NOTIVIDA, Año X, Nº 727, 31 de julio de  2010
La Plata, Argentina
MONS. AGUER: NO TODO LO LEGAL ES  LEGÍTIMO
En su reflexión semanal en el programa “Claves para un Mundo Mejor”,  Mons. Héctor Aguer, Arzobispo de La  Plata, se refirió a la reciente reforma del Código Civil que legalizó el  “matrimonio” homosexual.
Es una ley  ilegítima, señaló el prelado, porque contradice “valores morales objetivos y  universales” fundados en la naturaleza humana “y en definitiva en la Ley de Dios, que ha  dejado su marca en la Creación”. 
Tras denunciar los  “aprietes” que hicieron posible la sanción de la ley, el Arzobispo platense  manifestó su preocupación por: 1º la libertad religiosa (¿se podrá predicar  sobre sexualidad humana y matrimonio conforme a la Biblia, la tradición y el  magisterio eclesial?), 2º el derecho de los padres a educar a sus hijos  (¿recibirán los niños una educación contraria a las convicciones fundamentales  de sus padres?) y 3º el derecho a la objeción de conciencia (¿se obligará a  funcionarios del Registro Civil, jueces y educadores a aplicar una ley que  violenta sus convicciones?). 
El modo de actuar  de los impulsores de esta “alteración del  orden familiar”, concluyó, hace  “temer la imposición de la dictadura del  relativismo”.
A continuación el texto completo de la alocución  televisiva de Mons. Héctor Aguer:
"Como todos saben, el Senado de la Nación,  hace algunas semanas, ha completado la sanción que ya había otorgado la Cámara  de Diputados a la proyectada alteración del orden familiar, extendiendo la  realidad institucional del matrimonio a la convivencia de personas del mismo  sexo". 
"Esta ley ha practicado una escisión entre la  moral y el derecho, porque la ley sancionada por un cuerpo legislativo no puede  contradecir valores morales objetivos y universales que se apoyan en la  naturaleza humana y en definitiva en la Ley de Dios, que ha dejado su marca en  la Creación”. 
"Por otra parte, a propósito de leyes como  ésta hay que tener en cuenta que no es lo mismo legitimidad que legalidad. Esta  ley ha entrado a formar parte del cuerpo legal de la Nación, pero no es  legítima. Y no es legítima porque es una ley  injusta". 
"Esto no lo afirmo simplemente yo,  sino  que lo afirma toda la tradición de la Iglesia, expuesta de una manera admirable  por el Beato Juan XXIII en su conocidísima Encíclica "Pacem in terris". Ahí dice el Papa que la autoridad  humana, cuando legisla en contra de la ley de Dios, es decir cuando produce una  ley que está en discordancia con el orden moral, en ese acto, decae de su  autoridad, y lo que se origina no es una ley sino una iniquidad espantosa. Esas  son las palabras de Juan XXIII. Vemos entonces que esta ley de la que hablamos  es legal pero no es legítima". 
“En cuanto a la legalidad de esta ley también  se podría decir que ha quedado seriamente mancillada porque son bien conocidas  las condiciones que favorecieron la sanción. Se han comentado abundantemente los  “aprietes”, los sospechosos cambios de posición de varios senadores y el regalo  de viajes a oriente. Además, conviene recordar que se ha sancionado una ley en  contra de la manifiesta convicción de la mayoría del pueblo argentino.”   
"Lo que ahora importa es considerar qué puede  ocurrir en adelante.  Con el tiempo se irá viendo el estrago que el paso  dado por el Congreso significa en el orden institucional y jurídico. Pero me  preocupan tres cuestiones fundamentales". 
         “En primer lugar, la libertad de la Iglesia,  que está asegurada por la Constitución Nacional y por instrumentos de Derecho  Público Internacional. ¿Podremos predicar libremente lo que la Biblia, la tradición y el  magisterio eclesial enseñan acerca de la sexualidad humana y del matrimonio? ¿Se  nos obligará, acaso, a enseñar a los niños que es tan lícito y válido casarse  con una persona del mismo sexo, contra la naturaleza, como hacerlo con una del  sexo opuesto, es decir, según el orden de la  naturaleza?” 
         “Una segunda cuestión  es la libertad de los padres que envían a sus hijos a escuelas de gestión  estatal. ¿Por qué un padre de familia tiene que soportar que a su hijo se le  enseñe en contra de sus convicciones fundamentales? Y esto lo digo porque los últimos textos que ha  producido el Ministerio de Educación de la Nación parece que proponen preparar a  los niñitos desde el jardín de infantes para que con el tiempo ellos elijan con  plena libertad su orientación sexual, como si todo valiera igual. Es evidente  que se procura inducir un cambio cultural arruinando el sentido moral de las  próximas generaciones de argentinos.”
         “El  tercer tema que queda abierto es la objeción de conciencia que podrían con toda  razón plantear funcionarios del Registro Civil, jueces y educadores, que se  verán obligados a aplicar una ley que violenta sus convicciones. No existe un  marco regulatorio bien claro de este  aspecto importantísimo del ejercicio de la  libertad”.
             “Por otra parte, los activistas que han fomentado la alteración del orden  familiar, los ideólogos que desde hace tiempo la han planeado y algunos  políticos con clara inclinación totalitaria, hacen temer la imposición de la  dictadura del relativismo, como llamó a este hecho novedoso y fatal el Papa  Benedicto XVI.”
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NOTIVIDA, Año X, Nº 727, 31 de julio de 2010 
 Editores: Lic. Mónica del Río y Pbro. Dr. Juan C. Sanahuja