La Caridad sin Verdad sería ciega, La Verdad sin Caridad sería como , “un címbalo que tintinea.” San Pablo 1 Cor.13.1
lunes, febrero 25, 2013
LA PARABOLA DE LOS INVITADOS AL BANQUETE DE BODAS
1 Jesús siguió hablándoles por medio de parábolas:
2 «Aprendan algo del Reino de los Cielos. Un rey preparaba las bodas de su hijo,
3 por lo que mandó a sus servidores a llamar a los invitados a la fiesta. Pero éstos no quisieron venir.
4 De nuevo envió a otros servidores con orden de decir a los invitados: “He preparado un banquete, ya hice matar terneras y otros animales gordos y todo está a punto. Vengan, pues, a la fiesta de la boda”.
5 Pero ellos no hicieron caso, sino que se fueron, unos a sus campos y otros a sus negocios.
6 Los demás tomaron a los servidores del rey, los maltrataron y los mataron.
7 El rey se enojó y envió a sus tropas, que dieron muerte a aquellos asesinos e incendiaron su ciudad.
8 Después dijo a sus servidores: “El banquete de bodas sigue esperando, pero los que habían sido invitados no eran dignos.
9 Vayan, pues, a las esquinas de las calles e inviten a la fiesta a todos los que encuentren”.
10 Los servidores salieron inmediatamente a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos, de modo que la sala se llenó de invitados.
11 Después entró el rey para conocer a los que estaban sentados a la mesa, y vio un hombre que no se había puesto el traje de fiesta.
12 Le dijo: “Amigo, ¿cómo es que has entrado sin traje de bodas?” El hombre se quedó callado.
13 Entonces el rey dijo a sus servidores: “Atenlo de pies y manos y échenlo a las tinieblas de fuera. Allí será el llorar y el rechinar de dientes”.
14 Sepan que muchos son llamados, pero pocos son elegidos.»