fuente : http://www.abc.es/viajar-top/20121219/abci-navidad-tierra-santa-201212131055_1.html
Diez rincones imprescindibles de la Navidad en Tierra Santa
Día 19/12/2012 - 07.31h
Esta guía nos conducirá a una decena de rincones inolvidables, desde Nazaret a Jerusalén, o a Haifa, para sucumbir una y otra vez al magnetismo de Belén
La gruta del Nacimiento
Pocas experiencias hay para un creyente
tan vibrantes como acercarse por primera vez a la gruta minúscula donde
una estrella de plata marca el lugar exacto del Nacimiento de Jesús, a cuyo lado se descubre el Pesebre donde se recuerda la Adoración de los Magos.
El sentimiento se multiplica si la visita coincide con la Navidad. Y como la emoción está garantizada, conviene saber que en estas fechas también lo están las aglomeraciones de decenas de peregrinos –la mayoría grupos dirigidos por touroperadores- incapaces de guardar silencio o de dejar de disparar los flashes de sus cámaras. Por si fuera poco, la Basílica que arropa la gruta está custodiada por los malencarados sacerdotes greco-ortodoxos, unos auténticos hooligans, que acostumbran a poner orden a empujones. Ellos son en buena parte responsables del pavoroso deterioro de este santo lugar, cuyas cubiertas tuvieron que ser arregladas recientemente porque vertían goteras y ya amenazaban ruina. Dentro del templo no hay que dejar de buscar las cuevas llamadas de San Jerónimo, en las que se oculta una pequeña capilla rupestre dedicada a los Santos Inocentes, los niños sacrificados por Herodes.
El sentimiento se multiplica si la visita coincide con la Navidad. Y como la emoción está garantizada, conviene saber que en estas fechas también lo están las aglomeraciones de decenas de peregrinos –la mayoría grupos dirigidos por touroperadores- incapaces de guardar silencio o de dejar de disparar los flashes de sus cámaras. Por si fuera poco, la Basílica que arropa la gruta está custodiada por los malencarados sacerdotes greco-ortodoxos, unos auténticos hooligans, que acostumbran a poner orden a empujones. Ellos son en buena parte responsables del pavoroso deterioro de este santo lugar, cuyas cubiertas tuvieron que ser arregladas recientemente porque vertían goteras y ya amenazaban ruina. Dentro del templo no hay que dejar de buscar las cuevas llamadas de San Jerónimo, en las que se oculta una pequeña capilla rupestre dedicada a los Santos Inocentes, los niños sacrificados por Herodes.