Desplazado del poder, Verbitsky embiste contra Curto y los jueces contenciosos
junio 10, 2013
By Guillermo Cherashny Señalamos días atrás que la salida de Nilda Garré del Ministerio de Seguridad debe leerse en realidad como la caída de Horacio Verbitsky, su principal aliado y operador. De este modo, el columnista estrella de Página 12 fue entregado en bandeja de plata al Papa Francisco, que fuera víctima de sus calumnias. Hebe de Bonafini y Estela de Carlotto, en cambio, se plegaron inmediatamente al giro estratégico del gobierno hacia la Iglesia. El caso es que Verbitsky habría recibido a través de Carlos Zannini un claro mensaje en el sentido de que la presidente no lo recibiría más. En cuanto a Garré, fue exiliada a la embajada argentina ante la OEA. Termina así el proyecto de la “Dilma argentina”, de la cual Verbitsky se creía una especie de Marco Aurelio García criollo. También lo humilló nombrando a Arturo Puricelli ministro de seguridad y le prohibió asimismo al Subjefe del Estado Mayor del Ejército, general César del Corazón de Jesús Milani, que se reuniera más con el periodista, aunque fuentes de inteligencia señalan que se seguirían viendo. Por su parte, Milani se siente confirmado en su cargo gracias a los servicios que le presta al gobierno su ejército de 1200 agentes e incluso está cerca de ascender a Jefe de Estado Mayor, pero sus contactos secretos con el columnista de Página 12 le pueden complicar la vida.
Este Verbitsky despechado inició una cruzada contra la división de asuntos legales de la Policía Federal y contra el poderoso intendente de Tres de Febrero, Hugo Curto, un histórico del Frente para la Victoria, ahora acusado junto a su hijo por supuestas amenazas y acoso sexual a empleados municipales. También Verbitsky arremetió contra el fuero contencioso administrativo alegando que sus jueces están enojados porque el gobierno creó una Cámara de Casación que está por encima de ellos. En realidad, el fuero contencioso en general le respondió favorablemente al gobierno, sobre todo en los casos críticos. Por ejemplo, en los fallos que habilitaron el uso de las reservas del Banco Central para pagar deuda pública. Hoy el panorama es distinto, porque abundan los casos de fallos rechazando la elección popular del Consejo de la Magistratura y la ley que restringe las cautelares contra el Estado por su manifiesta inconstitucionalidad.
Verbitsky ahora halaga la reforma judicial aunque se opuso parcialmente a la misma en el Senado y soportó en silencio el mal trato que le propició Julián Álvarez, el secretario clave del Ministerio de Justicia. Despechado por el trato que le dan la presidente y la Cámpora, Verbitsky ahora enfoca sus cañones contra los intendentes leales al gobierno, elogiando, en cambio, a la Subsecretaria de Coordinación de Seguridad Cristina Caamaño, una declarada estalinista de poca monta.
Finalmente, ataca también a la Secretaría de Inteligencia, diciendo que es el organismo que está detrás de la justicia adicta al cristinismo, que ahora a su vez se rebela ante la disparatada reforma judicial. Es que los espías interpretaron a fondo la orden presidencial de sacarse al “Perro” de encima.