Queridos lectores:
Desde que el Santo Padre anuncio el consistorio, fueron muchos los periodistas que se están encargando casi diariamente de hacer públicas supuestas situaciones dificultosas en la curia Romana que debilitarían el Papado. Los Piqué, Rubín, Argañaraz miran no desde la fe, sino desde la politiquería barata que llama a hacer especulaciones, sumas, restas, candidatos papables o no, rumores de renuncias, etc. Ya lo vivimos con Juan Pablo II.
Pero quienes tenemos fe, y no una fe ingenua como para no pensar que muchos hay con el espíritu de Judas Iscariote, y otros tantos con la cobardía de los doce, como si no hubiera habido un Pentecostés, analizamos estos acontecimientos supuestos o reales con la mirada puesta en Cristo y sus palabras, que resuenan día tras día con mas fuerza, “las puertas del infierno no prevalecerán” contra la Iglesia, aun cuando “el humo Satanás” haya penetrado sus murallas.
La providencia ha querido que este miércoles de ceniza, día de ayuno y abstinencia sea un 22 de febrero en que cada año se celebra la Cátedra de San Pedro.
Por eso “El caballero de Nuestra Señora”, fiel a las enseñanzas que nos legará el Padre Lojoya y que, como saben, siempre ha dado muestras de fidelidad y amor al Papa, porque “donde está Pedro está la Iglesia”, quiere proponerte que este Miércoles ce Ceniza, y durante toda esta Cuaresma, la oración, la penitencia y el ayuno, además de ofrecerlos en reparación a nuestros pecados personales, los ofrezcamos, en unión intima a Cristo Crucificado, por la Iglesia, por el Papa que no caiga en manos de los enemigos de Cristo, por cada uno de los Obispos y Sacerdotes, especialmente por los infieles por su conversión, por aquellos que están fuera de la Iglesia aunque jurídicamente simulen estar dentro, que vuelvan totalmente a la Casa del Padre.
Cristo ofrendó la sangre por la Iglesia, ofrezcamos nuestros actos Cuaresmales, por el papa y la Iglesia en este difícil momento.
Acallemos nuestras voces, no gastemos nuestra tinta en responder o escribir suposiciones o divagaciones sobre lo que sucede en la curia Romana, dejemos eso para los que odian la fe católica, que revuelcan en el lodo del pecado, aquellos que no pueden ver a un Papa firme en la doctrina católica, los que creen más en la chochera de los años que en la lucidez del Espíritu Santo, los soldados de la dictadura del relativismo, los falsos marineros que solo buscan que la barca haga agua por todos lados.
No, nosotros los hombres de fe, los que nos enseñaron a amar los tres amores blancos, confiemos en Cristo, gastemos nuestro tiempo en oración, mortifiquemos nuestra vida con la penitencia y ofrezcamos la caridad a través de la limosna que duele en ofertorio por el Papa y por la Iglesia, para que la Pascua de Cristo ilumine los corazones y que en Pentecostés se renueve el fuego de quien, sabemos, gobierna firmemente la Iglesia.
Supla la Gracia la deficiencia de la pluma
Marcelo Grecco
Director
El Caballero de Nuestra Señora