lunes, diciembre 31, 2012

Augurios de Felicidad 2013 desde Tokyo

Que el camino salga a tu encuentro.
Que el viento este siempre detrás de ti y que la lluvia caiga suavemente
sobre tus campos.

Que Dios te sostenga en la palma de su mano, que vivas por el tiempo que tú
quieras y que siempre quieras vivir plenamente.

Recuerda siempre olvidar las cosas que te entristecieron, pero nunca te
olvides de recordar las cosas que te alegraron.

Desde este día en adelante, que Dios te conceda muchos años de vida; de
seguro él sabe que la Tierra no tiene suficiente ángeles.

Y recuerda siempre que: No es tu aptitud, sino tu actitud lo que determina
tu altitud.

MUY FELIZ 2013
                           Ricardo

El aborto en España ha aumentado un 70% en diez años - ABC.es

El aborto en España ha aumentado un 70% en diez años

Día 28/12/2012 - 10.08h

El Instituto de Política Familiar alerta que nueve de cada diez abortos se han realizado «sin aducir ningún tipo de causa»

El aborto en España ha aumentado un 70% en diez años
ARCHIVO ABC
El Instituto de Política Familiar (IPF) alerta en su informe titulado «El aborto en España 1985-2011» de que las interrupciones de embarazo en España han aumentado un 70 por ciento en los últimos diez años y un 182,41 por ciento desde 1991. El informe revela que desde 1985 se han producido 1,6 millones de abortos y, concretamente, apunta que en el año 2011 se produjeron 590.358 embarazos, de los cuales 471.999 fueron nacimientos y 118.359 terminaron en abortos (un 20,05 por ciento).
Así, precisa que uno de cada cinco embarazos en España termina en aborto y que una de cada tres mujeres que ha interrumpido su embarazo lo había hecho al menos en otra ocasión. Esto evidencia, según ha indicado el presidente del Instituto de Política Familiar (IPF), Eduardo Hertfelder, que el aborto se ha convertido «no solo un drama para el niño que no nace o la madre que se ve abocada al aborto sino también en la principal causa de mortalidad en España ocasionando efectos sociales y demográficos desoladores».
Además, el estudio destaca que nueve de cada diez abortos se han realizado «a petición de la mujer» y «sin aducir ningún tipo de causa». En esta línea, precisa que de los 118.359 abortos que se produjeron en España en 2011, 53.468 fueron en chicas con edades comprendidas entre los 20 y los 30 años. Por comunidades, muestra que Andalucía, Cataluña y Madrid son las comunidades con mayor número de abortos acumulados en los últimos 15 años, mientras que La Rioja, Navarra y Cantabria son las comunidades con menor número de abortos. Hertfelder considera que estos datos demuestran que las políticas de las distintas administraciones «han fracasado» por lo que es necesario un «cambio radical».
En este contexto, apunta que la nueva ley del aborto así como la potenciación y difusión de la píldora del día después «va a incrementar aún más el número de abortos». Por ello, el IPF pide «derogar la actual Ley del Aborto» así como el supuesto de riesgo psicológico para la madre e impulsar el desarrollo de políticas públicas que garanticen el derecho del niño en el periodo prenatal y el derecho de la mujer a la maternidad «removiendo los obstáculos que lo impiden así como la inclusión expresa del aborto como violencia contra la mujer».
Asimismo, entre las propuestas, sugieren elaborar un Libro Blanco sobre la natalidad en España; crear una Comisión Interministerial dependiente del Ministerio de Sanidad que aborde la problemática de los abortos; implantar un Plan Nacional sobre natalidad, de carácter trianual, con dotación presupuestaria suficiente; regular el consentimiento informado específico en materia de aborto que incluya la información a la embarazada sobre las secuelas; destinar una línea presupuestaria específica a las ONG que se dedican a la ayuda a la mujer embarazada; crear Centros de Ayuda, Atención y Asesoramiento; realizar encuestas del CIS periódicas que analicen las dificultades para tener hijos; e incorporar los abortos en las estadísticas de defunciones en España.

Película sobre los "Hechos de los Apóstoles"

Envío número: 531- 31 de diciembre de 2012   
 
Película sobre los "Hechos de los Apóstoles"
Filmada en base al relato Biblico
Retrato de Jesus de Bette MyersUna de mis libros preferidos en la Biblia es “Hechos de los apóstoles”. Escrito por San Lucas, médico griego convertido al cristianismo, refleja los primeros años de la Iglesia naciente luego de la Ascensión de Jesús. Tiene muchas historias de Jerusalén en los tiempos del Pentecostés, en el asesinato de San Esteban, historias de San Pedro como primer Pontífice de la Iglesia. Pero Lucas compartió parte delos viajes de San Pablo, y así narra en primera persona esas aventuras.
 
El Libro de los Hechos me enseña a amar y entender a la Iglesia, es como el paralelo a la Niñez de Jesús, porque en esos tiempos la Iglesia crecía y se formaba, como el Niño Dios creció y se formó en medio de la persecución de Herodes.
 
Esta película refleja fielmente el relato Bíblico, y pone imágenes a las palabras de Lucas, para que vivamos de forma más directa lo que ocurrió en aquellos tiempos.
 
Los invitamos a gozar esta hermosa película que nos enseña a amar a nuestra Iglesia, porque la Iglesia es el Cuerpo Místico de Jesús.
 
 
 
 

     
Amemos a nuestra Iglesia, conociéndola

«La leyenda negra procede de la chifladura y falta de escrúpulos de Bartolomé de las Casas»

«La leyenda negra procede de la chifladura y falta de escrúpulos de Bartolomé de las Casas»
El regeneracionismo cayó luego en el mismo desprecio que los nacionalismos por la España real y por su historia, catolicismo incluido.
Actualizado 31 diciembre 2012  







Carmelo López-Arias / ReL  










El historiador y escritor Pío Moa acaba de publicar España contra España. Claves y mitos de su historia (LibrosLibres), un ensayo sobre nuestra historia y sobre la evolución a su través de una peculiar enfermedad del espíritu: la hispanofobia.

Con sus habituales claridad y rotundidad de datos y argumentos, Moa plantea además una perspectiva original en la visión de la Historia: va del hoy al ayer. Esta inversión cronológica es algo más que un apasionante ejercicio intelectual. Permite descubrir mejor las raíces de los fenómenos que han caracterizado más de veinte siglos de nuestra vida colectiva, desde la segunda Guerra Púnica en la que puede empezar a hablarse de España.

Uno de esos fenómenos es sin duda la religión católica, sobre cuya simbiosis con lo español versa lo esencial de nuestra conversación con Moa.

¿Es cierto que los concilios toledanos jugaron un papel decisivo en la configuración de España como nación?
Fueron cruciales porque facilitaron la integración de godos e hispanorromanos, dieron a estos últimos una representación real en el poder y suavizaron las costumbres bárbaras. La nación española nace con Leovigildo y se asienta con Recaredo y el III Concilio de Toledo.

¿Cree entonces, con Menéndez Pelayo, que en el caso España su ser católico está vinculado a su misma existencia como nación?
No lo creo. El catolicismo es fundamental en la historia de España, pero la nación es un fenómeno político, y el catolicismo no es una doctrina política. Y hoy sería absurdo pensar que un no católico no es español o es español de segunda o por mera tolerancia.

La hispanofobia, una enfermedad recurrente en la historia de España.
¿E Isabel la Católica? ¿Se le puede atribuir una condición forjadora?
Más que en la forja de España, en la reconstitución de España, junto con Fernando.

¿Se le debe a ella en exclusiva el carácter religioso de la conquista de América?
La religión tuvo gran peso en la conquista de América, pero esta, por sí misma, no fue una empresa religiosa. Sin duda habría tenido otro carácter sin el impulso evangelizador, ya que niguna otra potencia colonial dedicó tanto esfuerzo y sacrificio a cristianizar a las poblaciones indígenas de América o Filipinas.

¿Debería ser beatificada?
Creo que es un asunto puramente de la Iglesia y no político. No tengo ninguna objeción, naturalmente.

Hay en la Iglesia quien se opone por la expulsión de los judíos. ¿Fue un acto antisemita? 
Propiamente no, puesto que se les permitió y exhortó a convertirse al cristianismo. Fue un problema religioso-político, no racial. Y fue una expulsión en condiciones mucho mejores que otras anteriores en Europa y no se hizo mediante el terror como otras posteriores y actuales en diversas partes del mundo. Básicamente se consideraba a los judíos una minoría inasimilable y odiada por el pueblo.

¿Y el caso de los moriscos, un siglo después?
Fue ante todo una necesidad política, ya que no solo constituían una minoría inasimilable, sino también una verdadera quinta columna del Imperio otomano y de la piratería berberisca. Pero, como toda la política en Europa por aquellas fechas, estuvo muy teñida de religión. Richelieu aplastó a a sus (peligrosos, por otra parte) compatriotas hugonotes y obligó a huir a cientos de miles de ellos, pero se permitió decir que la expulsión de los moriscos de España era el acto más bárbaro de la historia.

Siempre la leyenda negra antiespañola... ¿Cuál fue su origen?
En su origen procede de la chifladura y falta de escrúpulos de Bartolomé de las Casas. Después tomó un carácter religioso-político en cuanto que lo aprovechó masivamente la propaganda protestante, y solo político porque Francia también la utilizó a fondo. Lo peculiar de esa leyenda es que no solo continúa en la actualidad, sino que, sobre todo a partir del "desastre" del 98, se ha extendido extraordinariamente en medios intelectuales y de ahí populares, como señalaba Menéndez Pelayo al hablar de los "gárrulos sofistas" que embaucaban a tanta gente con sus grotescas falsificaciones históricas.

Hablando de falsificaciones, vamos con los nacionalismos y le planteo algo que me parece paradojico: ¿por qué Sabino Arana o el regionalismo catalán moderado apelan a la religión, y sin embargo el "nacionalismo español" -entendiendo como tal el regeneracionismo y corrientes similares- la rechazan?
El separatismo de Arana o el catalán nunca han sido moderados, aunque hayan utilizado varias tácticas. Pretenden "construir" naciones en sus regiones atacando sistemáticamente a España y, al mismo tiempo, la historia y cultura regionales, pues vascos y catalanes se han sentido españoles durante siglos. Por otra parte, los fundadores de esos separatismos se consideraban muy católicos (Arana, Prat de la Riba), al mismo tiempo que se dejaban contaminar por las teorías racistas entonces en boga. En su evolución, esos separatismos se han ido haciendo cada vez menos religiosos e incluso abiertamente antirreligiosos.

¿Y el regeneracionismo?
El nacionalismo español del regeneracionismo caía en las mismas aberraciones que el vasco y el catalán, en el sentido de que despreciaba la historia real del país y con ella al catolicismo. El nacionalismo, en suma, es la doctrina democrática que establece la soberanía en la nación, en el pueblo, aunque haya tenido derivaciones antidemocráticas. Un importante origen del pensamiento democrático se encuentra en la España del Siglo de Oro. Y otras derivaciones han querido hacer de la nación una especie de divinidad, lo que choca con el cristianismo.

¿Con qué nos quedamos?
Creo que en España es preciso un más fuerte nacionalismo democrático, si queremos salir del atolladero histórico en que nos han metido unos políticos ignorantes y frívolos.

Un momento histórico de ese concepto de nación es Cádiz. ¿Fue decisiva la religión en la Guerra de la Indepedencia?
Lo fue en el sentido de que la gente veía que los franceses atacaban no solo a la nación, sino al cristianismo, siguiendo las ideologías de la Revolución francesa. Ello creó también una animosidad popular contra el liberalismo y el aferramiento de muchos a un sistema político, el absolutismo, que ya no significaba más que atraso y estancamiento para el país.

¿Y en las guerras carlistas?
También lo tuvo, evidentemente. Aunque muchos liberales eran católicos, un sector de ellos, el "exaltado" o "progresista", pretendía seguir los derroteros de la Revolución francesa, y el resultado fue la imposibilidad de concordia y evolución pacífica que preconizaba el liberalismo moderado. Después de la primera guerra carlista, los problemas del país provinieron sobre todo de la pelea constante entre moderados y exaltados.

Por último, ¿por qué estalló la violencia antirreligiosa con tal virulencia en la Guerra Civil?
Fue un resultado de la evolución "comecuras" de la izquierda. Los liberales exaltados desaparecieron, pero los izquierdismos mesiánicos, totalitarios, heredaron una aversión fundamental a la Iglesia, a la que consideraban la causa principal del atraso español. El resultado fue un verdadero genocidio, que no se completó debido a la derrota del Frente Popular, en el que mostraron su verdadera cara esos izquierdismos. Porque las soluciones propuestas por aquellos movimientos habrían convertido al país en una cárcel, al estilo de los soviéticos.

El Papa se mete en el volcán, aunque no va solo

El Papa se mete en el volcán, aunque no va solo

"Cuando se niega a Dios, se disuelve también la dignidad del hombre", y por el contrario, hoy puede verse mejor que la tarea de abrir el camino a Dios está íntimamente conectada con la causa de la dignidad del hombre



 





 
No es la primera vez que Benedicto XVI cita a un rabino en sus discursos o dialoga con él en sus escritos. El primer caso fue el de Jacob Neusner, rabino de Nueva York, a quien el Papa ha recibido junto a su familia y con el que ha conversado cara a cara con verdadera amistad, tras haber comentado sus reflexiones en torno a Jesús.

Ahora el citado ha sido el gran rabino de Francia, Gilles Bernheim, a propósito de su tratado sobre los riesgos que hoy corre la familia en las sociedades occidentales, y sus consecuencias para la civilización.

En uno de los discursos de mayor calado y que genera más expectativa, el pronunciado ante la Curia Romana con motivo de la Navidad, Benedicto XVI ha querido apoyar su reflexión sobre la actual batalla por la familia en los estudios de un judío. De esa forma envía un triple mensaje: la cuestión de la familia es en primer lugar una cuestión de razón accesible a todos, pero la tradición judeo-cristiana ha alumbrado y plasmado su formulación de modo insuperable; la Iglesia no quiere dar esta batalla en soledad y busca, cuando es posible, interlocutores y amigos que puedan sostener la verdad esencial de la familia; y por último, el caso francés provoca especial alarma por la capacidad de influencia cultural que nuestro vecino del norte ha demostrado en la historia. El proyecto de matrimonio homosexual pergeñado por Hollande ha provocado, de hecho, una inusual tensión en la historia reciente entre la laicísima República y la Iglesia gala.

Pero ¿por qué ha elegido el Papa este tema para un discurso tan esperado? Benedicto XVI nos lo explica con una frase rotunda: "en la lucha por la familia está en juego el hombre mismo". No se trata de defender una serie de valores tradicionales, aislados del conjunto, como si de una obsesión se tratara. El Papa ha querido señalar en este discurso lo que es, a su juicio, el corazón de la crisis de nuestra cultura: la cuestión sobre lo que es el hombre y cómo puede vivir de un modo justo, cuestión que se refleja de modo transparente en el desmontaje de la familia operado desde los años sesenta del pasado siglo por poderosas fuerzas culturales y políticas.

En un primer paso Benedicto XVI aborda de un modo tan brillante como afilado la cuestión de la relación entre libertad y vínculos, la incapacidad creciente de nuestra cultura de aceptar los vínculos estables como un bien que permite la realización personal. Un vínculo para toda la vida, se pregunta el Papa, ¿está en conflicto con la libertad? Él mismo avanza una respuesta: "el rechazo de la vinculación humana, que se difunde cada vez más a causa de una errónea comprensión de la libertad y la autorrealización, y también por eludir el soportar pacientemente el sufrimiento, significa que el hombre permanece encerrado en sí mismo". Sin embargo "el hombre sólo logra ser él mismo en la entrega de sí mismo, y sólo abriéndose al otro, a los otros, a los hijos, a la familia; sólo dejándose plasmar en el sufrimiento, descubre la amplitud de ser persona humana". La consecuencia existencias (personal y social) del rechazo a los vínculos es que "desaparecen también las figuras fundamentales de la existencia humana: el padre, la madre, el hijo; decaen dimensiones esenciales de la experiencia de ser persona humana".

Pero la andanada más señalada por la gran prensa (no podía ser de otro modo) se refiere a la llamada ideología de género (gender) y aquí es donde el Papa camina del brazo del rabino Bernheim. Según esta filosofía el sexo ya no es un dato originario de la naturaleza, que el hombre debe aceptar y llenar personalmente de sentido, sino un rol sobre el que cada uno debe decidir autónomamente. Benedicto XVI califica como falacia esta teoría y la revolución que conlleva. El hombre niega tener una naturaleza preconstituida por su corporeidad, y pretende crearla él sin otra referencia que su propia voluntad. Y retomando la idea que expresó en el Bundestag, sostiene que "la manipulación de la naturaleza, que hoy deploramos por lo que se refiere al medio ambiente, se convierte aquí en la opción de fondo del hombre respecto a sí mismo".

Ya es evidente que el Papa ha decidido entrar en el volcán, allí donde casi nadie se atreve hoy a meterse puesto que el resultado más predecible es salir convertido en ceniza. Si se rechaza la dualidad de hombre y mujer como dato de la creación, "entonces tampoco existe la familia como realidad preestablecida por la creación, y en este caso, también la prole ha perdido el puesto que hasta ahora le correspondía y la particular dignidad que le es propia".

En el fondo asistimos a la mayor impugnación cultural producida en veinte siglos a la página inicial del Génesis, la relación entre la filosofía del gender y el ateísmo proactivo de diversos centros de poder occidentales es evidente para el Papa. "Allí donde la libertad de hacer se convierte en libertad de hacerse por uno mismo, se llega necesariamente a negar al Creador mismo y, con ello, también el hombre como criatura de Dios, como imagen de Dios, queda finalmente degradado en la esencia de su ser. En la lucha por la familia está en juego el hombre mismo".

Un corolario fulminante para cerrar esta parte del discurso: "cuando se niega a Dios, se disuelve también la dignidad del hombre", y por el contrario, hoy puede verse mejor que la tarea de abrir el camino a Dios está íntimamente conectada con la causa de la dignidad del hombre. Impresionante discurso que merece atención y compromiso.

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El abismo español

Si el discurso español es algo más que palabras huecas, ha de levantar inmediatamente una potente política pública al servicio de los matrimonios, de las familias con capacidad de generar descendencia y de educarla a favor de la conciliación y de la estabilidad familiar


Actualizado 28 diciembre 2012  






 
De una manera recurrente, pero sin ningún efecto sobre la opinión pública, la publicada y mucho menos sobre la agenda política, aparece información que señala la bomba demográfica sobre la que está viviendo España. Cada vez que el INE aporta algunos datos se produce esta llamarada que señala el riesgo en el cual vivimos y avanzamos con él hasta la catástrofe final. Una sola idea sirve para resumirla: hoy en España nacen tantos niños como a mediados del siglo XIX, cuando la población era un 65% inferior. Al lado de esta caída tremenda de la natalidad, hay que señalar el aumento extraordinario del aborto, cerca de 120.000 niños han dejado de nacer por esta causa en el año 2011. Es una catástrofe que navega al lado de la otra.

En el 2050 habrá una persona en edad de trabajar por cada niño o jubilado. Evidentemente, antes de llegar a esta cifra el país habrá implosionado por inviable. Naturalmente, hay personas y entidades, la empresa de recursos humanos Manpower es una de éstas, que reflexionan bajo la idea de que así será más fácil que los parados encuentren trabajo. Hay que decir que este tipo de cálculos no tiene ningún fundamento económico. No se puede indicar, y subrayemos el vacío absoluto, una sola pieza de literatura económica que demuestre que las jubilaciones dan lugar a la entrada automática de jóvenes para ocupar el lugar de trabajo. La Organización Internacional del Trabajo sostiene exactamente el mismo punto de vista. En la práctica, los trabajadores más jóvenes no sustituyen fácilmente a los trabajadores mayores, ya que el número de lugares de trabajo no es estable y cambia en función de las condiciones del mercado laboral. Y aún podríamos añadir una máxima: no existe ningún caso de crecimiento económico en el marco de una caída de la población como la que vive España.

En el 2050, en el mejor de los casos, las pensiones representarán el 15% del PIB y la sanidad, en una muy buena hipótesis, el 7%. Una cuarta parte del PIB se dirigirá a estos gastos sociales. Esto partiendo de la consideración de que los niveles de salud de la población jubilada serán francamente buenos. Pero en esta evolución, que tiene en cuenta comportamientos previos, no entra la lógica de que nuestros jóvenes hoy presentan tasas de salud, debido a sus malos hábitos, inferiores a las de sus predecesores, como ponen de relieve diversas encuestas. Por lo tanto, aquel 7% incluso puede llegar a crecer.

Los primeros interesados en que todo esto no se lleve a cabo deberían ser los jóvenes, es decir aquellos que estarán cercanos a la edad de jubilación o que ya estarán jubilados a partir del año 2040, incluso antes. Los jóvenes de hoy, aquellos que tienen menos de 35 años, deberían alzar necesariamente la bandera de estimular los nacimientos. Y ello requiere cambiar muchas cosas: privilegiar a las familias que tienen hijos, sobre todo a partir del segundo; facilitar la conciliación familiar; y recuperar culturalmente el valor de la maternidad. Éstas son las cuestiones en las que se juegan su futuro.

Porque hay que decir que si esto se mantiene las pensiones, tal y como las conocemos ahora, serán inviables. No se tratará de cobrar algo menos sino sencillamente de no cobrar prácticamente nada. Todo el sistema en el que está basado el bienestar se resquebrajará, porque este partía de un principio que se daba por inmutable hasta que la sociedad desvinculada lo destruyó, el de que los matrimonios serían estables, tendrían hijos y que el promedio sería generalmente superior a los dos hijos por pareja. Hoy estamos en 1,35 hijos por mujer en edad fértil. Con esta cifra es evidente que no hay ninguna posibilidad de bienestar en el futuro.

De la misma manera que he dicho antes de que no hay estudios que relacionen la baja demografía con el crecimiento económico, he de apuntar que sí existe toda una escuela en la corriente de desarrollo endógeno que señala que el crecimiento de la población es un factor de dinamismo económico. Los países que tienen jóvenes en una proporción adecuada aprovechan mejor las condiciones de desarrollo que ofrece el propio país, generan dinámicas de productividad, creatividad y consumo mucho mejores que las de las poblaciones envejecidas.

Casi no queda tiempo, pero no necesariamente ha de suceder lo que la tendencia demográfica señala. Si España tiene interés por sí misma, si el discurso español es algo más que palabras huecas, ha de levantar inmediatamente una potente política pública al servicio de los matrimonios, de las familias con capacidad de generar descendencia y de educarla a favor de la conciliación y de la estabilidad familiar.

Josep Miró i Ardèvol, presidente de E-Cristians y miembro del Consejo Pontificio para los Laicos

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