La Nueva Provincia - 04-Feb-11 - Opinión
EDITORIAL de La Nueva Provincia
Ridículo
El canciller Héctor Timerman acaba de hacer un papelón internacional que sólo puede ser reparado si la presidente lo echa. No hay otra forma de levantar el ridículo en que incurrió, al afirmar que el programa en el exterior del que participan efectivos de la fuerza de seguridad de la Ciudad de Buenos Aires (además de miembros de otras fuerzas de la Argentina y del mundo) comprende "cursos de tortura" y "técnicas golpistas", y que el centro donde se lleva a cabo es "la sucesora de la Escuela de las Américas, que está financiada por Estados Unidos".
Para el jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, Timerman no está en condiciones "ni profesionales ni anímicas" de ejercer el cargo que ocupa. No cabe la menor duda de que Rodríguez Larreta tiene razón. Lo grave es que no haya nadie en el gobierno nacional con la sensatez o la objetividad para verlo.
Mientras, en los gobiernos de los países afectados por sus declaraciones, como Estados Unidos, Chile y Brasil, el patetismo de nuestro canciller ha quedado más que claro.