa Austral,
los primeros días de octubre de 2010, pocos días antes de su alejamiento
y de la muerte del ex presidente. Horas antes, Quiroga denunció ante la
diputada Elisa Carrió y un escribano que Báez “recibía órdenes de Néstor Kirchner”.
Quiroga declaró durante más de ocho horas ante el juez federal
Sebastián Casanello (terminó pasada la medianoche) en el marco de la
causa por lavado de dinero derivada de las denuncias públicas que
realizaron Federico Elaskar y Leonardo Fariña, luego arrepentidos.
Quiroga
(62) es un experto en energía. Presidió las petroleras Epsur y Misahar,
concesionarias de siete áreas petroleras de exploración en Santa Cruz,
hasta fines de 2010, cuando fue echado del conglomerado de Báez. El nexo
con el empresario fue el presidente de Austral Construcciones, Julio
Mendoza. Pese al escándalo, Quiroga se mantuvo en silencio durante todo
este tiempo. Recién rompió el silencio la semana pasada en una
entrevista con la revista Noticias, y luego apareció en
Periodismo para Todos. Pocas horas después fue desalojado del
departamento que ocupaba en Puerto Madero desde que era directivo de las
empresas de Báez. Según dijo en la entrevista con Noticias, y ratificó
ayer en Comodoro Py, el detonante para hablar fue una nota de Clarín
(publicada el 17 de mayo), donde allegados a Báez lo acusaban de un
supuesto faltante de 3 millones de pesos, detectado por una auditoría.
Ayer,
antes de ingresar a Tribunales, tras un viaje relámpago a Uruguay,
Quiroga destacó que no participa en política y se desligó del manejo
financiero de las empresas del empresario K. “Voy a ratificar todo lo
que dije (en Noticias), pero nunca hice una orden de compra ni firmé un
cheque”, declaró ante los medios. Sobre el aporte de 7 millones de
dólares que habría realizado Kirchner en octubre de 2010, Quiroga dijo
que “fue una alegría” porque les permitió realizar las inversiones
postergadas en Santa Cruz. El dinero habría llegado a la empresa de Báez
por intermedio de Osvaldo San Felice, socio de Máximo Kirchner y
uno de los mejores amigos del ex mandatario. La reunión donde se
realizó el recuento del dinero tuvo lugar en una oficina del sexto piso
del edificio ubicado en Pasaje Carabelas al 200. También habría estado
presente Báez y Diego Rojas Mónaco, por entonces vicepresidente de las
petroleras. Ante el juez, Quiroga no fue tan contundente. Según fuentes
judiciales, afirmó que no puede determinar el “monto exacto” del dinero que habría enviado Kirchner, según se desprende de una conversación entre Báez y San Felice de la que él fue testigo.
Horas
antes de declarar en la Justicia, Quiroga -catalogado como un
arrepentido- se entrevistó con la diputada Elisa Carrió. “Mis reportes
se dirigían solamente a los accionistas Báez y las indicaciones y órdenes las recibía Báez de Néstor Kirchner
”, dijo delante de un escribano. Carrió escuchó las acusaciones y ayer,
más temprano, decidió presentar la declaración completa ante los jueces
Cassanello y Ercolini, que investiga otra causa sobre asociación
ilícita.
Las declaraciones de Quiroga, quien dijo que tiene temor por su seguridad,
sorprendieron a Lázaro Báez, con quien mantiene un juicio laboral
millonario. “No puede explicar los balances que firmó siendo presidente
de las empresas”, dijeron allegados al empresario patagónico.