Fragata sin libertad
Que los bienes argentinos estaban en
la cuerda floja era bien conocido, pero hasta ahora se habían escapado.
Por ejemplo, los aviones de Aerolíneas que vuelan a distintos destinos,
no pertenecen oficialmente a la empresa, sino que están a salvo en
condición leasing.
Por Julia Rodríguez Larreta
Que los bienes argentinos estaban en la cuerda floja era bien
conocido, pero hasta ahora se habían escapado. Por ejemplo, los aviones
de Aerolíneas que vuelan a distintos destinos, no pertenecen
oficialmente a la empresa, sino que están a salvo en condición leasing .
El primero que debía entender el porqué de esta desagradable
situación, era el propio gobierno. Estafar a tanta gente que optó por
invertir en títulos soberanos del país no es un hecho irrelevante, sino
grave, que además de perjudicar a muchos, destruye la confianza en los
contratos legales hechos libremente y de buena fe. Aunque desde la Casa
Rosada se trata de desviar el enfoque haciendo declaraciones
altisonantes contra los “fondos buitres”, catalogados como su nombre lo
indica de rapaces, lo cierto es que gran parte de los damnificados
fueron personas de carne y hueso. Jubilados, gente de edad, de Alemania,
de Italia, de España y otros países, que no estaban en condiciones de
discutir los términos confiscatorios que el gobierno peronista del
momento les imponía; cambiar sus bonos por otros con un valor nominal
mucho menor. O sea que todo aquel que se sintiera incapaz de reclamar,
recibía solo una mínima fracción de lo que había invertido.
Sin embargo, un grupo de acreedores decidió no resignarse e insistir
en recuperar el dinero que se les debía. Para lograrlo acudieron a los
tribunales internacionales y han ganado más de 100 juicios en distintas
cortes, incluidas la Suprema Corte Británica y en estrados federales de
Estados Unidos.
A pesar de ello, como no hay mejor defensa que el ataque según la
sabiduría popular, más la notoria inclinación del presente gobierno
argentino hacia la confrontación, la denuncia de complots y
conspiraciones, todo dentro de un marcado gusto por el histrionismo, la
Presidente se ha mostrado absolutamente indignada frente al atrevimiento
del juez ghanés, Adjei Frimpongal. El magistrado determinó que la
fragata no podía soltar amarras, dándole curso a la demanda por 300
millones de dólares interpuesta por NML Capital Limited, subsidiaria del
fondo de inversión Elliot Management, ubicado en Nueva York, que maneja
inversiones de fondos de pensión, de universidades, de otros inversores
institucionales y de particulares.
Apelando a los ánimos patrióticos, Cristina habló de “libertad, de
dignidad y soberanía ultrajada”. Los rumores de complots desembocaron en
la renuncia dos altos mandos de la Armada y tampoco faltaron las
acusaciones de corrupción respecto de la justicia ghanesa.
Más allá de la frustrante y vergonzosa experiencia que ha tenido que
vivir la inocente tripulación de la nave, parte de la cual sigue en el
puerto de Tema y el resto voló de regreso (en vuelo charter), la
resolución del magistrado africano se explica en una sentencia de 25
páginas. Allí se hace mención al hecho de que si bien la fragata
Libertad aplica como “buque de guerra” y de acuerdo al artículo 29 de la
Convención de la ONU sobre derecho del mar de 1982 gozaría de la
inmunidad prevista en el art. 32, la Argentina hizo explícita cesión de
inmunidad soberana, en 1994. Aceptó la jurisdicción de cortes
extranjeras, para poder acceder a los préstamos que luego incumplió.
La triste verdad es que Argentina se ha ganado mala fama debido a sus
reiterados incumplimientos. Hace poco la titular del FMI, Christine
Lagarde, le exigió públicamente que mejore la certeza de sus índices y
han habido duros artículos en influyentes diarios del exterior como el
Financial Times y el Wall Street Journal, cuestionando su pertenencia al
G20. Inclusive se ha propuesto que deje su lugar a Chile, considerado
más serio.
Por otro lado, Ghana es un país que ha ganado en credibilidad y se
destaca en el mundo africano por ello, a partir de que en 1992 comenzó a
tomar drásticas medidas para fortalecer el orden constitucional, la
pluralidad de partidos y el camino democrático. El progreso no ha sido
fácil, pero se dieron cuenta de la importancia del imperio de la ley y
la seriedad fiscal. Así que Ghana se juega su reputación de país con una
justicia independiente. Para Argentina se abre un duro litigio .