El asesinato del militar que acabó con Santucho
A los efectos de colaborar con una visión algo más objetiva de la reciente realidad histórica que examina la guerra contra la subversión, El Ojo Digital revisa la trayectoria del Capitán Juan Carlos Leonetti, a quien oportunamente le fuera encomendada la noble tarea de defender a la democracia argentina contra la subversión encarnada por Mario Santucho y otros grupos extremistas -que hoy buscan imponer la memoria del accionar terrorista como ejemplar y teñido de dignidad-.
Nació el 28 de agosto de 1944 en la localidad de Mercedes, Provincia de Buenos Aires. El 8 de marzo de 1961 ingresó al Colegio Militar de la Nación, de donde egresó con el grado de subteniente del arma de ingenieros el 22 de diciembre de 1964, siendo destinado a la Escuela de Ingenieros.
En junio de 1965 fue destinado a prestar servicios en el Escuadrón de Ingenieros 2, y dos años después fue promovido al grado de teniente. En 1971 ascendió a teniente 1ro. y en 1975, a capitán. A su muerte, estaba destinado en la Batallón de Inteligencia 601.
Estaba casado con la Sra. María del Carmen Viola y era padre de 3 hijos, el menor de 6 meses.
Fue ascendido post mortem al grado de mayor.
Al metódico, tenaz e infatigable Capitán Juan Carlos Leonetti se le había asignado la misión específica de encontrar al cabecilla máximo de la Banda de terroristas marxistas PRT-ERP", Mario Roberto Santucho Juárez (a) "Robby" (a) "Cte Carlos Ramírez" (a) "Miguel" (a) "Enrique Orozco" (a) "Ernesto Contreras" (a) Raúl Garzón", perteneciente a una de las más antiguas familias santiagueñas y cuyo padre fue contador público bajo la intervención lanussista en Tucumán.
Ya había estado cerca de cumplir su objetivo el 28 de marzo de 1976, pero se le escapó por pocos minutos de la quinta alquilada en Moreno (Provincia de Buenos Aires) donde cayeron otros de sus secuaces al ser interrumpida por escasísimas fuerzas policiales la última reunión en nuestro territorio de la JCR (Junta Coordinadora Revolucionaria de las Bandas de terroristas marxistas castroguevaristas del Cono Sur), llegando Leonetti después.
Meses después, se supo por un terrorista montonero infidente que hacia el mediodía del 19 de julio del mismo año, iba a realizarse cerca de la Panamericana y Gral. Paz la reunión constitutiva de la "OLA" ("Organización para la Liberación de la Argentina") que agruparía al "Partido Revolucionario de los Trabajadores y su brazo armado el Ejército Revolucionario del Pueblo" castroguevarista con los "Montoneros" castristas "entristas" y la "OCPO" trotzkista, concretado lo cual la cúpula del ERP partiría esa misma noche rumbo a Cuba (se encontraron los pasajes de avión en su poder).
En la estación Rivadavia del Ferrocarril Belgrano (bajo la Avda. Gral. Paz) donde aguardaba a su contacto con "Montoneros" para conducirlo a la reunión, fue encontrado y herido de muerte al resistir a tiros su detención, el terrorista del ERP Domingo Menna (a) "El Tano", quien tenía su escondite en el mismo edificio en que se escondían Santucho, Urteaga y sus compañeras.
A través del alquiler de un nebulizador para Santucho en una casa de la zona, pudo saberse que el edificio sospechoso era el de Venezuela 3149, Villa Martelli, Provincia de Buenos Aires, detrás de una Parrilla sita en Panamericana y Gral. Paz, recabándose de otros ocupantes del edificio, el reciente arribo de nuevos inquilinos en el 3° "A" y en el 4° "B" (vivienda de Menna y su compañera) donde estaban todos para la reunión constitutiva de la "OLA". Allí -a las 14.50 hs. irrumpió poniéndose al frente de su Grupo de Operaciones Especiales, el Capitán Leonetti, inmediatamente asesinado por la tercera compañera estable de Santucho, Liliana Marta Delfino (a) "Ana" (a) "La Alemana" y por su segundo Benito José Urteaga (a) "Mariano" (a) "El Gato", que tiraron simultáneamente, lo cual inició el enfrentamiento en el cual cayeron Santucho, la Delfino, Urteaga y Ana María Lanzilotto de Menna (a) "Liliana", a todos los cuales -inclusive al fundador y Secretario General del "PRT" y Comandante Jefe del "ERP"- los Organismos de Derechos Humanos marxistas reclaman y rastrean como "desaparecidos". Al Capitán Leonetti, asesinado al alcanzar el éxito en el cumplimiento de su misión le fue conferida la condecoración "Muerto Heroicamente en Combate". Su viuda y madre de tres hijos pequeños, siguió ganándose el sustento como maestra en su ciudad de Mercedes.
El Diario La Nación del 21 de julio de 1976, decía: Un duro golpe a la subversión. Oficialmente confirmó el Ejército que en el enfrentamiento de Villa Martelli, registrado poco después de las 14.30 hs. de anteayer, en un departamento del segundo piso del inmueble sito en Venezuela 3149, murieron el cabecilla ideológico y principal miembro del buró militar de la organización extremista declarada ilegal en 1973, Mario Roberto Santucho y uno de sus lugartenientes, José Benito Urteaga.
Los efectivos militares y de la Policía Federal y su similar bonaerense, que participaron de la acción, en la que fue asesinado el Capitán del Ejército Juan Carlos Leonetti, dieron muerte a otros elementos subversivos quienes, como los dos nombrados, lejos de acatar la orden de rendición, atacaron a balazos a los miembros de las fuerzas combinadas.
El departamento ocupado por Santucho, se encuentra ubicado en un lugar estratégico ya que se halla en las proximidades de la Avenida Gral. Paz y la ruta Panamericana, lo que en otras circunstancias y en caso de necesidad, hubiese permitido contar con vías de escape propicias. En el lugar se secuestró importante material, entre el cual se hallaron listado de personas que se adherían a ese movimiento subversivo.
El Diario La Razón, informaba en su edición del 20 de julio de 1976, lo siguiente: ... La hora decisiva. Con los datos acumulados, la maquinaria de los organismos de seguridad prosiguió su marcha actuando en base a pistas firmes, y en la seguridad que se acercaba la hora 0 para la subversión... Aproximadamente a las 14.30 hs. se inició el asalto al edificio ingresando en él varias patrullas encabezadas por el Capitán Juan Carlos Leonetti.
Este militar llamó a la puerta de uno de los departamentos, siendo atendido por una mujer que, al darse cuenta de quien se trataba, alertó a varios individuos que estaban en su interior. Mientras la mujer retrocedía y se parapetaba tras la puerta, sus compañeros abrían nutrido fuego contra los efectivos. Las primeras descargas tomaron de lleno al Capitán Leonetti, que se desplomó sin vida.
La reacción de los efectivos fue instantánea y la agresión respondida enérgicamente. Entablose así, un furioso tiroteo, en el cual se utilizaron armas de grueso calibre. Finalmente el fuego de los agresores pudo ser acallado y cuando las fuerzas del orden ingresaron a la vivienda hallaron los cadáveres de por los menos siete extremistas, entre los cuales figuraban Santucho y Urteaga.
Segunda fase. Revisando prolijamente el inmueble, pudo comprobarse que allí tenían refugio los principales cabecillas de la organización proscripta en 1973. Así lo demostró la gran cantidad de documentación incautada, entre la cual existía un archivo de los hechos subversivos cometidos desde largo tiempo atrás con pormenorizados detalles sobre quiénes los habían cometido, pruebas de las conexiones establecidas con la organización proscripta el año pasado (Montoneros), para su accionar común, tanto en el plano político como en actos extremistas, y diversos domicilios que se usaban como refugios en todo el país. También se hallaron pruebas de los contactos establecidos con otras organizaciones sediciosas que actúan en países vecinos, especialmente en Uruguay, Paraguay, Bolivia y Chile, así como México, Colombia y Venezuela.
Entre los documentos que ahora son objeto de severo análisis, se encuentran los referentes a la financiación que obtenían los irregulares para su actividad, y especialmente, la que se obtenía de algunos países europeos y la forma en cómo se la distribuía.
El mismo periódico La Razón, continuaba su reseña del día 20 de julio de 1976, con un artículo sobre los terroristas abatidos: Descabezamiento del extremismo.
Mario Roberto Santucho, un contador público nacional que abandonó las tranquilas columnas del Debe y el Haber para convertirse en un feroz terrorista, cayó ayer en su ley, al ser muerto por las fuerzas de seguridad durante un enfrentamiento que se registró a 200 metros del cruce de las avenidas Gral. Paz y Panamericana, a las puertas de esta capital. Santucho considerado como uno de los principales jefes de la organización extremista declarada ilegal en 1973, comenzó a tener triste notoriedad a principios de esta década, cuando en Tucumán, su provincia natal, organizó una célula terrorista de neto corte extremista. Tres veces se fugó de la cárcel... José Benito Urteaga ocupaba un lugar clave en los cuadros de la subversión.
De 31 años, alcanzó notoriedad al participar con otros extremistas en el asalto perpetrado en 1970 contra la sucursal 9 de julio del Banco Comercial del Norte, en Tucumán, donde los irregulares obtuvieron un botín de $ 20.000.000. Posteriormente se lo vinculó con el secuestro y asesinato del ejecutivo de Fiat, Oberdan Sallustro, así como con la muerte del capitán Roberto Eduardo Carbajo, al que los extremistas ultimaron en noviembre de 1974.
Capturado y preso en Villa Urquiza, en septiembre de 1971 protagonizó junto con otros subversivos presos, un sangriento motín durante el cual murieron 5 guardiacárceles y otros tres recibieron graves heridas, aprovechando Urteaga para escapar.
Domingo Mena, de 28 años era, al igual que los anteriores, uno de los más conspicuos ideólogos y hombres de acción de la organización de extrema izquierda ilegalizada en 1973. Nacido en Italia, se desconoce cuándo ingresó a nuestro país, pero desde muy joven comenzó a actuar en hechos subversivos, Durante 1970 protagonizó numerosos hechos de resonancia, fue detenido en 1971, en la provincia de Entre Ríos, fue trasladado a Rawson donde participó en la fuga de 1972.
Una escuela de la Provincia de Misiones, se llama como este héroe, es la Escuela 604 Mayor Juan Carlos Leonetti de Bernardo de Irigoyen, la cual será la primer escuela bilingüe español-portugués de todo el país.
El lanzamiento de este programa marca un hito fundamental en la integración de ambos países, y en el avance concreto del Mercosur Educativo, dado que la Escuela Theodoretto, de Dionisio Cerqueira, hará lo propio en español.
La historia oficial una vez más le miente a los argentinos, al ensalzar como un héroe a un terrorista de la más baja calaña como fue Santucho. Autor material e intelectual de cientos de crímenes que ensangrentaron la Argentina, una vez más pretendió escapar de la justicia, intentando huir hacia Cuba, pero un verdadero héroe, un argentino anónimo para muchos de nuestros connacionales, le puso fin, a su carrera de terrorista, entregando su propia vida, para conseguir este fin.
El Capitán Leonetti, fue quien firmó con su sangre el acta de defunción del ERP, ya sus compañeros militares habían derrotado a este ejército guerrillero en los montes tucumanos, y ahora se los descabezaba totalmente al frenar para siempre a su asesino líder.
Argentinos como Leonetti, no son recordados, ni indemnizados, ni homenajeados, pero viven en nuestros corazones, viven en nuestro eterno agradecimiento, viven en la Celeste y Blanca, que defendieron con sus vidas.
Basko Artola
En junio de 1965 fue destinado a prestar servicios en el Escuadrón de Ingenieros 2, y dos años después fue promovido al grado de teniente. En 1971 ascendió a teniente 1ro. y en 1975, a capitán. A su muerte, estaba destinado en la Batallón de Inteligencia 601.
Estaba casado con la Sra. María del Carmen Viola y era padre de 3 hijos, el menor de 6 meses.
Fue ascendido post mortem al grado de mayor.
Al metódico, tenaz e infatigable Capitán Juan Carlos Leonetti se le había asignado la misión específica de encontrar al cabecilla máximo de la Banda de terroristas marxistas PRT-ERP", Mario Roberto Santucho Juárez (a) "Robby" (a) "Cte Carlos Ramírez" (a) "Miguel" (a) "Enrique Orozco" (a) "Ernesto Contreras" (a) Raúl Garzón", perteneciente a una de las más antiguas familias santiagueñas y cuyo padre fue contador público bajo la intervención lanussista en Tucumán.
Ya había estado cerca de cumplir su objetivo el 28 de marzo de 1976, pero se le escapó por pocos minutos de la quinta alquilada en Moreno (Provincia de Buenos Aires) donde cayeron otros de sus secuaces al ser interrumpida por escasísimas fuerzas policiales la última reunión en nuestro territorio de la JCR (Junta Coordinadora Revolucionaria de las Bandas de terroristas marxistas castroguevaristas del Cono Sur), llegando Leonetti después.
Meses después, se supo por un terrorista montonero infidente que hacia el mediodía del 19 de julio del mismo año, iba a realizarse cerca de la Panamericana y Gral. Paz la reunión constitutiva de la "OLA" ("Organización para la Liberación de la Argentina") que agruparía al "Partido Revolucionario de los Trabajadores y su brazo armado el Ejército Revolucionario del Pueblo" castroguevarista con los "Montoneros" castristas "entristas" y la "OCPO" trotzkista, concretado lo cual la cúpula del ERP partiría esa misma noche rumbo a Cuba (se encontraron los pasajes de avión en su poder).
En la estación Rivadavia del Ferrocarril Belgrano (bajo la Avda. Gral. Paz) donde aguardaba a su contacto con "Montoneros" para conducirlo a la reunión, fue encontrado y herido de muerte al resistir a tiros su detención, el terrorista del ERP Domingo Menna (a) "El Tano", quien tenía su escondite en el mismo edificio en que se escondían Santucho, Urteaga y sus compañeras.
A través del alquiler de un nebulizador para Santucho en una casa de la zona, pudo saberse que el edificio sospechoso era el de Venezuela 3149, Villa Martelli, Provincia de Buenos Aires, detrás de una Parrilla sita en Panamericana y Gral. Paz, recabándose de otros ocupantes del edificio, el reciente arribo de nuevos inquilinos en el 3° "A" y en el 4° "B" (vivienda de Menna y su compañera) donde estaban todos para la reunión constitutiva de la "OLA". Allí -a las 14.50 hs. irrumpió poniéndose al frente de su Grupo de Operaciones Especiales, el Capitán Leonetti, inmediatamente asesinado por la tercera compañera estable de Santucho, Liliana Marta Delfino (a) "Ana" (a) "La Alemana" y por su segundo Benito José Urteaga (a) "Mariano" (a) "El Gato", que tiraron simultáneamente, lo cual inició el enfrentamiento en el cual cayeron Santucho, la Delfino, Urteaga y Ana María Lanzilotto de Menna (a) "Liliana", a todos los cuales -inclusive al fundador y Secretario General del "PRT" y Comandante Jefe del "ERP"- los Organismos de Derechos Humanos marxistas reclaman y rastrean como "desaparecidos". Al Capitán Leonetti, asesinado al alcanzar el éxito en el cumplimiento de su misión le fue conferida la condecoración "Muerto Heroicamente en Combate". Su viuda y madre de tres hijos pequeños, siguió ganándose el sustento como maestra en su ciudad de Mercedes.
El Diario La Nación del 21 de julio de 1976, decía: Un duro golpe a la subversión. Oficialmente confirmó el Ejército que en el enfrentamiento de Villa Martelli, registrado poco después de las 14.30 hs. de anteayer, en un departamento del segundo piso del inmueble sito en Venezuela 3149, murieron el cabecilla ideológico y principal miembro del buró militar de la organización extremista declarada ilegal en 1973, Mario Roberto Santucho y uno de sus lugartenientes, José Benito Urteaga.
Los efectivos militares y de la Policía Federal y su similar bonaerense, que participaron de la acción, en la que fue asesinado el Capitán del Ejército Juan Carlos Leonetti, dieron muerte a otros elementos subversivos quienes, como los dos nombrados, lejos de acatar la orden de rendición, atacaron a balazos a los miembros de las fuerzas combinadas.
El departamento ocupado por Santucho, se encuentra ubicado en un lugar estratégico ya que se halla en las proximidades de la Avenida Gral. Paz y la ruta Panamericana, lo que en otras circunstancias y en caso de necesidad, hubiese permitido contar con vías de escape propicias. En el lugar se secuestró importante material, entre el cual se hallaron listado de personas que se adherían a ese movimiento subversivo.
El Diario La Razón, informaba en su edición del 20 de julio de 1976, lo siguiente: ... La hora decisiva. Con los datos acumulados, la maquinaria de los organismos de seguridad prosiguió su marcha actuando en base a pistas firmes, y en la seguridad que se acercaba la hora 0 para la subversión... Aproximadamente a las 14.30 hs. se inició el asalto al edificio ingresando en él varias patrullas encabezadas por el Capitán Juan Carlos Leonetti.
Este militar llamó a la puerta de uno de los departamentos, siendo atendido por una mujer que, al darse cuenta de quien se trataba, alertó a varios individuos que estaban en su interior. Mientras la mujer retrocedía y se parapetaba tras la puerta, sus compañeros abrían nutrido fuego contra los efectivos. Las primeras descargas tomaron de lleno al Capitán Leonetti, que se desplomó sin vida.
La reacción de los efectivos fue instantánea y la agresión respondida enérgicamente. Entablose así, un furioso tiroteo, en el cual se utilizaron armas de grueso calibre. Finalmente el fuego de los agresores pudo ser acallado y cuando las fuerzas del orden ingresaron a la vivienda hallaron los cadáveres de por los menos siete extremistas, entre los cuales figuraban Santucho y Urteaga.
Segunda fase. Revisando prolijamente el inmueble, pudo comprobarse que allí tenían refugio los principales cabecillas de la organización proscripta en 1973. Así lo demostró la gran cantidad de documentación incautada, entre la cual existía un archivo de los hechos subversivos cometidos desde largo tiempo atrás con pormenorizados detalles sobre quiénes los habían cometido, pruebas de las conexiones establecidas con la organización proscripta el año pasado (Montoneros), para su accionar común, tanto en el plano político como en actos extremistas, y diversos domicilios que se usaban como refugios en todo el país. También se hallaron pruebas de los contactos establecidos con otras organizaciones sediciosas que actúan en países vecinos, especialmente en Uruguay, Paraguay, Bolivia y Chile, así como México, Colombia y Venezuela.
Entre los documentos que ahora son objeto de severo análisis, se encuentran los referentes a la financiación que obtenían los irregulares para su actividad, y especialmente, la que se obtenía de algunos países europeos y la forma en cómo se la distribuía.
El mismo periódico La Razón, continuaba su reseña del día 20 de julio de 1976, con un artículo sobre los terroristas abatidos: Descabezamiento del extremismo.
Mario Roberto Santucho, un contador público nacional que abandonó las tranquilas columnas del Debe y el Haber para convertirse en un feroz terrorista, cayó ayer en su ley, al ser muerto por las fuerzas de seguridad durante un enfrentamiento que se registró a 200 metros del cruce de las avenidas Gral. Paz y Panamericana, a las puertas de esta capital. Santucho considerado como uno de los principales jefes de la organización extremista declarada ilegal en 1973, comenzó a tener triste notoriedad a principios de esta década, cuando en Tucumán, su provincia natal, organizó una célula terrorista de neto corte extremista. Tres veces se fugó de la cárcel... José Benito Urteaga ocupaba un lugar clave en los cuadros de la subversión.
De 31 años, alcanzó notoriedad al participar con otros extremistas en el asalto perpetrado en 1970 contra la sucursal 9 de julio del Banco Comercial del Norte, en Tucumán, donde los irregulares obtuvieron un botín de $ 20.000.000. Posteriormente se lo vinculó con el secuestro y asesinato del ejecutivo de Fiat, Oberdan Sallustro, así como con la muerte del capitán Roberto Eduardo Carbajo, al que los extremistas ultimaron en noviembre de 1974.
Capturado y preso en Villa Urquiza, en septiembre de 1971 protagonizó junto con otros subversivos presos, un sangriento motín durante el cual murieron 5 guardiacárceles y otros tres recibieron graves heridas, aprovechando Urteaga para escapar.
Domingo Mena, de 28 años era, al igual que los anteriores, uno de los más conspicuos ideólogos y hombres de acción de la organización de extrema izquierda ilegalizada en 1973. Nacido en Italia, se desconoce cuándo ingresó a nuestro país, pero desde muy joven comenzó a actuar en hechos subversivos, Durante 1970 protagonizó numerosos hechos de resonancia, fue detenido en 1971, en la provincia de Entre Ríos, fue trasladado a Rawson donde participó en la fuga de 1972.
Una escuela de la Provincia de Misiones, se llama como este héroe, es la Escuela 604 Mayor Juan Carlos Leonetti de Bernardo de Irigoyen, la cual será la primer escuela bilingüe español-portugués de todo el país.
El lanzamiento de este programa marca un hito fundamental en la integración de ambos países, y en el avance concreto del Mercosur Educativo, dado que la Escuela Theodoretto, de Dionisio Cerqueira, hará lo propio en español.
La historia oficial una vez más le miente a los argentinos, al ensalzar como un héroe a un terrorista de la más baja calaña como fue Santucho. Autor material e intelectual de cientos de crímenes que ensangrentaron la Argentina, una vez más pretendió escapar de la justicia, intentando huir hacia Cuba, pero un verdadero héroe, un argentino anónimo para muchos de nuestros connacionales, le puso fin, a su carrera de terrorista, entregando su propia vida, para conseguir este fin.
El Capitán Leonetti, fue quien firmó con su sangre el acta de defunción del ERP, ya sus compañeros militares habían derrotado a este ejército guerrillero en los montes tucumanos, y ahora se los descabezaba totalmente al frenar para siempre a su asesino líder.
Argentinos como Leonetti, no son recordados, ni indemnizados, ni homenajeados, pero viven en nuestros corazones, viven en nuestro eterno agradecimiento, viven en la Celeste y Blanca, que defendieron con sus vidas.
Basko Artola