Túnez, Marruecos y Egipto: tras la ‘primavera  árabe’, irrumpen los islamistas como primera fuerza
En Egipto lograron el 60% de los votos en la  primera fase de las elecciones. La semana pasada en Marruecos el islamista PJD  ganó en las legislativas. Anteriormente el país en donde arrasaron los  islamistas fue Túnez. ¿Están justificadas las dudas y el temor a los islamistas  que gobernarán Túnez?
Las fuerzas islamistas confirmaron  este sábado su arrolladora victoria en la fase inicial de las elecciones  legislativas en Egipto, tras la difusión de los primeros datos, que les otorgan  más de un 60% de los votos. Así, el Partido Libertad y Justicia (PLJ), el brazo  político de los Hermanos Musulmanes, ha hecho buenos todos los pronósticos que  le apuntaban como el gran favorito, al adjudicarse el 40% de los votos en la  primera fase de las tres en que están divididos los comicios a la Cámara Baja en  este país.
Sin embargo, el partido salafista  (fundamentalista islámico) Al Nur da la sorpresa al afianzarse cómodamente en la  segunda posición, con un 20% de los votos, fruto de sus extraordinarios  resultados en su bastión de Alejandría (norte) y de su buen desempeño en El  Cairo. Pese a que los analistas situaban el principal vivero de votos de los  salafistas en los núcleos rurales y el norte del país, la formación encabezada  por Emad Abdel Gafur ha demostrado ser un fenómeno transversal y especialmente  arraigado en los barrios populares de las ciudades.
El comienzo de las elecciones en  Egipto, las primeras en el país tras la Revolución del 25 de enero que derrocó  al ex presidente Hosni Mubarak, ha puesto en evidencia también el descalabro de  las fuerzas “tradicionales” del país, a excepción de la Hermandad Musulmana. Los  datos sobre la primera ronda de las elecciones egipcias no parecen sino una  copia de lo que ya ha ocurrido en otros países vecinos que también vivieron la  ‘primavera árabe’: Túnez y Marruecos.
Túnez: una campaña bien organizada
En el caso de Túnez, en donde arrasó el movimiento islamista Al Nahda, los motivos que  dieron los expertos fue que este partido llevó a cabo “la campaña más completa y  organizada”, opinó el catedrático de Sociología Mehdi Mabrouk. Otros analistas  señalaban que Al Nahda se favoreció también de un “voto de castigo” contra los  partidos de centro e izquierda que convivieron con el depuesto presidente Ben  Alí y a quien según aseguran “permitieron su desviación autoritaria y la  instalación de una red mafiosa y corrupta por todo el país”.
Otros veían con “aprehensión y  temor” la victoria de Al Nahda en Túnez, como es el caso de Malek Ezzahi, líder  del sindicato Unión de Jóvenes Árabes, que considera que “someterán al país a  una islamización galopante una vez que finalice la etapa transitoria y se  instalen cómodamente en el poder”. Según Ezzahi, cuando Al Nahda se haga con las  riendas del país, controlará los mecanismos del poder “para favorecer su modelo  de sociedad”.
Marruecos sigue la  estela
Después de Túnez, llegó Marruecos.  El partido islamista Justicia y Desarrollo (PJD) consiguió la semana pasada 107 escaños en la Cámara de Representantes marroquí. Aunque  las revueltas de la ‘primavera árabe’ no son comparables con las de sus vecinos  tunecinos o egipcios, sí tuvo un movimiento democratizador, bautizado como 20 de  febrero, que consiguió una presencia no masiva, pero continuada en casi todas  las ciudades grandes y medianas del país.
La reforma de la Constitución marroquí modificó el estatus del  monarca Mohamed VI y creó la figura del presidente del Gobierno, quien pasa a  gozar de nuevas prerrogativas como la disolución de la Cámara de Representantes.  De igual forma, el presidente del Gobierno podrá presidir el Consejo de  Ministros (algo que hasta ahora solo podía hacer el monarca) siempre y cuando el  rey delegue en él, y también designará a ministros y altos cargos de la  administración. 
Modelo turco, el  favorito
El modelo que tanto Túnez como  Marruecos proclaman se asemejaría al sistema turco: respeto inequívoco de las  formas democráticas y la legitimidad de un estado con instituciones civiles,  junto a la protección o el fomento de la identidad islámica en la  sociedad.
Así lo manifestaron los partidos  vencedores en ambos países (curiosamente, el marroquí se llama igual que el  partido gobernante en Turquía).
Reacciones de Israel a las  elecciones egipcias
El ministro de Defensa israelí,  Ehud Barak, consideró este sábado que los resultados de las elecciones  legislativas egipcias “son muy inquietantes” y confió en que el futuro gobierno  de El Cairo comprenda que “no hay otra opción” que mantener los acuerdos de paz  con Israel. El país israelí ha vivido últimamente situaciones tensas con Egipto,  especialmente desde los atentados contra gasoductos en la península egipcia del Sinaí  (uno de ellos acabó con un herido).
“Espero que cualquier gobierno que  se forme en Egipto comprenda que no hay otra opción que mantener el marco de los  acuerdos internacionales, lo que incluye el tratado de paz con Israel”, afirmó  Barak. (20minutos.es)