“ Querido “MILO “,desde
el cielo tù sabràs que, NO
NOS HEMOS RENDIDO Y CONTINUEREMOS
ADMIRANDOTE COMO AMIGO CATÒLICO Y JEFE EJEMPLAR”.
ELDIRECTOR-
sábado 3 de septiembre de 2011
SE CUMPLIERON 2 AÑOS DE LA MUERTE DEL CORONEL MOHAMED ALÍ SEÍNELDIN
El
2 de septiembre de 2009, fallecía un olvidado Mohamed Alí Seineldín. Su
partida paso casi desapercibida para la opinión pública, salvo para sus
seguidores más fieles, muchos de ellos ex subordinados durante la
Guerra de Malvinas. Figura controvertida y original de la historia
argentina,”Milo”, como lo llamaban sus amigos, fue el último exponente
de aquél ejército nacionalista con el que soñaran Mosconi, Perón y
Savio; variante de pensamiento poco vista en nuestras FFAA,
tradicionalmente dominadas por ideas liberales.
Seineldín
había nacido en Concepción del Uruguay, provincia de Entre Rios, el 12
de noviembre de 1933. En 1957 egresó del Colegio Militar de la Nación,
con el grado de Subteniente del arma de infantería. Posteriormente,
prestó servicios en el Colegio Militar de la Nación y la Escuela de
Suboficiales “Sargento Cabral”, establecimientos de formación de los
oficiales y suboficiales del Ejército Argentino. Fue jefe de una
compañía deparacaidistas en Catamarca.
Cuando
completó sus estudios superiores en la “Escuela Superior de Guerra”, se
le otorgó el título de Oficial de Estado Mayor. Se desempeñó
como profesor en esta misma escuela. Colaboró en los planes de estudio
de diversos organismos de la Policía Federal Argentina. Fue jefe de los
cursos de “Comandos” del Ejército y reformó sus contenidos adaptándolos a
las contiendas bélicas contemporáneas, guerra de guerrillas y
anti-guerrillas; creó el grupo de elite inter fuerza “HALCON 8″ y
participó en los combates en la Provincia de Tucumán contra grupos
guerrilleros del Ejército Revolucionario del Pueblo. Como consecuencia
de su manifiesta oposición al relevo del Comandante en Jefe del
Ejército, general Numa Laplane, fue relevado de sus funciones en la
Escuela de Infantería, en 1975.
Al
producirse el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, que dio inicio a
la dictadura militar autodenominada “Proceso de Reorganización
Nacional”, en su condición de Mayor, no tardaría en discrepar con la
junta militar presidida por Jorge Rafael Videla. En oportunidad de
suscitarse el conflicto con Chile de 1978, fue trasladado a
la Patagonia. En 1981 y 1982 fue jefe del Regimiento de Infantería 25,
en Sarmiento, Provincia de Chubut. Participó en la Guerra de Malvinas,
destacándose en este conflicto bélico contra el Ejército del Reino
Unido, ganándose el reconocimiento de sus subordinados y de la comunidad
chubutense.
Luego de su ascenso
al grado de coronel, en 1984, fue asignado por el gobierno a la
República de Panamá como agregado militar. En ese cargo se desempeñó
durante 1985 y 1986, hasta el derrocamiento del entonces
presidente Manuel Noriega; en estas circunstancias volvió al país.
En 1988 encabezó
la rebelión militar carapintada de Villa Martelli, durante la
presidencia de Raúl Alfonsín. La asonada concluyó con un supuesto
acuerdo entre el líder carapintada y el general Isidro Bonifacio
Cáceres, comandante en jefe del ejército.
Seineldín
fue el líder del alzamiento carapintada contra la cúpula del Ejército e
indirectamente contra el gobierno nacional, del 3 de diciembre de 1990,
donde unos 50 soldados se hicieron con el control de instalaciones
militares en “El Palomar”, Provincia de Buenos Aires, el “Edificio
Libertador”, sede del Estado Mayor del Ejército, y el “Regimiento de
Patricios”, entre otros, en la ciudad de Buenos Aires. Entre los
oficiales amotinados se encontraban el mayor Hugo Reinaldo Abete en el
“Regimiento de Patricios” y el capitán Gustavo Breide Obeid en el
“Edificio Libertador”.
El mismo
día, el gobierno declaró el estado de sitio durante 60 días. Los
rebeldes se rindieron el 4 de diciembre y se levantó el estado de sitio.
Según los informes, 14 personas resultaron muertas durante la
sublevación, entre ellas cinco civiles, y decenas más fueron heridas
como consecuencia de los enfrentamientos.
El
ex coronel fue juzgado por un tribunal militar que lo halló culpable.
Durante el juicio asumió la total responsabilidad de las muertes que
provocó dicho enfrentamiento, y realizo un alegato conocido como “El
Nuevo Orden Mundial”, el 7 de agosto de 1991, en el que alega supuestas
maquinaciones del imperialismo norteamericano y su servidor en
Argentina, Carlos Menem, en el desmantelamiento del Ejército y la
defensa nacional, así como la promesa de una instauración de una
“Segunda República”, y el diagnóstico de un proceso de destrucción del
aparato productivo de la economía argentina promovido por el “Proceso de
Reorganización Nacional” entre 1976 y 1983, por Martínez de Hoz.
Seineldín
comenzó a cumplir su condena en la cárcel de “Caseros”, en el barrio
deParque Patricios, en Buenos Aires, y luego se lo trasladó al “Penal
de Magdalena” en laprovincia de Buenos Aires.
Su
encarcelamiento originó pedidos de liberación de sus partidarios y
también de veteranos de la “Guerra de las Malvinas” y también de grupos
afines al peronismo y de algunas agrupaciones de
derecha e izquierda argentinas vinculadas al nacionalismo.
En
la provincia de Entre Ríos sus partidarios erigieron una enorme cruz
para rezar por su liberación y la banda de heavy metal “Almafuerte”,
liderada por Ricardo Iorio, en su disco “Piedra libre”, declaró su fe peronista, homenajeó a Seineldín y parafraseó en el tema “Cumpliendo mi destino”
un dicho antisemita del ex militar. Fue además reconocido hincha
de Boca Juniors, y durante una protesta ciudadana de 2002 por su
liberación, se pudo ver a hinchas de su club favorito instalar banderas a
su favor, y un sector de la hinchada de “Nueva Chicago” instaló en un
partido una bandera con la consigna “Liberen a Seineldín”.
Hubo
numerosos actos de protesta pacífica destinados a exigir la liberación
inmediata de Seineldín. En la Avenida 9 de julio, sus adherentes
llegaron a más de ocho mil personas autoconvocados, entre los que se
podían ver ciudadanos comunes, ex combatientes soldados suyos, y grupos
de derecha nacionalista.
El 25 de
mayo de 2003 el presidente Eduardo Duhalde indultó a Seineldín, que por
entonces estaba preso en la cárcel militar de “Campo de Mayo”, al ex
guerrillero Enrique Gorriarán Merlo y a 7 ex militares involucrados en
el alzamiento carapintada. Al ser liberado trabajó como supervisor de
una empresa de vigilancia privada y colaborador de un pequeño empresario
agrícola en la provincia de Catamarca.
El 2 de septiembre de 2009 sufrió un paro cardíaco mientras trabajaba en su oficina de la fundación “Cuerpo y Alma”,
una ONG que atendía la salud de pacientes de bajos recursos en el
interior del país, y falleció mientras era trasladado a un centro de
salud.