FORMAR
HIJOS HEROICOS, HIJOS DISTINTOS.
Mientras quedamos a la
espera de este acontecimiento terminal de la historia [el Apocalipsis] nos toca
aquí el combate. El enemigo de Dios, el enemigo que pretende borrar el nombre
de Dios de la faz de la tierra, ese enemigo está barriendo una tras otra las
barreras que hasta ahora impedían el triunfo de sus designios, y lo hace con la
complicidad suicida incluso, de quienes por oficio están constituidos para
cerrarles el paso. Pues bien, la familia es el último baluarte como lo dijimos
de la resistencia a la que actualmente apuntan todos los cañones del enemigo.
Es cierto que ella ya ha sido terriblemente sacudida, herida, pero el hecho es
que todavía resiste. Así, todos los que entre ustedes se hayan decidido a
constituir una familia sepan que deben aprestarse a edificar un baluarte de la
fe, un baluarte de la Iglesia
verdadera. Ustedes se van a unir en nombre de Cristo que dijo que donde dos o
tres se reunieran en su nombre Él estaría en medio de ellos. ¡Dónde está mejor
Cristo que en el seno de un hogar católico! Ustedes se van a unir, los que no
se han casado todavía, y los que se han casado ya se han unido en el nombre de
Cristo, sus hijos nacerán al calor del amor cristiano; por eso es deber de
ustedes hacer que Cristo se sienta cómodo en el hogar que van a generar, y
formar en cada hijo un héroe; ya no los podemos formar, ya no estamos en la Edad Media, como se
dice con desprecio, pero hay que aceptar esa frase, ya no estamos por
desgracia, en donde todo el ambiente ayudaba; ahora todo el ambiente va en
contra y por tanto hay que formar héroes, ya no se puede ser un católico,
siempre es difícil, pero hoy es heroico, hoy hay que ser distinto, tener que ir
a contra corriente, y tenemos que sacar chicos así, porque si no los chicos van
a seguir la corriente, se van a la ruina total. A contra corriente, como el
surubí, que no sigue la corriente del agua, sino que va a la fuente, al origen,
a su origen. Me acuerdo un texto de la Escritura que siempre me ha impresionado: un
grupo de perversos se junta y dicen miren ese que va por ahí, ese es distinto
– el único calificativo: es dis-tin-to. Eso es lo que les
molesta: es distinto. Su sola presencia es un reproche mudo, dice el Libro de la Sabiduría; su sola
presencia, el solo verlo, ganas de matarlo, esta frase me impresiona. Hay que formar chicos distintos, jóvenes
distintos, que tienen que aprender el egoísmo y aprovechar la rebelión de la
adolescencia para que se rebelen contra este mundo felón que los quiere ganar
para su destrucción. Toca entonces a ustedes hacer grata la presencia de Cristo
en la familia, facilitarle que sea Él quien ame en ustedes, que por ustedes
eduque a sus hijos, las mejores cosas, las obras de arte de la Edad Media. Y los
eduque para esta época bravía, época de felonías sin cuenta, y por tanto en
contraste, época de caballeros, época de héroes, época de santos