EL DIRECTOR RESUME:
“ LA MENTALIDAD “ CATÓLICO- LIBERAL “ DEL P.G.de DE ROUSSEL.
13ª Parte :
Mentalidad :desmedida admiración irreflexiva por la libertad- independencia y por las novedades.Pervesión intelectual provocada por la mezcla y el deterioro de los Principios, concluye prácticamente, a una moderación inexplicable y conciliación a toda costa.
EL SYLABUS , LO CONDENA : “ El Pontífice puede y debe reconciliarse y transigir con el progreso, el liberalismo y la civilización moderna “.
Tratará de realizar lo que le está prohibido por el Papa : permanecer católico sin abandonar los principios liberales..
Es necesario penetrar en los repliegues tortuosos del espíritu “ Católico-liberal “.
QUÉ ES EL “ CATÓLICO LIBERAL “. Y QUE NO ES.
No es ciertamente “ naturalista “, ni racionalista, pero teme la afirmación sobrenatural, lo minimiza, delimita su alcance, sea que escriba sobre la historia de Iglesia ( de Broglir,Monseñor Dichesne ) ; sea que se trate de Patrología ( Rauschen, Turmel ) sea que se dedique a la hagiografía ( “ los desmitificadores de los santos “ ), o que se ocupe de la exégesis.
La tendencia naturalista va al orden político-social.El concepto de “política cristiana “ se le escapa. La acción social, en vez de considerarla una rama de la acción católica y utilizarla para hacer reinar la Ley de Nuestro Señor, en el mundo económico, la encamina a la neutralidad, a la inconfesionalidad de asociaciones profesionales, con el pretexto que son pías. Más preocupado por el número que la calidad, limita su función al fin puramente temporal de sus obras. No conoce sino sólo la ENCÍCLICA “ Rerum Novarum “, con el agravante de interpretarla a su manera.Si dirige un diario, suprime permanentemente lo “ católico “ , por falaz, para no comprometer a la Iglesia.Si es sacerdote, baja de los elevados niveles sobrenaturales y su predicación ,a las cuestiones sociales, al acoholismo, a la disminución de la natalidad, se apasiona por los sindicatos, la agricultura, el problema habitacional de los obreros, la agricultura, los campesinos…” Haec oportit facere et illa nom omittere “-“ Había que hacer esto sin omitir lo otro “ ( San Lucas, 11,42)
No es “ libertista “ en filosofía, gusto mediocre por el intelectualismo, sobre el TOMISMO, se impone a ignorar- Le opone filosofía voluntaristas y la del inmanentismo – espíritu del mundo -, la intuición, o la acción, preconiza un dogmatismo moral correspondiente a las aspiraciones modernas.Horror por el positivismo, aún en la parte aceptable, la preocupación por lo real y lo mismo por el materialismo. In- clinación por el Idealismo de Kant y de sus discípulos, más peligroso…Su horror de lo absoluto, lo lleva a la filosofía de puntos de vista ,movilidad y a un relativismo acentuado.
No partidario de la libertad fin en sí misma, de la libertad anárquica sin regla. Exagera su excelencia y falsea su uso.No niega, sin embargo el pecado original, pero la contemplación de su alma cristalina y romántica, le hacen creer con mucha felicidad en la bondad de la naturaleza caída.
En teología rechaza con indignación toda acusación de libre examen, se irrita contra los que el denomina amablemente “ servidores de la Inquisición “, “ cazadores de herejías “, bulldogs de la ortodoxia “, etc…, pero disminuye las verdades en que se debe creer, los dogmas de fe definidos, una Encíclica lo inquieta, pretexto escrita por un determinado Cardenal, y relega en ese museo de antigüedades, que él llama “ las tesis “. Plena libertad en cuestiones que considera contravertidas, olvidando que el “ sentido católico “, esa sensibilidad de una fe que el realmente ama, le exige inclinarse hacia el lado de las preferencias de la Iglesia. Llega a desconocer las verdades de la naturaleza ,del acto de fe en sí mismo, ya no ve lo suficiente claro el motivo en la autoridad soberana de un Dios infinitamente veraz e infalible, sino en “ la libre apreciación del juicio individual y estima tal ocurrencia, mejor que otra “( Dom Sardá ); la fe deja lugar a una simple “ preferencia doctrinal “.
No se opone a la ley, pero le teme, tampoco a la autoridad, pero la limita, desconfia por anticipado, abuso ante los abusos posibles.Los mandatos los interpreta a su manera y mide su acatamiento con cuenta gotas.El deforma y hasta traiciona sus directivas. Esta dispuesta a considerar a la autoridad como un mal menor. Y sólo aceptar la forma de “ consentida “(cfr Sillon ) Gusta oponer libertad y autoridad, como fuerza del mismo valor, dos derechos iguales. Es más fuerte la inclinación de la balanza hacia la libertad. No comprende parece,que la Ley perfecciona la libertad al limitarla, que la verdadera autoridad es esencialmente liberadora y que no hay libertad legítima más que en el orden, asegurado por la autoridad legítima.
Continuaresmo con :El Director resume :14 Parte, del P. G.de Roussel. “Cierto que no es inmoral…”, en nuestros artículos sobre el:” Liberalismo y Catolicismo “