El Papa extiende a Australia los ordinariatos para acoger a los anglicanos
La creación del Ordinariato Personal de Nuestra Señora de Cruz del Sur en Australia completa la estructura iniciada con la creación del primer ordinariato en el Reino Unido en el 2011 y el segundo en Estados Unidos en enero del 2012. En cada caso el Papa ha puesto al frente de los nuevos ordinariatos a antiguos obispos anglicanos, depositarios de una tradición litúrgica y cultural de varios siglos, extendida por todo el mundo durante el apogeo del imperio británico.
Hasta hace un par de años, los anglicanos que decidían incorporarse a la Iglesia católica lo hacían a titulo individual y renunciando a su liturgia. Ahora, en los ordinariatos personales, se les admite como comunidades parroquiales de fieles, sacerdotes y obispos, con sus ritos y sus libros devocionales.
Los obispos y sacerdotes tienen que recibir de nuevo la ordenación sacerdotal en la Iglesia católica, a la que se incorporan como sacerdotes casados si es su caso, o con la posibilidad de casarse más adelante si lo deciden.
El ordinariato anglocatólico de Estados Unidos, con base en Houston, tiene al frente como ordinario al exobispo episcopaliano Jeffrey Steenson, ordenado sacerdote católico casado en el 2009, un par de años después de que él y su esposa, Debra, decidieran dar el paso a la Iglesia católica.
Más de cien sacerdotes episcopalianos norteamericanos han solicitado la entrada en la Iglesia católica, y los primeros 42 están ya haciendo los cursos para la ordenación sacerdotal en el seminario de Houston. El programa formativo incluye también cursos para las esposas de 34 de ellos pues prácticamente en todos los casos de sacerdotes casados la decisión de pasar a la Iglesia católico fue tomada como pareja.
Para encuadrar a los obispos y sacerdotes anglicanos de Canadá se creo el pasado mes de abril un decanato dependiente del ordinariato de Houston. Esa misma solución, respecto a Australia, se aplicará a comunidades anglicanas de otros países del Pacifico.
Al cabo de dos años, el proceso de incorporación de clero y fieles a los Ordinariatos Personales se está llevando a cabo con gran serenidad por parte de todos, sobre todo de anglicanos y episcopalianos, que respetan escrupulosamente la libertad de quienes quieren pasarse a la Iglesia católica.