viernes 11 de marzo de 2011
Comunión en la Mano, Sacrilegio y Pecado
La virgen María nos dice que la  comunión en la mano surgió de un plan tramado desde las entrañas del  infierno. Si usted recibe la comunión en la mano, cambie la forma de  recibirla, recíbala en la boca como es la tradición, para que no lastime  ni profane el cuerpo de nuestro Señor Jesucristo.  
La  palabra sagrado, significa separado, inaccesible, intocable. Sin  embargo, profano, significa los opuestos, como un para todos los  cristianos, manipulables, tocables  
Catalina Rivas,  una señora boliviana, muy humilde sin mayor educación académica, ha  recibido, entre muchas otras revelaciones, una hermosa enseñanza sobre  lo que realmente ocurrió durante La Pasión de Cristo.  
Entre muchas otras cosas Jesús nos dice:
"Por  ello oren por los sacerdotes que tratan MI Cuerpo con sentido de  costumbre y por ello mismo con muy poco amor. Pronto sabrán que esto  debía decirles, porque los amo y porque prometo, a quien ore por MIS  Sacerdotes, la remisión de toda pena temporal debida. No habrá  Purgatorio para quien se aflige a causa de los Sacerdotes tibios, sino  Paraíso inmediato después del último aliento".
"No  son 10 ni 20 los verdugos que destrozan MI Cuerpo; son muchísimas las  manos que lastiman MI Cuerpo, recibiendo la comunión en la mano - el  trabajo sacrílego de Satanás".
Los Concilios:
Concilio de Rouen, año 650: “No se coloque la Eucaristía en las manos de ningún laico o laica, sino únicamente en su boca“.  
El quinto Concilio de Constantinopla, año 691,  prohibió a los fieles darse la comunión a si mismo que es lo que sucede  cuando la sagrada partícula es colocada en la mano del comulgante y  decreto una excomunión de una semana de duración para aquellos que lo  hicieron en la presencia de un obispo, un sacerdote o un diacono.  
El Concilio de Trento en fecha 11 de 0ctubre 1551 dispuso: “Siempre  ha sido costumbre de la Iglesia de Dios en la comunión sacramental que  los laicos tomen la comunión de mano de los sacerdotes y que los  sacerdotes celebrantes comulguen por si mismos, costumbre que por razón y  justicia deben mantenerse por prevenir de la tradición apostólica.”  
Opiniones de los Santos, Padres y Doctores de la Iglesia:  
Tertuliano (160-220): “Cuidemos escrupulosamente que algo del cálices o del pan pueda caer a tierra.” (De corona, 3 PL 2, 99);  
San Hipólito (170-235):  “Cada  uno este atento que ningún fragmento caiga o se pierda, porque es el  cuerpo de Cristo que debe ser cuido por los fieles y no despreciado.” (Trad. Ap. 32.).  
Orígenes (185-254): “Con  que precaución e veneración cuando recibís el cuerpo del señor  lo  conserváis, de manera que no caiga nada o se pierda algo de don  consagrado. Os consideráis justamente culpable se cayese algo en tierra  por negligencias vuestra.” (In Exod. Hom., hom. XIII, 3, Migne, PG 12, 391).  
San Cirilo (315-387): “Recibidla  cuidando que nada de ella se pierda. ¿Si alguno te diese unas limaduras  de oro, ¿no las guardarías con toda diligencia, procurando no perder  nada de ellas? ¿No procuraras, pues, con mucha mas diligencia, que no se  te caiga una migaja de lo que es mas precioso que el oro y que las  piedras preciosas?”  
San Efrén (306-373): “Comed  de este pan y no piséis sus migas, una partícula de sus migas puede  santificar miles de miles y es suficientes para dar vidas a todos los  que la comen.” (Serm. in hebd. s., 4, 4).  
San Basilio (330-379): El  derecho de recibir la Santa Comunión en la mano es permitida solamente  en tiempos de persecución o como era el caso de los monjes en el  desierto, cuando no hubiera un diacono o un sacerdote que pudiera  distribuirla.(Carta 93). Lo que implica que recibirla en la mano en otras circunstancias, fuera de persecución, será una grave falta.  
San Sixto I ( a.115)  "Las Sagradas Especies no son para ser manipuladas por otros que no estén consagrados al Señor".  
Papa San Eutychian (275-283): "Prohíban a los creyentes tomar la Sagrada Hostia en la mano".  
San Agustín (354-430): “Seria locura insolente el discutir que se a de hacer cuando todas la Iglesia Universal tiene ya una practica establecida” (carta 54,6; a Jenaro.)  
Papa San León - Sumo Pontífice entre 440-461: “Se recibe por la boca lo que se cree por la fe.”  
San Francisco de Asís (1182-1226): “Solo ellos, los sacerdotes, deben administrarlo y no otros.”  
Santo Tomas de Aquino (1225-1274): “Porque  debido a la reverencias hacia este sacramento, nada lo toca, sino los  que es consagrado, de aquí que el corporal y el cáliz son consagrados y  así mismo las manos del sacerdotes para tocar este sacramento, es decir,  falta la reverencias de vida a este sacramento cuando lo tocan manos  que no están consagradas.” (Suma Teológica: Pt. III, Q.82, Art. 3).  
San Pio X:  Cuando se recibe las comuniones es necesario estar arrodillados, tener  la cabeza ligeramente humilladas, los ojos modestamente vueltos hasta la  sagrada ostia, la boca suficientemente abierta y la lengua un poco  fuera de la boca reposando sobre el labio inferior.”  Y Contestando a quienes le pedían autorización para comulgar de pie alegando que: los israelitas comieron de pie el cordero pascual les dijo: "El  Cordero Pascual era tipo (símbolo, figura o promesa) de la Eucaristía.  Pues bien, los símbolos y promesas se reciben de pie, MAS LA REALIDAD SE RECIBE DE RODILLAS y con amor".  
Pio XII:  “Hay que reprobar severamente la temeraria osadía de quienes introducen  intencionadamente nuevas costumbres litúrgicas, o hacen renacer ritos  ya desusados, y que no están de acuerdo con las leyes y rúbricas  vigentes.” ( Mediator Dei, 17.)  
Papa Juan Pablo II: "Tocar las Sagradas Especies y distribuirlas con sus propias manos es un privilegio de los ordenados"(Dominicae Cenae,11).  
Pablo VI (1963-1978): El texto original de la ya mencionada consulta a los Obispos sobre la comunión en la mano, decía: “En nombre y por encargo del Santo Padre, me es grato comunicar...” Al leerlo, el Papa dijo al encargado de redactar la carta:  
-¿Grato? ¡No me es grato para nada!  
Y corrigió el texto de la siguiente forma:  
“En nombre y por encargo del Santo Padre, es mi deber comunicar...”  
En esa misma carta el Papa corrigió otra frase añadiendo de su puño y letra lo que está en negritas:  
“Por mandato explícito del Santo Padre que no puede dejar de considerar la eventual innovación con evidente aprensión ...”  
M. Teresa de Calcuta : “...el peor mal de nuestro tiempo es la Comunión en la mano.” (The Wanderer, 23 de marzo de 1982)