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EDITORIAL | ||
Armas | ||
Mientras su trámite procesal avanzaba y las pruebas, documentales y testimoniales, arreciaban en tropel y se
aglomeraban en los juzgados semana tras semana, todo parecía indicar que la causa por el contrabando de armas a Croacia
y Ecuador era difícil de sustanciar pero fácil de evaluar.
Fácil de evaluar porque se habían pagado coimas, se había rastreado parte del circuito de comisiones ilícitas y se habían descubierto armas argentinas en países donde no correspondía que se usaran. Alguien tenía la culpa pero ¿quién? Si Menem no tuvo la culpa ni Camillón tuvo la culpa ni Yoma tuvo la culpa, alguien sí la tuvo. Si del país salieron armas y entraron billetes que fueron husmeados y rastreados hasta el bolsillo mismo, abultado y sigiloso, de decenas de particulares, que nadie sea culpable es un escándalo más de la justicia argentina. |
La Caridad sin Verdad sería ciega, La Verdad sin Caridad sería como , “un címbalo que tintinea.” San Pablo 1 Cor.13.1