Verbitsky está furioso
junio 4, 2013
By Carlos Manuel Acuña Mientras todos se preguntan el real motivo de la demora del oficialismo en apelar la medida, el bloqueo legal para establecer alianzas partidarias -el plazo vence dentro de nueve días- es una cuestión que afectará especialmente a la oposición en cualquiera de sus manifestaciones. Por ello surge la sospecha de que el kirchnerismo no tomará ninguna iniciativa pues prefiere divisiones minoritarias que le darán una ventaja necesaria para superar la adversidad electoral que se asoma en el horizonte. Tampoco podría concretar sus propias alianzas y el supuesto hace sospechar que ya estarían concretadas mediante un desconocido proyecto de utilizar a los nuevos y pequeños partidos que ha fundado. La curiosidad tendría esta respuesta y también la que sostiene que, en definitiva, el gobierno hará lo que le parece y convenga por encima de la normatividad vigente. La arbitrariedad y la prepotencia dibujan con firmeza un estilo que explica parcialmente la utilización de los enfrentamientos pero también la provocación de odios inevitables.
En este ejemplar del IP se desarrolla un análisis acerca de un tema tan importante que surge en el preciso momento en que todas las señales, encuestas y exploración de las vocaciones de voto, indican que el cristinismo saldría derrotado en las elecciones de octubre. Esto es esperado por la mayor parte de los analistas que sostienen que esto sucedería siempre y cuando Cristina W. Fernández de Kirchner no abandone anticipadamente su cargo como se comenta, y en consecuencia se modifique substancialmente el escenario político e institucional de nuestra ex República. La salud y la inestabilidad emocional le juegan una mala pasada que alimenta la catarata de rumores, comentarios e inferencias que inevitablemente aportan una cuota notable de inquietante confusión.
Respecto de esto último, no podemos dejar de mencionar el enojo de Horacio Verbitsky por los cambios ocurridos últimamente en la órbita ministerial. El alejamiento de Nilda Garré como ministro de Seguridad lo convierte en uno de los principales afectados, pues el ex integrante de la Inteligencia de Montoneros había tejido, como es su costumbre, una intrincada red de intereses e ideologismo que lo llevaron a desempeñarse como un cercano e influyente asesor en las sombras de una Presidente ávida de consejos y planes de conquistas políticas. Garré fue uno de los puentes que acercó a Verbitsky a la Casa Rosada.
El estilo de Verbitsky se destaca por el sigilo y penetración donde más le convenga. Así logró su primer cargo burocrático en el gobierno del teniente general Juan Carlos Onganía al integrar la redacción de una revista que duró poco, pues perdió el respaldo financiero al derivar hacia un nacionalismo de izquierda, preámbulo de lo que sucedería en el país más tarde. Para entonces, Rodolfo Walsh -el planificador de la mayoría de asesinatos, bombas y otros actos terroristas- había creado un aparato de Inteligencia formado por 62 miembros para la mencionada Organización Político Militar (OPM) que tuvo oficinas hasta en Lima, Perú. A lo largo de la guerra solamente se salvaron seis u ocho militantes y entre ellos estaba Verbitsky, quien se conectaría con miembros de la Inteligencia Militar (Fuerza Aérea), vínculos que se prolongarían durante los graves acontecimientos que provocaron los distintos grupos insurgentes. En su momento, Montoneros le dio la misión de asesinar al presidente, teniente general Jorge Rafael Videla; nervioso, Verbitsky se anticipó en dar la señal para la detonación de la bomba que debía estallar en el momento que Videla ingresaba al Edificio Libertador, sede del comando en jefe del Ejército. Sólo murió un camionero (que Hugo Moyano tome nota) que pasaba por el lugar y el hoy jefe del CELS huyó sin organizar la retirada de los integrantes de la célula atacante. El suceso lo perjudicó seriamente a Verbitsky, que recibió sanciones de la conducción montonera.
Si reiteramos estos antecedentes de Verbitsky se debe a que están anudados con otros datos que contribuyen a trazar su perfil, pues como eficaz planificador de inteligencia rescatamos el hecho de que también fracasó en montar la operación para sacar del país a Walsh, quien había preparado su fuga para refugiarse en Cuba. Este inteligente terrorista cayó muerto en un tiroteo con hombres de la Armada, pero todavía no surgieron sospechas de su vinculación con la inteligencia militar (Fuerza Aérea), pese a que colaboró en un trabajo de investigación y redacción de un libro que había elaborado el comodoro Güiraldes para la Fuerza a la que pertenecía. Pero la importancia de la trayectoria cuyo principal nombre de combate era “El perro”, por su reconocida tenacidad para ocupar cargos de importancia y alcanzar sutilmente su objetivo de erosión sistemática mediante un entrismo en todos los sectores posibles. Por su importancia, el periodismo fue uno de ellos. Su tarea resultó exitosa, pues debemos reconocer que fue un actor válido para imponer el desplazamiento de la verdad histórica de lo sucedido en la Argentina y el Cono Sur durante los años sesenta y setenta, modificando esa verdad para lograr una falsa interpretación de la violencia que ellos mismos habían desatado. La reconstrucción de la República le debe mucho a este hombre, que pudo reemplazar para el uso del periodismo y de la gente el concepto de la Guerra Setentista por el vocablo represión, que anticipa con una carga negativa el análisis y la consideración de los hechos. Más aún, la planificación para transformar los derechos humanos en un instrumento de penetración ideológica hizo que este tema de alto contenido emocional reemplazara cualquier oferta programática de los partidos políticos y por ende fue una contribución para su desgaste tan significativo. ¿Sabrán los dirigentes de cualquier tendencia y orientación esta parte de la realidad en que viven y actúan? ¿Se percatarán de la impotencia por conquistar voluntades y alcanzar el nivel de verdaderas fuerzas atractivas y actualizadas en vez de tener que soportar el reclamo popular que clama ¡que se vayan, que se vayan todos…! Salvo lo mejores, que deben soportar estas consecuencias, pues pagan justos por pecadores. Es cierto que la propia incompetencia hizo estos logros, pues ignorar lo que protagonizó y protagoniza Verbitsky demuestra que esa ignorancia de los políticos hace que no sepan o no entiendan lo que sucede. Inexorablemente quedan desplazados… aunque ganen, pues no están en condiciones de solucionar los problemas… y, si lo hacen, sería un verdadero milagro. Hasta el endiosamiento del deporte sirve para reemplazar las ideas (Fútbol para todos) y el contenido de los programas de televisión (Tinelli, por ejemplo) acompaña -y mucho- la operación destinada a conquistar el mismo resultado. Hasta la instalación del miedo forma parte de la trayectoria de Verbitsky, coautor y ejecutor de este proceso tan grave y profundo.
El Perro prolongó la nueva etapa de la Guerra Revolucionaria en el plano político. Deflacionar a las Fuerzas Armadas y limitar a las restantes que intervienen en la seguridad ciudadana, modificar los códigos, ingresar en los medios de comunicación, como se pretende con el proyecto de Ley correspondiente, y socavar los símbolos del pasado originario, son otros componentes que ofrecen hechos que respaldan esta situación. El pretendido retiro del monumento a Cristóbal Colón lo dice con toda claridad y tiene como blancos al componente itálico de nuestra sociedad y, más aún, al factor latino y europeo traído por España y luego por la inmigración. Todo contribuye a socavar los valores y principios y lo que hace directamente a la personalidad de nuestro pueblo y sus tradiciones. Los presos políticos no escapan al montaje que sucintamente exponemos y tampoco el ataque sufrido en los calabozos de Comodoro Py al marino Ricardo Cavallo y al oficial del Ejército Alfredo Omar Feita. Ocurrió el miércoles último y fue concretado por delincuentes presos organizados en el Vatayón Militante, que insólitamente creó y dirige el mismo director del Servicio Penitenciario Federal, Hortel, ubicado en un primer plano de esta segunda etapa de la Guerra Revolucionaria, del pensamiento único y del progresismo como el que se derrama desde el poder.
Verbitsky, furioso por lo ocurrido con su ministro preferida y útil, se encuentra en plena proyección y ejecución de este proceso, por lo que ahora debe replantearse la pérdida relativa de un poder necesario, tema que en sus intimidades y detalles parece ignorar Cristina. La eyección de Garré desde un lugar privilegiado para desarrollar y acceder a las posibilidades económicas que provee el Estado no significa que Cristina haya modificado su conducta: sólo expresa sus necesidades políticas de circunstancia. ¿Carlos Zannini estará contento o perdió un aliado? ¿Serán otros los encargados de dirigir esta segunda etapa de la guerra? ¿Será un retroceso en los avances de Verbitsky? ¿Será un acotamiento a su estrategia o una modificación en los componentes de la lucha? ¿Los progresistas estiman que Verbitsky está agotado y demasiado expuesto…? Preguntas interesantes cuyas respuestas serán útiles para entender el curso de los acontecimientos que no cesan ni cesarán, cualquiera sea el nombre de los ejecutores. Verbitsky preparó a muchos herederos que conocen a la perfección qué significa el Foro de San Pablo, las reuniones internacionales convocadas para analizar los próximos cursos de acción, en tanto los políticos en general se desgañitan frente a las cámaras y los micrófonos, pese a que nadie (pocos) los entiende como le sucedió al penado 14, eternizado simplemente en la letra de un viejo tango. Determinados acordes también sirven para los refugios finales.
Carlos Manuel Acuña