ES LA TARDE SOMBRÍA Y TREMENDA ,DE AUGUSTOS MISTERIOS. LAS
TINIEBLAS EXTIENDEN SU MANTO Y LA TIERRA RETUMBA EN SU
SENO. EN LA CUMBRE DE UN MONTE AGONIZA, JESÚS NAZARENO
DE SUS LLAGAS BROTABA LA SANGRE, DE SU PECHO BROTABA UN LAMENTO.”TENGO SED” EXCLAMABA ANHELANTE Y EN SU DULCE MIRADA DE CIELO COMPRENDÍ SU DIVINO LENGUAJE; COMPRENDÍ POR QUÉ ESTABA SEDIENTO.
A TRAVÉS DE UNA NUBE DE SANGRE ,QUE VELABA SUS OJOS SERENOS, CONTEMPLABA ESTE MUNDO DE ALMAS POR QUIEN DABA SU VIDA EN EL LEÑO. Y SUMIDO EN PENUMBRAS DE MUERTE RODABA AL ETERNO.
Y ,SU MENTE DE DIOS, INFINITA DE DIOS, VERBO ETERNO, CUAL LAS AGUAS DE UN MAR SIN RIBERAS, ABARCABA LOS SIGLOS SIN CUENTO. DIO UN HONDO SUSPIRO Y EXCLAMÓ CON TERNÍSIMO ACENTO: “ TENGO SED DE LAS ALMAS QUE COMPRO, CON MI SANGRE DIVINA POR PRECIO. NO ESCUCHÁIS, OH MORTALES, LA QUEJA QUE OCASIONA MI AMARGO TORMENTO?
LOS VIENTOS LLEVARON DE SU VOZ EL SUAVÍSIMO ECO. YO MIRABA SU FAZ DOLORIDA Y ESE SITIO DE UN DIOS SIN ALIENTO, PENETRÓ EN LO PROFUNDO DE MI ALMA, COMO FLECHA QUE VA HACIA SU CENTRO.
FUE ESE SITIO DE UN DIOS MORIBUNDO, QUE EXCITÓ MIS FERVIENTES ANHELOS DE CALMAR ESA SED ANGUSTIOSA DE LAS ALMAS QUE ROBA EL INFIERNO, Y EN ARRANQUE DE AMOR YO LE DIJE: “SERÉ MISIONERO”
(AUTOR DESCONOCIDO)