Familiares de víctimas de la guerrilla de los años 70 conmemoraron ayer su “día nacional” en un acto que tuvo duros cuestionamientos al Gobierno y la Justicia, a los procesos judiciales por delitos de lesa humanidad y a lo que llamaron “un negocio sucio y millonario con los derechos humanos”.
Como cada 5 de octubre desde 2006, el homenaje a militares, policías y civiles muertos por la guerrilla se realizó en la Plaza San Martín, delante del monumento al Libertador. Fue organizado por la Asociación de Familiares y Víctimas del Terrorismo en Argentina (Afavita) y hubo muchos militares retirados y gente mayor.
Ayer se cumplió otro aniversario del copamiento en 1975 por Montoneros del Regimiento de Infantería 29 de Formosa, en el que murieron una decena de conscriptos, un suboficial, un oficial y dieciséis guerrilleros. Los grupos castrenses buscan instituir el 5 de octubre como “día nacional de homenaje a las víctimas del terrorismo”.
Las críticas estuvieron centradas en el pago de indemnizaciones reparatorias a familiares de víctimas del terrorismo de Estado porque dijeron que las cobraban los deudos incluso de quienes habían muerto al atacar cuarteles “en democracia” (gobernaba Isabel Perón).
Uno de los oradores fue el ex conscripto Rogelio Mazacotte, quien fue herido en ese ataque. Cuestionó que las familias de los soldados muertos reciben “800 pesos (de pensión), no tienen ni para comer”. “Defendimos la Patria, la Constitución”, sostuvo Mazacotte, un hombre sencillo que se definió como “un triste obrero y albañil”.
Antes habló el abogado Rafael Agorta, de la Asociación Justicia y Concordia, para criticar los juicios a militares de la represión.
“No hay justicia, hay venganza” , dijo. La primera oradora fue Carolina Nacarato, hija del capitán José María Nacarato, asesinado con una bomba en su auto en Resistencia, en 1973. Relató que ella tenía dos meses de vida y su familia quedó “destruida”, con su madre viuda a los 24 años, con tres niños. “Siguen ocultando nuestros muertos”, dijo, y criticó que “indemnizan a familiares de terroristas”.
Hubo silbidos hacia la presidenta Cristina Kirchner, pero la rechifla e insultos fueron mayores hacia Hebe de Bonafini a quien se dedicó buena parte de un video que reprodujo las “revelaciones” de Sergio Schoklender sobre el manejo de la Fundación Madres. En el público estuvieron la presidenta de Afavita, Silvia Ibarzábal -hija de un militar secuestrado en 1974 y asesinado más tarde-, la activista castrense Cecilia Pando y el periodista Bautista “Tata” Yofre.