Lunes 11 de julio de 2011 | |||
EDITORIAL |
Macri |
Ayer a la noche, cuando las proyecciones estadísticas descontaban un amplio triunfo de Mauricio Macri, fue notable la diferencia en punto a las declaraciones efectuadas por el macrismo y el kirchnerismo respecto de cuanto estaba sucediendo. De un lado, los ganadores se mostraron moderados y deseosos de consensuar políticas de Estado con todas las fuerza opositoras. No apelaron, en ningún momento, a los insultos ni a las descalificaciones personales en su discurso. Su mesura contrastó con la soberbia y el mal gusto del kirchnerismo, siempre interesado en apelar a los golpes bajos y nunca dispuesto a reconocer con un mínimo de ecuanimidad el triunfo de sus adversarios. Más allá del aspecto ideológico, la diferencia entre el PRO y el Frente para la Victoria es que Macri creé en el diálogo, mientras Cristina Fernández --porque es la verdadera mandante del pobre Filmus-- sólo creé en sí misma. |