En la isla de la fantasía se fueron del otro lado de la curva de Laffer – Por Roberto Cachanosky
Si Ud. ponen una tasa a los ingresos
del 0% recaudan cero palmeras. Si ponen una tasa del 100% de impuesto
también recaudan cero palmeras porque nadie va a trabajar para que le
quiten todo el fruto de su trabajo. ¿Entendieron este concepto?
¿Cómo puede ser que Huguito, que era mi aliado hasta no hace mucho,
ahora me haga una huelga en la isla con el transporte de mercaderías en
las carretillas?, se preguntaba parlanchina caminando de un lado para
otro dentro de la choza imperial.
No se haga problema parlanchina, le dijo Willy Dark, ya mismo le
mando a incautar las carretillas por desabastecer el mercado interno.
Eso, incautemos las carretillas de la isla, dijo Abalito que, como el
resto de los funcionarios, siempre querían agradar a parlanchina.
No es mala idea, dijo parlanchina, pero, ¿y quiénes van transportar
las mercaderías en las carretillas?, pensó en voz alta parlanchina.
Podemos decirles a los muchachos de La Compota que se hagan cargo,
respondió Willy Dark.
Ni se te ocurra Willy, le dijo parlanchina, ellos están para otra
cosa. Para conspirar en la exclusiva zona de la isla El Puerto de los
Maderos, para ver cómo retenemos el poder sin la plata que teníamos
antes.
¿Cómo venimos con la recaudación de palmeras? le preguntó parlanchina
al ente que se encargaba de perseguir a los que pensaban diferente en
la isla y de paso recaudar impuestos.
Venimos complicados, a precios de palmeras constantes la recaudación
está estancada. Y si la actividad económica en la isla no reacciona,
vamos a tener más problemas.
¿Y por qué no recaudamos cada vez más si a los isleños los estamos
exprimiendo como a un limón con la carga tributaria? ¿Qué pasa? Llamen
al náufrago porque intuyo que aquí hay una rebelión fiscal.
Llegado el náufrago, parlanchina lo encaró de entrada: ¿qué
conspiración hay en esta isla que tenemos problemas con la recaudación y
Huguito se quiere hacer una huelga de carretillas? ¿Qué están tramando
con los fondos buitres, el FMI, el diario de la corneta, los jueces, los
productores agropecuarios, los periodistas, los economistas, los
sindicatos, los almacenes de la choza, los intendentes de la isla
y…quién más me falta? le preguntó a Me Bajaron la Palanca. Todos los que
no apoyan el modelo, su majestad, respondió Me Bajan la Palanca.
Bueno, ¿qué tiene para decir? inquirió parlanchina al náufrago.
Me parece que cobran tantos impuestos que se fueron del otro lado de la curva de Laffer, respondió el náufrago.
¿No tenemos ningún camino con una curva que se llame Laffer en esta isla? ¿No sé qué me quiere decir?
Le explico, respondió el náufrago. Arthur Laffer escribió hace mucho
tiempo que, llegado un punto de aumento de la presión tributaria, se
recauda menos.
¿Cómo es eso? interrogó parlanchina.
¿Me permite usar ese pizarrón?, preguntó el náufrago.
Adelante, dijo parlanchina.
En el eje vertical se muestra la recaudación de impuestos y el eje horizontal la tasa del impuesto que cobran Uds.
Si Ud. ponen una tasa a los ingresos del 0% recaudan 0 palmeras. Si
ponen una tasa del 100% de impuesto también recaudan cero palmeras
porque nadie va a trabajar para que le quiten todo el fruto de su
trabajo. ¿Entendieron este concepto?, pregunto el náufrago.
Obvio, no somos tontos, dijo parlanchina.
Bueno, ahora supongamos que Uds. establecen un impuesto del 5% sobre
los ingresos. En este ejemplo Uds. recaudan 9 palmeras. Si lo suben a
10% recaudan 17 palmeras, si lo aumentan a 15% recaudan 24 palmeras. Es
decir, en la medida que van aumentando la tasa del impuesto van
recaudando más.
Y eso es lo que venimos haciendo, exclamó parlanchina.
Déjeme termina, le pidió el náufrago. Como le decía, a medida que Ud.
va aumentando la carga impositiva, consigue recaudar más impuestos,
pero llega un punto en que si Ud. aumenta más la tasa del impuesto,
empieza a recaudar menos. En el ejemplo del gráfico su punto máximo de
impuesto es el 50% en que recauda 50 palmeras. Si Ud. lleva la carga
tributaria al 55% no va a recaudar 55 palmeras, va a recaudar 48. Y si
continúa subiendo la tasa del impuesto, recauda cada vez menos. Por
ejemplo, llevar la tasa del impuesto a los ingresos al 70% le baja la
recaudación a 39 palmeras. Y si se empecina y sigue subiendo la tasa de
los impuestos cada vez recaudará menos. En síntesis, en su voracidad
fiscal, Uds. se fueron del otro lado de la curva de Laffer y recaudan
cada vez menos.
¿Pero si nosotros subimos los impuestos y la gente paga menos quiere decir que evaden y eso es un delito? dijo parlanchina.
Esa puede ser una razón, aunque hay que discutir si es un delito o un
derecho de los ciudadanos a defender el fruto de su trabajo. Pero no
solo recauda menos porque más gente trabaje en negro, también recauda
menos porque la gente sabe que si trabaja más Uds. se quedan con todo el
ingreso marginal que logró. Si el isleño se esfuerza por genera un
ingreso adicional de 10 palmeras y Uds., en nombre de los impuestos
progresivos, le quitan 12 palmeras, ¿cuál es el estímulo que tiene el
isleño para producir más? Uds. no esquilman al contribuyente,
directamente lo matan. Destruyen al que genera los recursos para
mantenerlos a todos Uds.
Esas son teorías del Consenso de Washington, dijo Willy Dark a los
gritos. Uds. los isleños son especuladores. No quieren vender el trigo,
ni las mercaderías que tienen al precio que yo sabiamente les ordené
vender. Solo buscan especular. Se guardan las mercaderías y corren al
dólar. Uds. atacan a las palmeras que emite Merche con su comportamiento
imperialista y egoísta.
Vea, le dijo el isleño, el mismo criterio de la curva de Laffer puede
usarse para el impuesto inflacionario que Uds. aplican salvajemente. Si
la tasa de inflación se mantiene baja, la gente no huye de las palmeras
que emite Merche como moneda. Ahora, si Uds. aumentan la tasa del
impuesto inflacionario emitiendo más palmeras, la inflación sube y la
gente busca refugio en activos que la defiendan de ese impuesto. ¿Cómo
lo hacen? Quedándose en bienes que sean refugio contra la inflación o
comprando dólares.
¿Eso es especulación? Gritó Willy Dark. A las tiendan que no vendan
al precio que yo les fijo les voy a clausurar el negocio, siguió
gritando mientras golpeaba sobre la mesa con furia.
Lo que Ud. pretende, le respondió Willy Dark, es que los dueños de
las tiendas de la isla vendan las mercaderías que tienen en sus
estanterías a un precio menor al que luego van a tener que pagar para
reponer su stock.
¿Qué me quiere decir con eso? protestó Willy Dark.
Si el dueño de la tienda vende el jugo de coco a 10 palmeras y luego,
cuando va a comprar más jugo de coco para reponer en la estantería su
stock, tiene que pagar 15 palmeras, perdió su capital de trabajo. Lo que
Ud. pretende es financiar el populismo licuando el capital de trabajo
de los dueños de las tiendas. Como ya no tienen cómo financiarse,
pretenden sostener la fiesta de consumo hasta las próximas elecciones en
la isla, destruyendo el stock de capital de trabajo de los
comerciantes.
Lo que Uds. han hecho, continuó el náufrago, es hacer tanto populismo
para conseguir los votos de los isleños que ya no les queda forma de
seguir financiando esa fiesta artificial de consumo. Lo que Ud. pretende
es que los dueños de las tiendan le financien la campaña electoral a
parlanchina consumiendo su stock de capital para sostener el consumo
artificial. Porque si además se les cae el consumo, encima se les va a
caer la recaudación. Por lo tanto, Merche tendrá que emitir más hojas de
palmera, habrá más inflación y más huida de las hojas de palmera. Nadie
las querrá y se refugiarán en el dólar y en los bienes.
Mire, le dijo parlanchina, eso de la curva de Laffer es pura teoría,
la gente tiene la obligación de pagar sus impuestos. Ud. está llamando a
una rebelión fiscal.
En nombre de la santa recaudación Ud. no puede pedirle a la gente que
se transforme en esclavos de Uds. quitándoles más de la mitad de sus
ingresos en impuestos, contestó el náufrago. Además, si uno ajusta la
carga tributaria que hay en esta isla por la calidad de los servicios
que Uds. prestan, la carga tributaria tiende a infinito. La gente paga
impuestos para tener seguridad y no se puede caminar por la isla sin que
lo roben. Paga impuestos para tener salud y los dispensarios son un
desastre. Paga impuestos para tener educación y nunca hay clases. Uds.
usan los impuestos para llenar la administración de la isla con
parásitos de La Compota. Encima, hay corrupción. Se roban la plata de
los pocos caminos que construyen, que tienen un costo mayor al de
mercado. ¿Con qué derecho pueden Uds. exigir moralmente que los isleños
paguen impuestos si se roban la plata y la gastan en financiar a los de
La Compota?
¡Esos es rebelión fiscal! gritó el patilludo que se las tira de
economista. Además no es parlanchina ni Willy Dark ni nadie del gobierno
que sube los precios, son los voraces dueños de las tiendas.
Dos cosas le voy a aclarar, dijo el náufrago, mirando a patilludo. En
primer lugar Ud. dice que ni parlanchina, Willy Dark ni ningún
funcionario de la isla aumenta los precios, sin embargo esta semana, la
empresa estatal que vende el combustible en esta isla aumentó dos veces,
en la misma semana, el precio de los combustibles. ¿Y sabe qué?, agregó
el náufrago, Ud. señor patilludo es uno de los directores de esa
empresa estatal que aumentó el precio de los combustibles en la misma
semana.
Sobre lo de la rebelión fiscal, lean historia. Vean por qué el rey
Juan Sin Tierra tuvo que firmar la Carta Magna luego de ser derrotado en
las afueras de Londres. O vean por qué se produjo la revolución
francesa o la rebelión de las colonias americanas que terminó en la
independencia de EE.UU. de Inglaterra. Lean y van a ver que fueron
rebeliones fiscales por el abuso de los monarcas para esquilmar a los
habitantes y colonos los que desataron crisis políticas.
No me venga con historias ridículas, respondió parlanchina. Acá hay que recaudar. ¿Qué sugiere? Le preguntó al náufrago.
Le sugiero bajar los impuestos.
¿Cómo? gritaron todos los presentes.
Obvio, contestó el náufrago. Vean de nuevo el gráfico que les dibujé
en el pizarrón, mientras se paraba y caminaba hacia el pizarrón. Si Uds.
siguen moviéndose en el sentido de la flecha A B del gráfico, cada vez
van a recaudar menos. La gente trabajará en negro, otros preferirán
trabajar menos porque si trabajan más pagan más impuestos que lo que les
ingresa por su esfuerzo adicional y otros se irán a trabajar a las
islas vecinas. Vean cuantas chozas están vacías porque cierran tiendas
por falta de ventas. Vean cuantos inversores de islas vecinas se van de
nuestra isla porque no pueden importar, tienen que pagar impuestos
siderales y, encima, no pueden girar sus utilidades a las islas de las
que provienen.
Ahora, si Uds. recapacitan y se mueven en el sentido de la flecha D E
del gráfico, bajando la tasa de los impuestos, entonces recaudarán más.
Cuanto menor sea la tasa del impuesto, menor es el premio por evadir.
Si la gente tiene que pagar un impuesto bajo, optará por no evadir
porque el beneficio de evadir es muy reducido. En cambio si el impuesto
que cobran es muy alto, el beneficio por evadir es muy alto y estimulan
el trabajo en negro, el no trabajar, trabajar menos o irse a islas
vecinas a trabajar.
Lo suyo es pura teoría dijo parlanchina. Acá hay que pagar los
impuestos sí o sí, porque yo tengo el 54% de los votos de la isla y eso
me da derecho a establecer la carga tributaria.
Se equivoca, a Ud. no le dieron el monopolio de la fuerza para
robarle a la gente usando el monopolio de la fuerza que se le confió
para defender el derecho a la vida, la libertad y la propiedad de los
habitantes de esta isla. Ud. viola los derechos de los isleños a tal
punto que va a sufrir una rebelión fiscal. En rigor ya la sufre porque
nadie quiere las palmeras que emite Merche y la gente está agotada de
trabajar para pagar impuestos y no recibir nada a cambio. Si quiere
seguir así, siga, pero aquí le dejo algunos libros sobre la historia de
las rebeliones fiscales. Después de leerlos, piense si va por buen
camino o tiene que cambiar.
Puede irse, conspirador. A mí no me presión ni extorsiona nadie.
Una vez que se fue el náufrago, parlanchina le dijo a Abalito. Llamá
al EAL y decile al jefe del EAL que le mande una inspección al náufrago.
Vamos a meterle miedo con el EAL por ser opositor a mi gobierno.
Como Ud. mande, dijo sumiso Abalito, pero, ¿qué es el EAL? preguntó Abalito.
El Ente de Afano Legalizado, dijo parlanchina. ¿Cómo pensás que nos
mantenemos en el poder en esta isla? Haciendo legal el afano del trabajo
ajeno. Al robo le damos un aspecto legal llamándolo impuesto progresivo
para la inclusión social. ¿Ahora te avivaste Abalito cómo se roba al
amparo de la ley?
Fuente: http://economiaparatodos.net/