El número áureo, descubierto en el útero
1,618. Ese es el número áureo o relación dorada, una proporción de las
cosas descubierta en la antigüedad a la que se le atribuye un carácter
estético y que puede encontrarse no solo en el mundo del arte, sino
también en la naturaleza. Y resulta que también en el útero de las
mujeres. El ginecólogo Jasper Vergtus, de la Universidad de Leuven en
Bélgica, asegura que existe una relación entre ese número considerado
por algunos casi místico y el sexo femenino. El investigador sugiere que
cuando las mujeres son más fértiles, entre los 16 y los 20 años, las
dimensiones del útero se acercan a 1,6, una aproximación muy cercana al
número áureo, según publica el diario británico The Guardian en su
edición online.
El número áureo -a
menudo llamado número dorado, razón áurea, razón dorada, proporción
áurea o divina proporción- fue formulado por primera vez por Euclides,
unos tres siglos antes de Cristo, como un número irracional y con
infinitos decimales, cuyo su valor aproximado es 1,6180339887498... Casi
2000 años más tarde Alberto Durero describía cómo trazar con regla y
compás la espiral basada en la sección áurea. Unas décadas después, el
astrónomo Johannes Kepler desarrolló su modelo del Sistema Solar, en el
que tenía en cuenta estas proporciones mágicas.
El número áureo también está «emparentado» con
la serie de Fibonacci. Si llamamos Fn al enésimo número de Fibonacci y
Fn+1 al siguiente, podemos ver que a medida que n se hace más grande, la
razón entre Fn+1 y Fn oscila, siendo alternativamente menor y mayor que
la razón áurea. Esto se relaciona de una forma muy especial con la
naturaleza, por ejemplo, con la disposición de los pétalos de las
flores.
De Da Vinci a las entrañas
La divina proporción ha sido empleada hasta la
saciedad en el arte -buen ejemplo de ello es el magnífico Hombre de
Vitruvio de Leonardo Da Vinci- pero se encuentra en los lugares más
dispares de la naturaleza. Según The Guardian, el doctor Verguts ha
medido los úteros de 5.000 mujeres utilizando ultrasonidos y ha dibujado
una tabla con las proporciones según la longitud y la anchura para las
diferentes franjas de edad. El número resultante es 2 tras el nacimiento
y decrece a 1,46 cuando la mujer envejece. Lo más sorprendente es que
cuando las mujeres están en su etapa más fértil, entre los 16 y los 20
años, las dimensiones del útero son de 1,6, una estupenda aproximación
al número áureo. Es la primera vez que alguien se ha dado cuenta.
Probablemente, el asunto tiene un escaso valor
científico o médico, pero resulta más que curioso que este número
presente en el arte, la arquitectura y la naturaleza -hasta en los cuasicristales del último Nobel de Química -
aparezca también en las entrañas femeninas. Ya sabemos lo que el
Partenón, una tarjeta de crédito, el rostro de la Mona Lisa y un útero
tienen en común. Y todas, de una u otra forma, son cosas atractivas.